Capítulo Extra 1°| Preguntas.

9.1K 588 178
                                    

Sábado 6 de Junio

Paso por debajo del enorme arco de las puertas del lugar. Estoy rodeada de una inmensa masa de gente: niños corriendo con sus padres tratando de seguirles el paso, parejas tomadas de la mano, hablando, caminando y besándose (Bueno, haciendo lo que se supone que hacen las parejas), grupos de amigos riendo a carcajadas y también puedo distinguir a dos chicas peleándose (sin golpes, claro) dentro de una ronda de personas.

¿Cómo se supone que lo voy a encontrar entremedio de toda esta gente si ni siquiera sé como es? Es como una cita a ciegas. Los primeros encuentros siempre son raros, bueno, según lo que vi en las películas.

La emoción, el nerviosismo y la ansiedad son ejemplos de mi estado actual. El corazón me palpita a una velocidad nada normal y hasta siento que se me va a salir del pecho, mis manos sudan mares y siento un cosquilleo por todo el cuerpo, pero en especial en el cuello. Sí, ya lo se, es raro.

Se deben estar preguntando en dónde me encuentro ahora. Bueno, es simple.

En el Delphic Park, el parque de diversiones más grande del mundo. Tal vez exageré un poco con el tamaño, ¡pero es enorme! Las atracciones son geniales y muy altas. Hay un comedor con muchos locales de distintos tipos de comida, desde pizza a comida china, y también una zona de atracciones más pequeñas en las que se pueden subir los niños. Además de las montañas rusas, veo una altísima noria y unas hamacas voladoras.

Otra pregunta que se les debe estar pasando por la cabeza es "¿Cómo supo a dónde tenían que encontrarse?" Bien, pues lo que pasó fue que adentro del sobre de la última carta recibida, además de la nota en la que decía que él quería que nos viéramos, había una nota en un papel amarillo que decía:

"Sábado. Delphic Park. 17:50"

Desde ese lunes 1 de Junio estoy tan feliz y ansiosa para que llegue el bendito sábado. Y mírenme, resulta que hoy es el bendito sábado y tengo ganas de salir corriendo y esconderme debajo de mi cama.

¿Y si no le agrado personalmente? ¿Y si se arrepintió y me deja plantada? ¿Y si conoció a otra chica en estos cinco días que no me envió cartas? ¿Y si están saliendo? ¿Y si cuando me vea de cerca piensa que soy fea? ¿Y si digo algo que lo espante y me vea raro? ¿Y si tengo un moco en la cara y no se anima a decírmelo? ¿Y si le vomito encima luego de subirme a un juego? ¿Y si tropiezo y me caigo de cara al piso? ¿y si...?

Esas son algunas de las muchas preguntas que pasan por mi cabeza y que demuestran cuán aterrorizada estoy ahora. Siento que voy a morir.

¿Y ahora cómo lo encuentro? Veamos los datos que me dio alguna vez en sus cartas...

1. Es atractivo.

2. Tiene pelo castaño.

3. Es atractivo.

4. Su nombre empieza con "A".

5. Es atractivo.

6. Tiene una perra que se llama Chloe.

No creo que el sexto dato ayude de mucho, pero ¿y si trae a su perro y lo va llamando para que no se escape? Ahí podría reconocerlo.

No es el único perro que se llama Chloe en el mundo, estúpida. Además, ¿dónde piensas que va a dejar a su perro si se suben a las atracciones? ¿Atado a un palo todo el día? Para eso que ni lo traiga.

No me culpen, son los nervios los que hablan, no yo. Yo soy una chica normal como cualquier otra que esta sudando por todo el cuerpo, tiene los ojos muy abiertos, está pálida, sola y mira de un lado a otro como una maniática buscando una persona desconocida. Sí, normal.

¿Cómo será "A"? ¿Será alto o bajo? ¿Musculoso o no? ¿Llevará anteojos? ¿De qué color serán sus ojos? ¿Claros u oscuros? ¿Qué color de remera llevará? ¿Llevará mochila? ¿Cómo será su risa? ¿Angelical o como la de un chancho enojado? ¿Estará bronceado o será pálido? ¿Le gustan los libros? ¿Le gustan "Los Juegos del Hambre"? ¿Besará bien?

Esperen, ¿en serio pensé en cómo besará? Es sólo nuestra primera cita... ¿Primera cita? ¿Y si solo quiere que seamos amigos?

Preguntas, preguntas, preguntas y más preguntas...

Mi mente es como un nudo de pensamientos entrelazados entre sí. No puedo desatar ese nudo sin haberme calmado, así que respiro hondo al menos unas tres veces.

Ya la gente me está mirando con cara de "Eh, mira, una tía loca".

Cierro mis ojos y doy un último suspiro. Ya está. Estoy calmada. Bueno, algo así.

Una vez que me relajo, empiezo a actuar un poco más normal y miro con disimulo a mi alrededor. Me dirijo a un banco que hay a un lado de la entrada del Dephic y me siento en él. Estoy a punto de morderme las uñas cuando pienso "No, si te ve haciendo eso, pensará que eres rara" Bueno, tal vez sea rara, pero ¿qué más da? Yo soy Chloe y si no le gusto por cómo soy, que se joda.

A pesar de ello, evito morderme las uñas reemplazándolo por un constante movimiento con mi pierna.

Veo un chico de pelo negro que se me acerca y mi corazón late cada vez más rápido. Es medio bajito y tiene una nariz un poco rara, pero es guapo igual. Llega a mi lado pero no se sienta. Tiene el ceño fruncido.

-Hola, ¿Sabes en dónde se encuentran los baños?- me pregunta con un acento extranjero.

Eso me da a entender que no es "A". Suelto la respiración de un sopetón y parpadeo repetidas veces. Luego me doy cuenta de que me hizo una pregunta y yo no le respondo, así que lo hago.

-Hum... Si, si. Esta... Hum... A la derecha- le contesto. Él me agradece y se va en esa dirección. Después de unos segundos caigo en cuenta de que los baños no están a la derecha, sino al contrario, a la izquierda-. Creo- agrego en un murmullo para mi misma con una mueca.

Me recuesto en el respaldo de la silla a esperar y acomodo mi cartera a mi lado. Arreglo mi pelo rebelde y pongo en su lugar a mi falda.

En ese momento, una voz a mi lado se escucha.

-Estas son oficialmente las primeras palabras que te digo en persona. Bueno, las primeras en las que tú sepas que soy yo.

Giro mi cabeza lentamente para verlo. Para verlo a él.

"A".



Las Cartas de "A"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora