NIGHTCORE (Kaisoo)

Capítulo ocho: Lo que somos

"Sabemos lo que somos, pero no sabemos lo que podemos llegar a ser"

WILLIAM SHAKESPEARE

-XXX-

Joohyeon recorre con pasos lentos el interior de la caverna, una de las linternas fluorescentes está dejando de brillar y con mucha dificultad distingue el final rocoso, la otra aun resplandece con bastante intensidad, la justa como para que Joohyeon distinga a los compañeros de Soonyoung mantener una silenciosa conversación en una de las esquinas. Sostienen en sus manos un frasco con un contenido violáceo que a Joohyeon le recuerdan a las ampollas de Sephora que su padre traía a casa dos veces al año para todos.

El más alto de los dos introduce la sustancia en su boca. En comparación con el espesor del Sephora, el contenido de los frascos que ambos sostienen es mucho más líquido y se pierde con velocidad en sus labios. El otro chico pequeño y animoso le sigue, bebiendo todo su contenido con rapidez.

Con esa misma rapidez sus ojos refulgen en un ligero lila, sus mejillas se tiñen con pequeñas pecas purpuras mientras una suave risa emerge de sus gargantas. Entonces por primera vez en mucho tiempo Joohyeon siente miedo.

Y es esa clase de miedo que parece que congela su sangre hasta el punto en el que sus brazos duelen y su corazón se retuerce mientras agujas venenosas se incrustan en cada una de sus arterias haciendo colapsar el alma. Instantáneamente sus ojos se dirigen hasta Soonyoung, quien se encuentra apoyado en la pared, con la mirada perdida en el cielo estrellado; intenta que su faz calmada pueda tranquilizarla, pero hay demasiada realidad en todas las implicaciones en este minuto, hay demasiada traición. Demasiado amor por Soonyoung.

Sin embargo, Joohyeon sabe que no hay nada diferente en Soonyoung; sigue siendo él, con su altanería, aquella mirada distante y esa tez pálida teñida con las fisuras de una sonrisa cuando capta su mirada desde la esquina y comienza a caminar hacia ella con aquella bata blanca demasiado grande para su delgada contextura y acomoda su aparato productor de oxígeno en su nariz.

― Siento que tengas que estar escondida aquí, pero será por poco tiempo – Soonyung murmura, y esconde un mechón de cabello tras la oreja de Joohyeon.

Joohyeon posa su mano temblorosa en el cuello pálido y tibio de Soonyoung.

― ¿Qué ocurrirá si lo arruino todo? – pregunta Joohyeon con el inmenso "No estoy segura de esto" escondido bajo las capas de un falso coraje.

― No harás eso – Sentencia él, sus brazos perdiendo rigidez ante el roce de Joohyeon.

― ¿Pero y si lo hago? – Insiste Joohyeon - ¿Qué pasa si no soy capaz de hacerlo? ¿Qué pasa si por mi error pongo en riesgo tu seguridad y la de toda La Tierra?

La mano de Joohyeon cae al igual que su mirada, se forma un silencio constrictor entre ambos, solo a la distancia distingue las voces de los compañeros de Soonyoung.

― Tu eres todo lo que tenemos Joohyeon – dice de improvisto Soonyoung, ella puede sentir su mirada profunda atravesar su espíritu cuando sus ojos se unen a los de él – eres todo lo que yo tengo – su vista desciende por sus cuerpo, instintivamente Joohyeon se cubre el vientre.

Soonyoung aparta la vista de ella y comienza a alejarse, sus pasos largos resuenan en el polvo de la caverna. Los compañeros de Soonyoung posan su vista en ellos con sus ojos aun resplandecientes.

― No tengas miedo Joohyeon – dice Soonyoung alejándose de ella hasta volver a su sitio en la entrada de la caverna, su hombro incrustado en la roca – Yifan y Minseok están aquí para protegerte. Yo siempre cuido de ti. Siempre.