"- ¡Wendy! Ven acá y usa Troia de la forma más potente que tengas, Happy adelántate a la estación de trenes y compra lo boletos-" La afirmación causo alegría en todo el gremio "- Voy a buscar a Lucy y a Haru, no volveré sin ellos-"
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"- Te faltan 60 más enano, así que deja de descansar y sigue-" Ordenaba burlonamente un rubio sin dejar de mirar al niño. Haru resopló por lo bajo, y sacando fuerzas de quizás donde, siguió con una serie interminable de abdominales.
Desde que habían llegado al gremio, Haru no le había cuestionado en nada a su madre. Recordaba los días en el barco, allí se percató que ella quería volver a Fairy Tail, y él quería ir, pero como el tonto pelirosa de su padre no se lo preguntó, decidieron volver a Sabertooth, de eso iban 3 días.
En esos 3 días había visto a su madre cabizbaja pero aún con ese brillo especial en sus ojos, le encantaba verla así, pero era mejor cuando el cabezota de su padre estaba cerca. Bufó ante este recuerdo, aunque le doliera aceptarlo, a su madre y a él mismo le hacían falta ese hombre... lo extrañaba.
"- Deja de bufar y concéntrate enano-"
Y estaba Sting, quien no tardó en regañarlo por haberse involucrado en la absorción de los cristales. Aunque su madre no lo reprendió en absoluto, Sting no lo dejo pasar y desde que estaba en el gremio no le daba respiro, había triplicado su entrenamiento, ahora era infernal. Aunque, no lo iba a aceptar frente a Sting, le agradaba que aumentaran su entrenamiento, salvo por un detalle, le costaba en demasía entrenar para ser un dragon Slayer de la luz cuando realmente era una dragon Slayer del fuego, casi parecía antinatural hacerle aquello. Volvió a soltar otro bufido inconscientemente.
"- Si tanto te gusta bufar Haru, entonces tendremos una hora más de tortura-" Dijo sin compasión Sting logrando que el niño se congelara por segundos para luego seguir con sus ejercicios. El rubio sonrió, aunque a sus adentros estaba acongojado, sabía lo que venía, Haru y Lucy se irían, aceptaba que Natsu se estaba demorando, pero con lo lento que era para pensar no le extrañaba. Iba a echar de menos al enano que quería como su sobrino, y a esto se le sumaba un ligero detalle, que a fin de cuentas y aunque lo negase, era un gran detalle, no tenía idea donde se encontraba Lissana. Al llegar al puerto, entre tanto caos, la perdió de vista, y su olfato no pudo seguirla pues la mezcla de olores lo cegaba. Suspiró, quería encontrarla...
"- Está bien enano, vamos a comer algo al gremio-" Expresó con voz apacible el mayor, logrando que Haru saltara de la emoción y corriera como loco hacia el gremio. Sting rio ante el actuar del niño, y antes de darle alcance levanto su rostro, e inhaló llenando de aire sus fosas nasales y sus pulmones, sonrió sin demoras "Así que estás por llegar..."
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"- Deja de suspirar Lucy-" Mencionó con dulce voz una chica llamando la atención de la nombrada, se encontraban en su gremio, Sabertooth, en uno de los tantos mesones que había para su disposición.
La rubia volvió a suspirar "- Neee Yukino, ¿Tú crees que estoy pidiendo demasiado?-" Dijo con un puchero en el rostro.
"- Nunca es demasiado, y esto me demuestra lo tonto que es-" Añadió Yukino mientras tomaba asiento junto a la Lucy.
"- No lo habré escuchado decir eso...-"
La peliblanca rio ante el comentario de la chica "- Y te burlabas de mí cuando andaba como adolescente suspirando por Rogue, y pasándome películas con las cosas que él decía, ¿o no?-" La rubia no pudo evitar sonreír ante el recuerdo de Yukino dando vueltas alrededor de Rogue "- Deja de suspirar mujer, me desesperas-"
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MY DEAREST //EDITADO//
FanfictionSer víctima de un engaño, ser pisoteada y humillada, con un niño en el vientre, es más que un desafío, pero Lucy supo enfrentarlo, seis años más tarde es hora de mostrar que nadie podrá contra ella, pero el poder tiene su costo, ella lo sabe, su hij...