Capítulo 2.

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No soy feliz, desde hace tiempo me he cuestionado el porque no lo soy, tal vez quisiera ser alguien mas, tener otra vida, amigos, familia, relaciones... Pero me dí cuenta de algo, nuestra felicidad depende de otras personas.
Existen dos tipos de personas.
Una de ellas son las que te hacen sentir bien, ver lo positivo de la vida y te animan a hacer cosas nuevas, te dan un poco de su sabiduría, te muestran cosas que puedes lograr, y te demuestran que les importas, pero esas personas casi no las encuentras y no tienes la fortuna de conocerlas.
Y están las otras, esas personas que encuentras muy a menudo, las que su trabajo es hacerte sentir que no importas tanto, que no podrás lograr lo que te propones, son esas amistades que por mas importancia, entusiasmo y dedicación que le pongas, tu jamás serás importante para ellos, no como lo son para ti.

Hace tiempo en una extraña ocasión, llegué a conocer a un chico, fue de esas personas que te cautivan con una sencilla conversación, fue una inusual coincidencia.
Yo estaba esperando el transporte público, la tarde comenzaba a llegar, oscureciendo el cielo, hacia frío, incluso podría decir que nevaria esa noche, en mi mano llevaba un rico y caliente café, al igual una enorme chamarra que cubría hasta llegar a las rodillas, un lindo gorro de temporada y una bufanda, guantes, todo lo necesario para cubrirme.

Al llegar a la base, lo observé, vi sus mejillas rojas por el frío, una chamarra bastante gruesa, sus guantes y un gorro.
Paso un poco de tiempo, un poco incómodo por el silencio abrumador, pero al parecer el tenía el mismo destinó que yo, ya que distintos autobuses habían pasado, unos minutos después de llegar y no había subido a ni uno, por el rabillo del ojo lo atrape mirándome una que otra vez.
Hasta que escuché una varonil voz, me congele en ese momento, pues no muy seguido hablaba con extraños.
-Hace frío, no! - obviamente que hacía frío, estábamos en invierno, era la frase más tonta que había escuchado en el día, y como si leyera mi mente, acto seguido dijo.
-Claro que hace frío, tu traes un café en las manos, que estúpido fue lo que dije -
Sonreí al instante, viendo lo tonto que llego a sentirse, lo miré, alcé mi mano y dije.
-Me llamo Jass- El sonrió y estrechó su mano con la mía.
-Bello nombre, como la música Jazz. -
No era la primera vez que comparaban mi nombre, con el género Jazz, esperaba que dijera su nombre, pero no lo hizo y no insistí.

A los pocos minutos el silencio invadió la estación, ninguno de los dos volteo a verse, quería dejar de sentirme incómoda, así que rogaba por que llegará el autobús, un instante después, escuche decir.
-Por fin llegó mi autobús - Me tomó por sorpresa, ya que era el mismo al que subiría.
-También tomaré ése -
-Entonces primero las damas - dijo al abrirse la puerta, subí con cuidado, cuando apresurado dijo.
- Por favor, déjame pagar por ti-
-No, muchas gracias, no tienes que hacerlo. -
- Será un placer hacerlo, si tu me lo permites -
Hice un ademán de que estaba bien, comencé a caminar buscando un par de asientos disponibles, alle unos, acto seguido el tomó el que estaba disponible al lado mio...

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