Traidora ―Adrien Agreste/Chat Noir y tú―

Capítulo 1.

[Pd: Lamento mucho si este capítulo no cumple las expectativas que algunas tenías, repito: es la primera historia que escribo, así que les pido que no esperen demasiado de mi parte]

Él trato.

Los pasos de la chica sonaban en seco a través de la cerámica. Pasó delicadamente su mano por su cara intentando secar sus lágrimas.

"Débil, eres una persona débil _____. Jamás serás fuerte si te sigues dejando pisotear por los demás."  Recordó las palabras de su madre hiriéndola más.

Deseó no existir. Deseó ver como seria la vida sin ella.

Suspiró derrotada. Al parecer hasta su subconsciente la odia. Entró a su habitación, se sentó en el piso contra la puerta  y escondió su rostro entre sus rodillas. Dejaría salir todo aquel sentimiento que estaba conteniendo desde la mañana.

— ¿Quieres ser fuerte? —Habló una voz masculina sacándola de sus pensamientos y parando sus sollozos de manera brusca —

Levantó la mirada confundida, no conocía esa voz y dudaba mucho que sus padres dejasen que un completo desconocido entrase a su cuarto. Buscó con la mirada una persona pero no halló alguna.

— ¿Qui-quién eres? —Preguntó temblorosa, la voz era lo suficientemente grave, sin añadir su inexistente presencia, para intimidarla—

Recordó las palabras que los demás le gritaban débil, cobarde, miedosa, ilusa y concordó con ellas. Eso es lo que era y por más que intentase cambiar no lo lograba.

— Es de mala educación responder una pregunta con otra, _____ —Habló nuevamente la dichosa voz sin cambiar su tonalidad neutra —

Calló sin saber que responder, pero luego su boca se abrió de la impresión y se dio cuenta de dos cosas.

— ¿Cómo sabes mi nombre? —Pregunto abriendo los ojos como platos sorprendida, no se esperaba eso—

¡Además lo único que veo en este momento es una mariposa! Pensó observando a susodicho insecto expectante. Dudó de su cordura unos segundos.

Escuchó una risa un tanto sarcástica y un bufido de otra persona... esperen un segundo... ¿¡2 personas en su cuarto!?

Se levantó rápidamente y observó a su alrededor angustiada. Nada de lo que le estaba ocurriendo hoy le parecía normal.

— ¿Tienes miedo? —Preguntó la voz volviendo a ser neutra, vaya como las cosas cambian de un momento a otro—

— Y-yo... —Contestó inmediatamente un tanto nerviosa, tenía 2 opciones hacerse la valiente o mostrarse vulnerable — ...

Por suerte la voz no dejaría que perdiera mucho tiempo carcomiendo su cabeza.

—  No te haré daño, _____. Después de todo te vengo a proponer un trato —La mariposa se posó sobre su mano, calmando un poco -solo un poco- a la pelinegra que sentía que su corazón se le iba a salir del pecho—

— Un... ¿trato? —Habló extrañada, nadie querría hacer un trato con ella después de todo, según sus palabras, no sería de mucha ayuda—

— Sí, un trato. He visto a través de tu alma y he descubierto que eres mas fuerte de lo que piensas —Mintió, no era tan necesaria para el plan que tenía en mente, pero siendo tan "frágil" le sería más fácil de controlar su cuerpo—  Y respondiendo a tu pregunta, sé tu nombre porque te he estado siguiendo hace unos días para asegurarme de que estoy en lo correcto.