Capitulo 5

28 2 2
                                    

POV Alex
Lo primero que se me vino en mente fue Ariel, seguía corriendo hacia mi auto, ya faltaba poco.
Tomé las llaves del bolsillo de mis pantalones y no esperé mas, tenía que llegar a ese bendito hospital.
*********¤*********
-¡¿ Dónde está?!- no podia estar mas preocupada.
- Señorita, calmese a quién está buscando.- dijo una enfermera un tanto despreocupada.
- Digame en que habitacion está Ariel Wilde.
- Haber venga por acá, tengo que buscar en....- la interrumpí
- No tengo tiempo de esperarla, sino me lo dice ya, yo misma iré a buscarle.
- Habitacion 207, segundo piso.
Salí practicamente volando hacia la habitacion que me dijeron, la precupacion se mesclava con la desesperacion, por segunda vez en mi triste vida sentí miedo...
Habia encontrado ya la puerta, con mucho cuidado empezé a abrirla, entré y estaba allí, se veía tan tranquilo que hasta me contajió su tranquilidad...
- ¿ Qué es lo que ha pasado, abuelo?
- Eso es lo que yo tampoco sé.
La puerta sonó después que el abuelo habia hablado, era el médico....
POY NICK

Las clases habian terminado, los paparaxi habian llegado y yo.... yo seguia estando igual.
Tuve que aplicar otra ves mi supertecnica, primero esquivé a un grupo de ellos por debajo, al salir me puse de costado para pasar desapercivido y por ultimo me escondí entre unos arbustos hasta que todos los paparaxi se hayan ido.
Muy agitado y casi sin aliento, salí victorioso de mi no muy común rutina diaria, me empezé a dirigir fuera de la universidad hasta cuando sentí que alguien llamaba, busqué el teléfono en mi chaqueta, era mamá...
- Vienes directo hacia acá, nada de fiestas tenemos una reunión.
- Mamá tengo pendiente un...
- Ya te dije, es muy importante; a las siete las personas van a empezar a llegar, asi que vienes y te alistas, ¿ entendido?.
- No puedo ya ten...- mamá me interrumpió.
- Tú verás.
Cortó la llamada, significa que tengo que ir aunque no pueda, mamá ya me habia amenazado con sus palabras de doble sentido; miré la hora y eran las siete menos medio, tendría que llamar a Jax para informarle que no podía ir a su fiesta, estaba ya en mi auto, con el celular en la mano, un saludo, un grito una amenaza y... un me la debes para el sábado fue toda la conversación; aún faltqba para llegar y ya eran las siete, traté de apresurarme lo mas que pude.
- Nick, sube rápido y visteté, aún puedo distraerlos.
Eso habia sido un gran avanze, mi verdadera madre ya me hubiera roto las orejas con todo su sermón de la puntualidad.
Subí e hize todo lo necesario, es decir lo que dijo mamá.
Bajé y todos estaban allí reunidos esperandome; tomé mi guitarra, era hora de poner manos a la obra...

Una maldita realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora