El Liv.

Capitulo 2: Lazos

Al sonar el timbre, todos estábamos guardando listos para irnos.

-gracias por a verme prestado el lápiz. -dijo ella-

-a...de nada.

Saliendo juntos del colegio me estaba preparando para despedirme de ella, cuando note que iba en la misma dirección que yo.

-¿vives por aquí Camil? Pregunte-

-a si, vivo en esta dirección y tu.

-mmm por coincidencia yo también.

-entonces te gustaría acompañarme, así hablamos mas. -dijo ella sonrojandose-

-mmm... claro.

-y entonces, ¿vives hace mucho aquí en la ciudad?

-a... si, digamos...

-entonces un día de estos podrías enseñarme algunos lugares. -dijo ella nerviosa-

-claro sería un honor llevar de paseo a una chica tan linda como tú... a... perdón, no estaba pensando lo que decía.

-tranquilo no pasa nada. -sonrió mientras se sonrojaba.

-este... tú me dices cuando y yo te doy un tour.

-mmm... ¿qué te parece este fin de semana?

-está bien ¿tienes teléfono?

-si claro te lo anotare, hay un parque de camino que tal si nos detenemos ahí y te lo doy.

-andando entonces. -le dije-

Llegamos al lugar nos sentamos en unas bancas, para que ella anotara el numero.

-toma, aquí esta.

-mmm te llamare entonces, ¿seguimos caminando? -Le pregunte-

-mmm... la verdad no. me gusta como luce este lugar, se ve tranquilo y el paisaje es hermoso, se han de ver bien los atardeceres aquí.

-en eso tienes razón, en realidad es mi lugar favorito.

-¿enserio?

-sí, vengo de vez en cuando aquí a ver los atardeceres cuando me siento triste.

-mmm... pues ya no vas a estar triste ahora me tienes a mi... bueno... quiero decir como amiga... -sonrojo-

-a... gracias por tu apoyo.

-Y que me cuentas de ti.

-mmm ¿qué te gustaría saber de mi?

-haber desde pequeño siempre tuve un sueño, tratar de ayudar a la gente, nose fue mi sueño hasta que me di cuenta que no a todos valía la pena ayudar.

-la verdad yo piensa igual a veces. -dijo ella-

-mmm... ¿y por qué piensas así? -le pregunte-

-la verdad es que algunas muchas personas me han lastimado, solo se han aprovechado de mi, tengo una herida que nunca sanara. -Lagrimas en los ojos-

-que tienes ¿pasa algo? Perdón si hice una pregunta que no debía.

-mmm... solo quiero a alguien en quien confiar. -dijo ella-

-pues me tienes a mí.

-puedes contar con migo que yo siempre estaré para ti. -le dije-

-todas las amistades que he tenido siempre terminan lastimándome, a veces solo trato de buscar a alguien indicado para mí.

-Camil.