Sábado 6 de Junio
-No vas a acertar. Mira a todos los que pierden- me burlo de él con la esperanza de bajarle los ánimos y que pierda.
-Mira y aprende- dice antes de arrojar la primer pelota hacia las tres latas. Esta ni siquiera se acerca a rozarlas.
Suelto una carcajada.
-Mira y aprende- lo imito con voz grave y un movimiento con mi mano derecha.
Él toma la segunda bola y la lanza. Esta vez golpea en las latas y tira dos. Suelto el aire dramáticamente de forma desilusionada.
-Es imposible que le des a esa última lata- trato de bajarle los humos. Él mi ignora al tiempo que toma la última pelotita y la tira. La lata cae al suelo con un estrepitoso ruido. Mierda.
-Aquí tiene su premio- le dice el vendedor dándole un peluche de un oso panda rosa. Él lo toma y me lo entrega.
-Aquí tiene su premio- repite para mi con una sonrisa triunfadora. Aprieto los labios para evitar una sonrisa y hacerme la enojada mientra tomo el peluche. El ríe y pasa un brazo sobre mis hombros haciendo que me sonroje por el gesto-. Vamos, nena. Te toca hacer tu parte del trato.
Me sonrojo aún más mientras que "A" me empuja a rastras hacia la noria. Me resisto pegando mis pies al piso como si fueran de plomo.
-Oh, ¿No quieres cooperar? Bien- dice malicioso.
Se agacha, me agarra por la parte interior de las rodillas, me alza y me sube a su hombro. Pataleo y chillo.
-¡Llevo falta! ¡Me van a ver el trasero!- le grito.
-No te preocupes por ello- dice y pone el brazo con el que no me está sosteniendo en mi trasero, tapándolo de los demás.
-¡Estas tocando mi trasero!
-Oh, y no tienes idea de cómo lo disfruto, nena.
-¿Se prendió el lado perverso de ti? ¿Y el lado tierno dónde está?
-De vacaciones; ya sabes, necesita un descanso- me contesta.
-Ya veo.
Él me baja al llegar a la fila y compra los boletos. Bien, no hay vuelta atrás.
En realidad... sí la hay. Camino lentamente escapando de la fila y estoy por salir corriendo cuando... me elevo en el aire. ¿Estoy volando? No. ¿"A" me tomó en volandas? Exacto.
-¿A dónde te crees que vas? Nena mala- me riñe como a una niña y no puedo evitar reír. Volvemos a la fila pero él no me baja.
-Hey, ¿No me vas a bajar?
-No. Podrías escapar otra vez si me distraigo.
-Prometo no escaparme- le digo.
-No te creo. Tú te quedarás ahí te guste o no- dice firme y con una sonrisa.
-Pero... Estoy pesada.
-Qué va. Si tú eres como una pluma.
Adelantamos un poco en la fila rumbo a la monstruosidad enorme que tiene preparada mi muerte.
-¿Podemos ir a tomar un helado y luego venimos?- me excuso.
-No será una excusa para no subirte a la Rueda de la Fortuna, ¿no?
-Es que... Tengo miedo a las alturas- miento. Bueno, tampoco es una mentira. Es una verdad a medias: No tengo miedo a las alturas, simplemente soy una cobarde.
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Las Cartas de "A"
Cerita Pendek¿Podrá Chloe descubrir al dueño de las cartas? Atención: ¡Cliché a la vista! ••• #105 en Historia Corta 29/05/16 #76 en Historia Corta 02/03/17 #41 en Historia Corta 31/03/17 ♥ ••• Está prohibida su copia o se...