(Erik): -Oh, perdone, no fue buena idea- Dejó el dinero sobre la mesa y se dirigió hacia la puerta, cuando iba a abrirla, una mano tocó su hombro.
-No te vayas-
Se quedó un momento quieto, una voz tan dulce salían de la boca de una muchacha, que le pedía que no se vaya, se dio vuelta, y ¡que chica!
(Erik): -¿Perdón?-
-No te vayas, Erik, no escapes como aquella vez, cuando viniste en tu auto y te fuiste, ¿qué buscabas?-
(Erik): -¿Quién eres?, ¿te conozco?-
-Era la dueña de este lugar, digamos, aunque, esto, es tan tuyo como mío-
(Erik): -Entonces tienes que ser...-
-Katherine, hola-
(Erik): -Si, eso mismo, Katherine-
(Katherine): -Mejor salimos de aquí, hay mucho de qué hablar-
(Erik): -Bueno-
(Katherine): -¿Vamos a la playa si?-
(Erik): -Como quieras-
(Katherine): -Espérame- Fue hasta el mostrador y habló con un hombre, y le dio un beso en los labios. -Vamos-
(Erik): -¿En mi auto?-
(Katherine): -Ok-
Subieron y no intercambiaron ninguna palabra en todo el camino.
Llegaron y pudieron ver cómo había una fiesta allí.
(Erik): -Que tranquilidad- Se rió.
Caminaron por la arena observando a la gente de la playa, de repente Erik dejó de caminar, miraba fijo, quieto.
(Katherine): -¿Estás bien? ¿Qué te pasa?-
Él no contestó, a lo lejos estaba Britchet, sentada en las piernas de otro hombre, el hombre agarró y la besó bruscamente, y Britchet no dejó de besarlo.
Erik caminó hacia ella, mientras Katherine iba detrás de él sin poder entender.
(Erik): -¿Así qué tu representante?-
(Britchet): -¡Erik!- se sorprendió –No es lo que parece-
(Erik): -¡Siempre dicen lo mismo!-
El hombre que estaba con ella dijo: -¿Qué te pasa con mi mujer?-
Erik se rió –Tu mujer- Agarró y lo golpeó y el hombre calló.
Katherine intentó sostener a Erik pero no podía, los chicos que estaban ahí, los separaron.
(Erik): -¡No vengas a buscarme Britchet!-
(Britchet): -Erik, no, no, espera-
Erik se fue, y detrás, Katherine.
Caminó por la arena hasta que quedó alejado de toda persona.
(Katherine): -Erik, ¿quieres ir a otra parte?-
(Erik): -No importa, aquí está bien- Y se sentó –Supongo que no entiendes nada, bueno, te explico, esa chica se hacía llamar mi novia, no hay más nada que decir ¿de qué quieres hablarme?-
(Katherine): -Bueno, era amiga de tu hermana, me llamo Katherine Louren, bueno yo era socia de tu hermana y el restaurante quedó en mis manos, hasta que apareciste-
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Casualidad o Destino
RomanceUn hombre que lo tiene todo, pero a la misma vez no tiene nada, tiene un cambio muy repentino en su vida, cambiando prácticamente completamente su forma de ver las cosas, de pensar y de actuar, todo se le escapa de las manos, hasta que se enamora, y...