Quiero Ser Tuya • Selena Gomez •

Capítulo 11: Analizando...

Estaba tumbada en mi cama, recopilando, todo.

-Folle con ella.

-Se quedó en mi habitación y follamos de nuevo.

-Me llevó a su mansión a firmar dos contratos.

-Ahora debo llamarla Mommy.

-Seré su amante y de su propiedad cuatro meses.

Bien creo que son todas, de igual forma no me molesta ninguna. Es lo más cercano de tener una relación que tendré con la señora Gomez. Jamás le diré que yo estoy enamorada de ella, desde hace años porque no quiero asustarla, pero si ella se enterará no se como reaccionaria; se que acabaría con esto. Y no quiero que se acabe, no ahora que ya probé sus labios y su cuerpo.

Y sé que Amor no está en su vocabulario. Y no es que me lo haya dicho pero... Es algo que cualquiera pudiera notar.

**

Me levanté con un jodido dolor de culo, tenía el culo inflamado, si todo por ella. Me dolía incluso más que ayer, necesitaba tomar algo para este dolor y busque en mis cajones analgésicos para esto. Me las tome y luego me metí a bañar; no soy de reflexionar en el baño, pero me puse a tararear una canción, que escuché en una fiesta.

Me sequé el cabello, me puse una camisa blanca de botones, y con este collar que no puedo quitarme, me incomoda, es como si fuera una gata...aunque para ella soy una gatita. Me puse mi vaquero negro, rasguñado de adelante apretado. Me eché un poco de sombra. No delinee mis ojos, al tenerlos de color es complicado porque muchas veces no se ven de una hermosa manera, quizás hoy solo despreciaba mi imagen en el espejo, deje mi cabello ondulado. Por algún motivo me sentía vigilada y reprimida. Como si habían cortado mis alas. Me eche labial. Y decidí bajar a comer algo, luego regresaría hacer mis maletas. Aunque no era tiempo de regresar, prefería hacerlo.

Bajé las escaleras despacio, contando mentalmente los escalones, no sabía que habían veinte en total ahora me explico porque a veces me canso de subir y bajar.

"Hoy has despertado temprano, querida" me dijo mi madre.

Puse mis ojos en blanco, si por ella fuera no durmiera ni un poco, aveces pienso que me odia.

"Me dormí temprano madre" respondí molesta.

"¡Mis dos reinas!" Mi papá nos abrazó y besó mi mejilla y a mi madre en los labios.

¡Asco!. Me da asco verlos intercambiar saliva.

"¿Por qué has despertado tan temprano princesa?" me preguntó mi papá.

Gruñi, acaso ¿No puedo hacerlo?. No le respondí, caminé hacia el comedor.

"¿De dónde sacaste eso?" me señaló el cuello, viéndome con desaprobación.

"¿Ahora tambien me dirás que debo o no usar?" le respondí tajante.

"Es vulgar" me atacó mi madre.

Sentí que mi sangre hervía. Quería arrancarle las extensiones. Y si supiera que su amiga me lo dio para que lo usara, creo que así diría que es elegante, a veces creo que mi madre es una lambiscona. Porque hace tiempo salimos con la señora Gomez de compras y ella llamo vulgar un conjunto de lencería, en cambio la señora Gomez dijo "No me parece vulgar, es más se me hace exótico" y la lambiscona de mi madre le dijo "Oh, si si, tienes razón" y rió. Por esas razones es que yo no puedo confiar en mi madre, jamás le he dicho nada, incluso cuando me enamoré según yo de Britanny.

"A mi se me hace muy lindo, además te ves mucho más linda" mi papá me sonrió.

"Pero a tu esposa no le gusta, nunca es suficiente nada para ella" dije molesta sin verlos.

Mi mamá gruñó "Porque tus decisiones son estúpidas" me gritó.

La miré con el ceño fruncido.

"Pues yo no soy como tú, no me interesa la moda, no en exceso y no quiero ser una modelo, que no come, si bien ¡Soy delgada! Pero no quiero que me exijan, me basta y me sobra contigo" y me fui del comedor.

Siempre teníamos estas peleas, mi mamá quiso que yo fuera modelo, era uno de sus sueños pero no el mío, prefería ser mejor estrella porno antes de eso, digo disfrutaría y me pegarían dinero, mucho. Cuando les dije que estudiaría fotografía, lloró como una niña pequeña, pero mi padre me deseó lo mejor.

Esperé que se fueran del comedor, mi mamá nunca pasa en la casa siempre está en el club, en el salón o en la casa de una amiga.

Me sentía como una leona enjaulada, daba vueltas, con los brazos cruzados.

"Princesa" me llamó mi padre.

Le sonreí tiernamente viéndolo, él es muy diferente a mi madre.

"Disculpa a tu madre, ella ya sabes como es" Incluso él no sabía cómo excusarla.

Asentí "Me amargó el desayuno" estaba molesta y hambrienta. Una mala combinación.

"Ella ya se fue, ¿Quieres almorzar conmigo?, puedes ir a la oficina y luego vamos a tu restaurante favorito" Me sonrió mostrando sus dientes.

Mi papá es muy tierno, aunque tiene esa presencia imponente y atemorizante. Es él mejor hombre que conozco.

"¡Si!" dije emocionada, tirándome a sus brazos besando sus mejillas.

"Bien, entonces nos vemos luego, relájate pequeña, ya tienes años viviendo con tu madre" me guiñó el ojo y tomó su portafolio para irse.

Me mordí el labio inferior y me dirigí al comedor.

Me serví mi café, junto unas tostadas de pan con jalea de fresas.

Comí hasta que mi estómago se negó a recibir más, cuando todo está mal, la comida puede ayudarte a sobrellevar el asunto.

Subí a hacer mis maletas, quería huir del castillo de la bruja, que viene siendo lo mismo que mi madre, es ¡Una jodida bruja!.

Hice todas mis maletas en total tres, no podría creer que tuviera muchas cosas aquí, miré mi reloj y son las diez de la mañana, y ahora que me lo pienso bien, en la oficina de papá está la señora Gomez y eso significa que debo ir a saludarla, si no mi trasero volverá a sufrir las consecuencias, que ahora ya no está adolorido.

Mi celular sonó.

"Hola" respondí.

"Hija, ven al club, almorzaremos con tu madre" gruñi, siempre todo se echa a la mierda cuando estamos juntas "yo se, se que te prometí estar contigo, pero vamos hija".

Suspiré vencida.

"Qué más da, los veo luego".

Colgué resignada.

No hay nada peor que estar junto a mi madre, bien si, estar con una maniática del control si eso es lo peor.