Capítulo 5

1.7K 168 34
                                    


Aria's POV:

Abrí los ojos y, como sentía que ya me había pasado muchas veces en mi vida, me encontré en un sitio desconocido para mi.

--¿Estás ya despierta?

Cuando mis ojos encontraron la nitidez, observé a la misma persona que me había encontrado. Esta vez mucho mejor, por su puesto. Al principio lo vi bastante raro. Aquella persona llevaba un disfraz rojo y azul con varias líneas negras a modo de telarañas y unos enormes y puntiagudos ojos delineados de negro.

--Sí. ¿Quién eres?

--¿Qué quién soy?--preguntó asombrado.-- Soy Spider-man. Deberías conocerme, me he ganado una reputación en esta ciudad.--añadió sarcástico.

--Lo siento, pero tengo amnesia.

Él pareció un poco más serio. Parecía un poco sorprendido. A lo mejor no debí haberle hablado de eso.

--¿Y qué hacías tu persiguiendo a aquella chica?

--Es amiga mía. Nada más verla la recordé y buscaba explicaciones. Pero, estaba diferente. ¿La controla el tal asgardiano ese? ¿Le estás persiguiendo?

--Vaya, parece que sabes del tema. Dime dónde vives, que te llevo.--dijo obviando mi pregunta.

Le di la dirección que Bucky me proporcionó y me llevó a casa. El primero en abrir la puerta fue Steve. Él cual se quedó bastante sorprendido.

--Perdona, te traigo a esta chica, está bastante perdida.--dijo Spider-man.

--Gracias.--contestó Steve.

--Perdona pero, ¿eres el capitán américa no? ¿Es tu novia o algo? Ya decía yo que era raro que supiese sobre el Varón Púrpura.


La conversación siguió bastante rara. Primero Steve desmintió las conjeturas de Spiderman y luego hablaron sobre el Varón Púrpura, llegando a una cita mañana por la tarde para todos. Cada vez me sentía más y más fuera de aquel mundo de superhéroes.

--Los demás no están, han ido a buscarte. Yo me quedé aquí por si regresabas. Aria, no puedes irte sin avisar.--dijo con un gesto de desaprobación.

Yo solo asentí.

--¿Porqué seguiste a aquella chica?--preguntó cambiando de tema.

--Era Lucy, la recordé.--respondí mientras me tocaba mi herida.-- Creo que el tal Varón Rojo la está controlando.

--Si es así, todo saldrá bien. Aria, a mi... ¿no me recuerdas?--preguntó algo desolado.

--No, lo siento. ¿De qué me conocías?

--Estábamos prometidos antes de que te llevaran a Asgard.

Aquello me confundió bastante.

--¿De qué me fuera a Asgard? ¿Qué pasó?

--Lo siento, pero yo no debo responderte a esa pregunta.

En aquel momento la puerta se abrió y Bucky y Susan aparecieron tras ella.

--Menos mal, Aria. No puedes irte sin avisar, hemos estado muy preocupados.--dijo Susan algo estresada.

--Lo siento.

----------------------------------------------------------------------------------------

Mi mundo se desmoronaba cada vez más y más. Había llegado a un punto en que toda mi existencia no tenía sentido. ¿Tantas cosas me habían pasado? ¿No se supone que tenía una relación con Loki? ¿Cómo era que había sido la prometida de Steve? ¿Qué había pasado con Lucy? ¿Quién era el Varón Púrpura? Mi cabeza daba vueltas.

En ese momento entró Loki.

--Aria, te traigo algo para que comas.--dijo serio.

--Gracias.--contesté.

Él caminó hasta ponerse enfrentado hacia mi. Parecía cansado, y su suspiro no hizo más que confirmarlo.

--Aria, por favor. Mírame. No lo has hecho desde que te enteraste de que eras mi esposa.--dijo finalmente.

Aquello era verdad. Aún no me había atrevido a mirarle a la cara. Culpable de no poder corresponderle.

--Aria vamos, solo tienes que acostumbrarte. Pronto recuperarás tus sentimientos por mi. 

--Eso no lo sé seguro, Loki. No quiero hacerte ilusiones.--aquello pareció dolerle, pero tenía que decírle la verdad.

--¿Entonces por qué solo decías mi nombre al despertar?

--Eso tampoco tiene porqué ser bueno.--contesté, un poco harta de esos aires de grandeza de Loki, aunque en aquel momento se los intentara esconder, no le servía de nada.

--¡Oh, vamos! ¿Te acuerdas de esa inútil misgardiana pero no de tu esposo? ¿La persona a la que tanto has amado?--dijo algo más enfadado.

Yo no sabía que contestar. En aquel momento, un miedo me embargaba.

--¡Contéstame!

--Quizá, no te amaba tanto.--contesté con el único atisbo que me quedaba de valentía.

Pero parecía haberme equivocado, ya que Loki pareció estallar.

--¡Tu me amas! ¡Yo soy lo único que te importa! ¡Yo! ¡Nadie más! ¡Tu me amas!

Cada vez se acercaba más a mi, y aún más enfadado y yo no podía retroceder más debido a la pared.

--¡Aria yo te amo, tienes que recordarme, no puedo vivir sin ti! ¡RECUÉRDAME!--gritó con todas sus fuerzas.

ReturnedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora