No, no lo necesito, soy lo suficientemente capaz de tomar decisiones por mí mismo, de hacer las cosas sin que me lo tenga que decir nadie. Ya no soy un niño pequeño de diez añitos que no sabe cómo tiene que hacer las cosas y que solo le apetece jugar. Lo que soy es una persona adulta, o saliendo de la adolescencia, con cada vez más valor para tomar decisiones, con más determinación en la vida y que no tiene miedo de pedir consejo cuando es necesario, pero que asume y acepta la responsabilidad de las decisiones.
Hace tiempo que aprendí que los consejos o las ayudas de la gente no te eximen de la responsabilidad que te corresponde al tomar una decisión, ya que eres tú quien acepta seguir esos consejos y ayudas y tomar la decisión que te han dicho. No obstante, también es cierto que las personas somos volubles y a veces nos influenciamos pudiendo hacer que una persona decidida a hacer algo tenga que replantearse su decisión.
Esto puede ser peligroso, a veces hay personas que entienden esto muy bien y que lo utilizan para manipular a los demás, algo que muchas veces influye en la decisión de uno y te hace responsable de actos y decisiones que quizá no querías tomar. Mas que haya personas malas en el mundo no hace que proponer ideas, influenciar o simplemente sacudir los pensamientos de alguien sea algo malo.
Bendita sea nuestra capacidad de influenciarnos, pues a veces nos ayuda a escuchar, entender y empatizar mejor a la hora de tomar decisiones. La gente piensa que quienes cambian de opinión son inseguros, falsos y manipulables, pero yo creo que quienes son capaces de dejarse influenciar son capaces de aprender, de entender mejor el entorno que nos rodea, de aceptar sin miedo a equivocarse y de valorar las palabras e ideas de los demás, pues ser capaz de adoptarlas como propias para mí significa no tener miedo a cambiar, a crecer, y comprender que uno seguirá siendo uno mismo incluso por encima de lo que piense. Y entonces es cuando se puede tomar decisiones desde uno mismo y decidir lo que quieres hacer sopesando tus verdaderos deseos, sin la ayuda de nadie, pero valorando las ideas de los demás.
Comprender el mundo es tan importante como comprenderse a uno mismo, y el mundo es un ser que cambia, que se transforma constantemente, nosotros nacimos del cambio, es por eso que nadie tomará por mí mis decisiones ni me dirán qué tengo que hacer, pero nadie quedará sin ser escuchado.
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Reflexiones
SpiritualAlgunas reflexiones que me ayudaron en la vida. Para quien le pueda servir, comparto mi opinión aquí.