Historial clínico

De como entrar a tu vida

Kise era de aquellos niños mimados que cuando se proponía algo lo cumplía.
Y él le había prometido al chico del lado que lo llevaría a dar una vuelta fuera de aquel lugar.
Solo que era complicado, si Yukio se enfermaba, probablemente no lo contaría.

Así que tenía que planear todo minuciosamente, nada podía salir mal, así que mientras esperaba la diálisis, comenzó a ver detalles, hora y fecha de la cita, porque era una cita ¿no? Pensaba sonrojado, rebuscando en sus pensamientos lo necesario para que nada pudiera salir mal.

Tenia un cuadernillo en donde iba anotando cada cosa que pasaba por su mente, como llevar una frazada y una botella de agua hervida, almohadas para que Kasamatsu no pudiera lastimarse con nada y claro, comida para nutrirlo.

Mientras el planeaba cada detalle en espera de la primavera, también acompañaba al de ojos celestes todas las tardes, lo observaba mientras leía o juntos tarareaban alguna canción. A veces, cuando le tocaba diálisis, llegaba un poco tarde y se dormía en el futon, y aunque Kasamatsu le decía que no había necesidad de que él fuera todos los días, ambos sabían que no dejaría de asistir a aquella cita diaria, la cual le gustaba ambos, aunque varias veces Yukio lo hacia callar con molestia diciéndole que era demasiado ruidoso o cosas por el estilo. Aun así la alegría del otro le agradaba, así olvidaba que podía deprimirse, y esperaba ansioso que el menor pudiera cumplir su promesa, no necesitaba nada más que esa salida para poder entregarse tranquilo a todo lo que sabía que no podía evitar. No le temía a la muerte, eso era un hecho.

Kise ya tenia todo planeado, la cita sería a fines de Marzo, cuando el no tuviera diálisis y la primavera comenzara a llegar, así verían los cerezos y podrían respirar el aire un poco más limpio de esa fecha. Comerían sándwiches de ave con tomate que su madre, cumpliendo su capricho llevaría al hospital junto con cartones de jugo que los refrescarían.
No podía esperar más de un mes, emocionado saltaba para todos lados, intentando calmarse y a ratos y escuchando las quejas de momoi san que le decía que se presionaba demasiado y que no lograba concentrarse en nada. Que Yukio era débil y podía estar enfermo para esa fecha y cosas así que solo lograban frustrar al rubio. Quien solo rogaba fuertemente porque todo saliera bien.

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20 de Febrero

A Tatsuya no le costó nada llegar a la casa del más alto, así que con calma llamó a la puerta y espero a que el perezoso gigante abriera.

Llevaban varios días juntándose a ver películas que la televisión transmitía, a Tatsuya le gustaba porque no debía preguntar nada, no debía decirle a Atsushi que en verdad apenas si veía la televisión y que a él le veía con dificultad. No era de quienes ventilan sus problemas, por el contrario, siempre intentó fingir que su vista era perfecta y por ello su hermano menor le trataba como una persona normal, lo cual le ayudaba aun más a hacer su vida. Iba al colegio y escuchaba con atención, le pedía ayuda a su compañero  de asiento cuando algo de la pizarra no era mencionado en voz alta, sus compañeros eran atentos con él y eso era de seguro una ventaja.

Todo eso pensaba mientras, en silencio, veían una nueva película en la televisión. Murasakibara comía dulces atento, esperando el clímax de la película.

Himuro no le diría que estaba enfermo, no le hablaría de que algún tipo de cancer se alojaba en su cerebro, no le contaría que no podía definir correctamente su rostro, no se sinceraría diciendole que quizás no podría asistir más a sus citas y jamás de los jamases le contaría que de él se estaba enamorando.

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Han pasado dos años y medio! Dios, lo siento, me pasó de todo, de hecho fue un comentario el que me hizo decir "Dios! Ese fic" y lo releí, me gustó y... ESTOY DE VUELTA NENES!