Volverte a Ver

Capítulo 3

— veo que ya es algo serio, ¿para cuándo la boda? — dijo sin dejar de mirar el celular lo mire mal.

— Es hora de dormir — dijo Fernando al entrar a la habitación, me tire en la cama para nosotros.

Ale salió del baño y Ricardo entro. Fernando se acostó conmigo, lo mire y sonreí

— No tengo sueño — susurre

— dormiste alrededor de una hora en el auto, lo supuse

— tal vez puedes contarme un cuento

— Tal vez puedo dormir — le saque la lengua y el rio — no se crea mi princesa — me jalo junto a él y me empezó a hacer cosquilla, por lo cual yo grite

—está todo bien — ambos volteamos para ver a Ricardo en la puerta del baño, ya con su pijama puesta

— sí, no te preocupes — dijo Fernando sonriente, Ricardo solo camino a la cama, mirándonos raro — podemos ver una película — asentí, él se paró y me ayudo a pararme. Tomo la cobija y salimos de la habitación, caminamos en silencio a la sala.

Fernando puso una película, cuando dijo cuál era, realmente no le estaba prestando atención, estaba observando todos sus maravillosos movimientos, porque, a pesar de que ya llevábamos más de un año, aun me parecía maravilloso como se movía; Fernando era un chico de veinticinco años de edad, alto, con cabello castaño medio (es decir, ni muy claro, ni muy obscuro), es esbelto, pero tiene gracias al ejercicio que hace, tiene un buen cuerpo, es dueño de los ojos color miel más hermosos que he visto en toda mi vida y su sonrisa te hace sentir como si nada malo pudiese pasar, un tatuaje adorna sus costillas del lado derecho, representando a su familia, su madre, su padre y su hermana menor. Era todo lo que no buscaba, ahí fue cuando me di cuenta de que el físico no lo es todo, ya que, lo que realmente me había atrapado de él fue que, era una muy buena persona, era divertido, gracioso, creativo, romántico, empático, bondadoso, en pocas palabras la mejor persona que me pude haber encontrado.

Aunque la forma en la cual nos conocimos fue muy graciosa y extraña. Aun lo recuerdo muy bien.

Flashback

Iba con diez minutos de retraso a tomar mi autobús, eso significa diez minutos de retraso para mi clase casi corriendo las escaleras, como era de suponerse y gracias a mi torpeza, me resbale en el último escalón quedando sentada en la escalera, empecé a reír por mi torpeza.

— ¿estás bien? — estaba un chico agachado a mi altura, ofreciéndome su mano para poderme parar

— Sí, gracias — me paré — estoy bien — lo mire y sonriéndole, y entonces vi los hermosos ojos color miel viéndome con preocupación — en verdad estoy bien

— Ok — me sonrió, comencé a caminar a la puerta y entonces lo recordé, mi clase. Camine un poco más rápido, ya que no quería caer otra vez. Salí de la empresa y me senté en la parada de autobús, ahora solo faltaba que mi autobús pasara — ¿A dónde vas? — voltee y vi al chico que hace un momento me había ayudado en una camioneta enfrente de mi

— A la escuela — dije sonriente

— ¿a dónde?

— a zona

— ven te llevo — movió algunas cosas del asiento del pasajero y yo me quede inmóvil, ¿me estaba invitando a subir a su coche? — no te voy a secuestrar, lo prometo — dijo divertido, decidí confiar en él, así que me levante y subí al auto.

Fin del flashback

Resulta que su padre era uno de los diferentes jefes de área de la empresa donde trabajo, y ese día había ido a llevarle unos papeles a su padre... siempre diré que fue la coincidencia más hermosa de mi vida.

— ¿disfrutando de la vista? — dijo divertido y despertándome de mis pensamientos

— Yo siempre la disfruto — se tiró junto a mí y me beso — estaba recordando cómo nos conocimos

— Oh ese fue un gran día — me atrajo hacia el abrazándome — bendito sea mi padre por hacerme llevarle esos papeles

— benditas sean esas escaleras y mi torpeza por hacerme caer. — me volvió a besar

— Ya va a empezar la función — lo mire, sabía que él no iba a terminar toda la película, estaba lo suficientemente cansado por el viaje para ver una película, pero lo estaba intentando por mí.

Lo miré y le sonreí tiernamente — ven aquí — se acostó en mis piernas y empecé a jugar con su cabello. — Te amo tanto — susurre.

— Yo también te amo Amber — él se levantó y nos acomodamos de tal manera que los dos estábamos acostados — eres lo mejor que me ha pasado en la vida — me susurro al oído.

Me di la vuelta y lo empecé a besar — gracias por estar conmigo

— Gracias por dejarme entrar a tu vida — me besó

Y así fue como no vimos una película, que prometía mucho.

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