Pizza Love → KaiSoo

quinta rebanada (f i n a l)

Si pensaban que luego de aquel besito de media luna Jongin la iba a tener fácil con su encomienda de la mejor pizza para Do Kyungsoo, pues estaban equivocados, porque nadie lo entendía, pero la cosa se había puesto todavía mas... ¿Cómo decirlo sin que sonara tan desesperado?

¡¡¡KWNXUEHFUFBFAYUDAAAAAAAAOKDOEKCEOC!!! Jongin estaba pidiendo ayuda a gritos a cualquier entidad con la facultad de hacer milagros, padrinos mágicos y Phinias y Ferb incluidos.

Sucedía que después de aquella cita que no, pues no era cita, Jongin se propuso a engatusar a Kyungsoo con más y más pizzas creyendo que ya tenía ganado su oscuro corazón. Primer error. Y lo supo al día siguiente de su almuerzo cuando en la comodidad de su cocina le preparó una pizza de calabaza, porque había escuchado que a Kyungsoo le gustaba mucho, pero resultó que después de que el enano lo probó se encontró con su rostro ceñudo de siempre y un poco cordial «Suerte a la próxima» y a la próxima le tocó una pizza de piña, y Jongin casi estaba rozando la gloria con sus dedos, pero Kyungsoo se echó reír y dijo «¿En serio?» y de ahí llovieron las pizzas extrañas, arroz, ciruelas, peras, carne de res, pizzas dulces, ácidas, neutras, picantes. Jongin estaba perdiendo la fuerza en la batalla.

Pasaba más tiempo en su cocina que en casa, Sehun le extrañaba y le pedía que desistiera, que Kyungsoo era de difícil complacencia, pero un Kim pizzero nunca se rendía, y menos un Kim pizzero loco y enamorado. Con optimismo juntó todos los datos que había recolectado Luhan para él aquel día y se esmeró en hacer una pizza que le gustara a Kyungsoo, no se iba a rendir, al menos no tan rápido.

Por otro lado, y aunque la pelea era dura y forzosa, habían momentos en los que Kyungsoo y Jongin se olvidaban de la locura de las pizzas y disfrutaban del helado, o del ramen instantáneo en los puestos rurales como Park Shin Hye y Kim WooBin en Heirs. Lejos de la pizza, del local y de todo lo demás, Jongin realmente gozaba de la compañía de Kyungsoo, agradecía su sonrisa, sus sonrojos, los momentos en silencio, las risas pequeñas y los comentarios que hacían a su corazón latir erráticamente. De verdad le gustaba Kyungsoo tanto como para darle fuerza a solas, en su cocina, cuando necesitaba de toda esa entereza para poder seguir adelante aún cuando los recursos perecían en sus manos, y no, no hablaba de ingredientes.

—Desde Taemin, no te había gustado nadie como te gusta Kyungsoo —dijo Luhan robándose una bolitas negras cuyo nombre era desconocido, pero, ¡al diablo, tenía hambre!

Jongin sonrió a recordar a Taemin, una bonita historia de amor que no tuvo un "Felices por siempre" porque Taemin fue reclutado por una empresa caza talento y aunque al principio él había dicho «¿Y si es un loco que sólo quiere venderte al mercado chino y prostituirte?» tuvo que aceptar la decisión porque, así como Taemin lo apoyó cuando decidió no seguir estudiando para dedicarse al negocio, él debía hacerlo con la proyección de vida de su amigo no tan amigo. Jongin le enviaba dos cajas de pizzas para su cumpleaños al edificio de la SM Entertainment y Taemin le respondía siempre con mensaje llenos de emoji y un muy sufrido «Casi no he comido, la pizza de pollo se la ha tragado todo Jinki hyung ㅠ.ㅠ ».

—Soo es diferente —respondió amasando con ardor, sus nudillos siendo más blancos que morenos.

—Pero te estás esforzando mucho —le dijo Luhan—. ¿Crees que valga la pena?

Jongin sabía que sí, el corazón se lo decía; y Kyungsoo lo confirmaba cuando quedamente se tomaban de las manos en el bus de camino a sus casas, o esas miradas que decían mas allá de lo que las palabras podían expresar. Y tal vez Kyungsoo era un cabeza dura por siempre negarse a los delirios culinarios de Jongin pero intentarlo no estaba demás, Jongin quería insistir hasta el final, hasta escuchar un «Déjame en paz de una vez, Jongin... » y probablemente nunca pasaría porque aún cuando Kyungsoo se empeñaba en negarse a todo, siempre le decía «Suerte a la próxima, Jongin-ah» y al moreno le gustaba escuchar eso, eran como palabras de aliento.