Decadencia.

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Sabía que esa noche quizás no dormiría, la presión en mi pecho me había hecho saber que los recuerdos no se iban a ir tan pronto. Ese día todos me dijeron que me veía decaída y que la bolsas bajo mis ojos se habían hecho muy notorias, he de aceptar que el que te marcharas  me había destrozado. Recordé en esa noche, aquella ocasión en la que me dijiste que jamás debemos permitirnos depender de alguien, porque las personas no son eternas y siempre se van, porque las personas no son perfectas y el algún momento van a fallar y porque las personas prometen cosas que no cumplirán.

Esa noche no lloré, esa noche decidí no llorar en tu nombre, porque si me hubieses visto en aquel estado te habrías decepcionado de mi y no quería que me vieras miserable si volvías, tenía la esperanza de que volverías. 

Esas noches.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora