CAPITULO I "Reclusión"

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Observe el cielo distante, mientras el cálido clima de la capital acogía de la llegada de dos pueblerinos nativos, ya andábamos acostumbrados a los diversos tipos climáticos que regían en Kotetsu, bajo la jurisdicción de los dioses de las estaciones. La gente estaba acostumbrada a vivir en las condiciones que la tierra les ofrecía, desde prados llenos de flores y pinos, hasta montes cubiertos de nieve. Era normal encontrar las 4 estaciones en las principales ciudades que componían a Kotetsu, La gran Bahía Azul, Samabei (Bahía Verano) , El fuerte tórrido, Akiyama (Montaña de Otoño), Las Montañas Blancas , Shirayama (Monte Blanco), y por último, Arbolada de Pinos, Kimura (Villa de Arboles), las cuales tienen como fin unir a lo que se conoce como la Capital. Conocida por ser el lugar donde se encuentra la principal legislación y el famoso Zuryo, el principal gobernador o rey de Kotetsu.

«Kimura»

Tanto como en la ciudad que vivo como en mi propio apellido, son iguales, la vida en los prados, o mejor en la estación de primavera era tranquila, se vivía de la agricultura y de la protección de las villas, pensaba que de alguna manera tenía relación con algún histórico antepasado o pariente de algún imperial. Pero simplemente es solo una coincidencia, que tanto mi pensamiento de niño se guiaba por las historias de un valiente guerrero, digno de su profesión, que después de salvarme, desconozco a parientes con el apellido Kimura.

— Kazuya, vamos a llegar tarde al reclutamiento del Kokushi, me prometiste que nos íbamos a convertir unos Omi—hablo mi compañero.

El sueño de todo niño en Kimura, era convertirse en un miembro oficial del Kokushi, los principales guerreros que ejercen las reglas y protegen a las 5 regiones de Kotetsu.

— Takeshi, no te preocupes, llegaremos a tiempo para conocer al Capitán Yukimura—afirme.

— ¿Aun piensas conocer al Capitán Yukimura?

— Por eso pienso unirme a las filas del Kokushi, para devolverle el favor.

Takeshi y yo, habíamos llegado con un sueño a la capital, una razón por la cual unirnos a las filas del Kokushi nos acercaría un poco al sistema imperial el cual nos mejoraría la calidad de vida.

— Eso fue hace mucho tiempo, no crees que el Capitán Yukimura ya se jubiló, entiende un poco, no es tan fácil encontrar a los capitanes, generalmente se encuentran los segundos al mando —pensó.

— Es un hombre, que no corre riesgos, sería una perdida para el gobierno si no lo tienen en su bando—asenté—además he escuchado sobre algunas exploraciones del Capitán Yukimura hace poco, y no olvidar que en la última reclusión del Kokushi se encontraba presente—respondí con una gran sonrisa.

Takeshi Yamada no conocía al Capitán como yo, pero aun así me apoyaba en todo lo que hacía desde que llegue a la familia Yamada, un muchacho no tan acuerpado, una personalidad temerosa y una gran capacidad de ayudar a los demás, característica muy común en la familia Yamada, la cual me acogió durante más de 5 años inculcándome este sentimiento de protección tanto que en el pueblo donde vivimos, Niwa, nos conocen por resolver problemas que algunas veces el Kokushi no lo resuelve.

— Temo no lograr nuestro objetivo—dijo Takeshi, mientras observaba los alrededores.

— Temer ante los retos, no es una actitud válida para los guerreros —mire al horizonte.

— Hay mejores guerreros que nosotros, Kazuya.

Tome del cuello a Takeshi, y con un fuerte golpe en la espalda, continúe:

Kuni no Miyatsuko (Spring)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora