Martes 19 de Enero.
"Tan sólo una semana había pasado desde que nos vimos, desde que te adueñaste por completo de mí.
Ansiaba tanto volver a verte, volver a tocarte, volver a sentirte.
Pero no resultó como esperaba.
Y me duele.
Dolió tanto tenerte frente a mí, fingir que nada pasaba, que solamente éramos conocidos y nada más. Dolió no poder besarte cuando una semana atrás nos devorábamos los labios con desespero. Dolió no poder estar entre tus brazos cuando una semana atrás no éramos capaces de soltarnos. Dolió ni siquiera poder mirarte, cuando una semana atrás no podíamos dejar de gritarnos lo mucho que nos amábamos con tan sólo una mirada.
Dolió.. demasiado.
Dolió tener que dejarte ir ese día, cuando ni siquiera pude despedirme de ti.
Con suerte pude tocarte, solamente para saludarnos, cuando yo estaba muriendo por dentro, queriendo besarte, una y otra vez.
Pero no pude hacerlo.
Porque nadie sabía de nosotros. Nadie podía enterarse. Éramos un secreto que no podía ser revelado, un simple secreto. Solamente eso.
Nos pertenecíamos, bastaba con que ambos lo supiéramos. Pero sabíamos que eso no era del todo cierto.
No podía ser tuya.
No podías ser mío.
Éramos todo.
Éramos nada.
Y tuviste que irte.
Dejándome,
queriendo más de ti.
Necesitando más de ti."
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Treinta cartas.
Teen FictionTreinta días en el infierno. Treinta cartas llenas de emociones. Treinta noches necesitando de ti.
