MY DEAREST //EDITADO//

CAPITULO 24

"- Oe mocoso, en qué diablos te metiste ahora?-" dijo una siniestra voz varonil...

Quién es este tipo?! Gritaban mentalmente todos.

El aparecido tenía el pelo marrón desordenado y los ojos rojos como los de Inori, llevaba una camisa de color gris oscuro, pantalón negro y zapatos. Además de esto, vestía una capa roja con la capucha, que normalmente se utiliza para mantener oculto su rostro. Su rostro denotaba una mirada seria, fue el turno del resto sentir un escalofrío por su espalda(Multimedia).

"- Ho...Hola Scrooge-" dijo temblorosamente el niño

El encapuchado miró a su alrededor, y luego fijo su vista en el niño "- Estoy de descanso por 6 meses, y mira con lo que me encuentro, Inori y Carol con bajo niveles mágicos, Lucy encerrada para recuperar su magia, y tú con niveles rojos de magia. Ahora sí que metiste la pata, Haru-"

"- Te juro que esta vez no es toda mi culpa-" dijo el niño con un hilo de voz

"- Oe tú, no te atrevas a hablarle a mi hijo de esa forma-" Scrooge lo miró fijo

"- ¿Tú eres el bastardo, no es así?-" dijo mientras daba un paso hacia el pelirosa mayor "- Años esperando ver tu rostro, ahora las vas a paga-"

"- ¡Cálmate idiota!-" dijo Carol mientras agarraba la muñeca del chico, "- No te metas en esos problemas, tenemos cosas más importantes, después si quieres lo golpeas, ahora no es el momento-"

"- Tsk... Qué quieren?-"

"- Uno, curar a la chica albina de por allá-" dijo Inori mientras señalaba a Lisanna "- Dos, instalar las alarmas alrededor de la isla-"

"- Molestas...-" Dijo mientras se acercaba a Carol y bajo la atónita mirada de todos, hizo el mismo acto que Lucy hizo con Gray, extrajo un Void desde el pecho de Carol... Natsu abrió los ojos, era el mismo que Lucy había usado para sanarlo el día que ella se descontroló y casi lo mata "- Tú grandulón-" dijo refiriéndose a Elfman "- Deja a la chica en el suelo-" el nombrado no supo que hacer, ese extraño no era de confiar.

"- Se llama Elfman, ¿cierto?-" le dijo Haru "- No se preocupe, Scrooge parece hostil, pero es mi guardián, así que por favor, deje a la chica en el suelo-" terminó diciendo con una sonrisa en el rostro. El aludido no pudo más que asentir y hacer lo que el niño le pedía. Al instante, él encapuchado se acercó a la chica, quien aunque sabía que algo bueno saldría de esto, tenía miedo. Sting a su vez miraba con temor, no le gustaba que la chica afrontara nuevamente algo sola, sin importarle nada, se acercó lo más que pudo a la chica, quedando a escasos pasos de ella.