La Apuesta de Mrs. Malfoy

Parte 26 Paseo Antes del Regreso

La mañana del lunes se fue volando, una vez que salieron de San Mungo, con Cissy de alta total, la tormenta comenzó a aparecer en la mente de Draco, Hermione también sentía preocupaciones al respecto de su futuro próximo, le aterraba el regreso al colegio, solo faltaba una semana para que el último semestre comenzara, una semana para que sus amigos llegaran, una semana para que todo el mundo se enterara de su nueva relación con el rubio, una semana para que se pasaría volando, no quería separarse de él, no quería volver al colegio, no quería enfrentarse a nadie, el león de su casa la había abandonado, su valentía salió de vacaciones, y cada minuto que pasaba estaba lejos, sus dudas la asaltaban y sus manos no querían separarse de las de él, no, no tenia intenciones de dejarlo, pero los sentimientos y las maquinaciones la torturaban.

Draco no estaba mejor, tenía mil dudas, no estaba tan seguro como decía estar acerca del estado de su relación, eran realmente novios, eran prometidos, eran amigos conociéndose más profundamente, eran algo, que haría ella frente a sus amigos, a sus profesores, él podía responderse esas mismas preguntas, bueno sus amigos sabían de su relación con la castaña, solo faltaba Pansy, y no sería un gran problema, ella siempre lo ayudó para que nadie supiera que él no podría estar con nadie, lo abrazaba, lo besaba, y corrió rumores de todo tipo del rubio a su propio pedido, y corriendo el riesgo que todo el mundo la llamara zorra, y orgullosa llevaba el apodo por amigo, esa era la Pansy que él adoraba, la que debía hacer conocer a su amada. Sintió cambiar la presión de la mano de su castaña, iban caminando  sin rumbo, ambos en un cómodo silencio, en una postura muy normal de pareja de años, el silencio, sólo era una fachada sus mentes iban a mil, sus corazones bombeaban  al mismo ritmo, y sus manos tenía espasmos entre ellas que solo confirmaban que seguían juntos, que se necesitaban, que ya no serían los mismos solos.

_Hermione, ¿podemos ir a un lugar antes de volver?_ fueron las primeras palabras en mucho tiempo, ella solo asintió, aún pensando y sin entender mucho qué quería el rubio.

Una nube negra los vaporizó, solo pudo abrazarse lo más fuerte que pudo, aunque no estaba segura de poder hacerlo, él no tenía cuerpo, y ¿ella... tampoco?, quiso gritar pero nada salió, no tenía cuerpo, era rara la sensación, veía, o al menos reconocía que algo pasaba, pensaba, eso sí, su mente estaba ahí, era una aparición sin tirón de ombligo, sin mareo, mientras pensaba que sería todo esto que le sucedía, se corporizaron en una playa. 

Se revisó para certificar que estaba entera, lo miró entre horrorizada y aliviada de saberse entera, él solo se encogió de hombros, sabía que no zafaría hasta contestar todas y cada una de las preguntas de su sabelotodo acerca que cómo habían aparecido allí, pero desde que el rubio conoció esa antigua magia, debido a su incursión al lado oscuro, le pareció mejor medio de transporte que la aparición común, tenía que darse tiempo así que se la jugó, sabía que si ella oía esa palabra sus preguntas iban a esperar un rato más, y era lo que buscaba.

_¿Te gusta,... mi amor?_la adrenalina le subió a las mejillas, dándole un saludable color sonrosado, que ella adoró.

_Es hermoso, Draco. Gracias por traerme._ella supo de inmediato que él también necesitaba un tiempo fuera, pero ya se haría de esas respuestas.

_El lugar es perfecto. ¿Cómo supiste que necesitaba un respiro?

_Hace tanto que te observo, que sé cómo te sientes por tus gestos.

_Gracias mi amor, no pasé por alto que lo dijiste, y ¿sabes?_jaló de su mano para dejar su oído cerca de su boca_lo adoro, adoro "mi amor" hacia mí, en tus labios._y lo besó tiernamente, él continuó el beso, con amor, con pasión, respondiendo a cada estímulo, con uno mayor, sus manos recorrían la espalda de la castaña, mientras las de ellas, jugaban con las solapas de la camisa.