Treinta cartas.

Carta número 12.

Domingo 17 de Enero.

"En el camino de regreso a casa, me acompañó ese vacío que tú dejaste en mí al decirnos adiós.

Admito que lloré, pero no como esperaba, porque aunque dolía, también me sentía feliz recordando el tiempo que estuve contigo antes de irme.

«cuánta rebeldía había en tus besos».

Reí algo sonrojada al ver mis labios y notar lo hinchados que estaban después de tanto besarte. Reí un poco más al recordar cómo dejé un poco de mi labial rojo en tus labios después de nuestro primer beso.

No uso ese color y no lo he usado desde entonces, solamente ese día, cuando pude besarte por primera y última vez.

Me duele esa forma en la que hacías tuyos mis labios.

Ellos aún aguardan tus besos."