Los Dioses Del Kiferhudes

Capitulo 3: Sangre incierta

Logré despertar del extraño sueño que había tenido, el libro rojo repetía en mi sueño. Cuando abrí los ojos pude ver que estábamos en el bosque otra vez pero este era diferente era más frío más rojo, donde debería de estar la bóveda celeste había grandes estrellas negras que hacían resaltar más el rojo intenso del cielo.

Me reincorpore sentándome en el pasto de un extraño color negro, que pasaba en este lugar, no era nada normal ¿estábamos en casa?...Dante. Recordé lo que había pasado la mansión, el cuarto, la estatua, todo estaba regresando a mi mente, regrese en si cuando el aire frío soplo por detrás de mi espalda.

Alado de mi estaba el tirado inconsciente aun, sin moverse y en posición de feto.

- Hey Dante - dije por lo bajo y acercándome hacia el- Dante despierta - lo jalone

Dante despertó y me miro.

-¿Eli? ¡Te dije que no tocaras ese jodido libro! -Se levantó- ¿¡Por qué jamás me haces caso!? Casi nos matas....

- ¿qué? Pero si tú querías que lo viéramos - me levante rápido lo que hizo que me mareara.

-¡Aun así! -Dijo enojado- Nunca me haces caso.... ¡Demonios!

-¡ya cállate!...me duele - puse mis manos en mi cabeza.

-Ah... -Dante me abrazo fuerte- Lo siento... Tranquila... Por favor.

- ya no importa estoy bien... Vamos hay que intentar regresar o salir de aquí- lo aparte con una mano, empecé a caminar hacia un dirección que se formaba con las hojas caídas.

-Oye... ¿el libro dónde está? Esto es sumamente raro

- buena pregunta dónde está, y donde está la mansión.

-Eso tamb... ¿Oíste eso? -A lo lejos se escuchaba una voz muy tenebrosa, ronca y agitada diciendo cosas en antiguos dialectos olvidados

- sí, ¿investigamos?

-¡Eso es lo más estúpido que podamos hacer! Mejor hay que correr

- bien y ¿Hacia dónde corremos? - el ruido se escucha más cerca y más fuerte - decide rápido.

-No puedes correr -Dante me subió a su espalda y empezó a correr

- te cansarás más déjame correr

-No, no importa, te hará daño

-¡bueno entonces corre! - abrace fuerte a Dante para no caerme

Dante corrió hasta que el ruido se dejó de escuchar

-Estamos a salvo.

-no se esperó que si - no se escuchaba nada pero aun así daba miedo el extraño color del cielo y la soledad absoluta que se sentía

-¿Lograste escuchar las pisadas de esa cosa? Era... Como... Un gigante...

- no, no las escuche - había mirado hacia tras pero no se veía nada solo el bosque sin fin

-Ah.... Eran horribles... Eli... Quiero despertar de esta pesadilla

- yo también, pero parece que no hay forma - saque el inhalador de la falda e inhale el medicamento.

-Ah... Quería evitar eso... Bueno.... Debemos buscar ese libro de nuevo.

-¿crees que este de donde vienen esos ruidos?

-No... Ni quiero saber.

- ¿entonces qué hacemos?

-Buscar... Buscar el jodido libro en otro lado, debemos buscar esa mansión.