"Yo Estoy Aquí, Ya No Mires Atrás"

"Resurrección"

Después de esa noticia, ese día... No volvió a ser lo mismo... Las semanas pasaban... Y yo... Dejé de querer progresar... De toda mi familia.. Yo... Solo yo, había sobrevivido... Y lo peor, no los recordaba, no recordaba la familia que me lo había dado todo... Me siento la peor persona del universo... Yo, yo no quiero, no merezco estar viva, no tengo a nadie, ni siquiera a mi misma... Ojalá nunca hubiera despertado... Quisiera, compartir la tumba con ellos.

Narrador Externo:

Jane se encontraba mirando el atardecer de la habitación mientras sentía como se desgastaba lo que quedaba de su ser... Mirando abajo pudo distinguir a un niño sentado en uno de los bancos... Era uno de los niños huérfanos del hospital, estaba cantando una canción con las finas notas de su delicada voz produciendo una hermosa melodía acapela. Jane se distrajo por el singular sonido mientras miraba al pequeño intérprete cantarle a la luz del atardecer, esa simple y preciosa melodía logro arrullar por momentos el alma decaída de Jane. Mientras escuchaba, una voz masculina se le unió al pequeño, un chico se sentó a su lado, estaba vendado por partes en su cuerpo y estaba en batas del hospital y con un pantalón azul de cuadros de pijama... Los dos se quedaron allí y le cantaban las hermosas notas de Amazing Grace a la luz que pacientemente se desvanecía con la puesta de sol dorada.

Jane por primera vez desde que despertó sonrío mientras veía la escena... Y un vago pensamiento le comunico una voz que le dijo "¡No mueras Jane, yo voy a esperarte!".

Jane se exaltó, busco alrededor buscando al usuario de la voz, pero no lo halló, había sido un mero pensamiento... ¿Fue un recuerdo? ¿quién era?

---------Horas Después------------

Narrador Portagonico: Jane.

Eran eso de las 10:06 p.m. ... Estaba recostada sin hacer nada, de repente la puerta se abrió dejando entrar a un pequeño niño de cabello marrón algo largo y ojos verdes azulados, era aquel niño de la puesta de sol.

"Hola" dijo algo tímido parado en la puerta, tenia consigo un oso de peluche blanco, con una media mancha en el rostro y una cinta azul entrelazada en el cuello, mientras el pequeño abrazaba ese juguete me miraba para luego bajar su inocente mirada.

"Hola... ¿Que sucede pequeño?" le dije con una suave voz y mirada de ternura, de alguna manera sentía admiración por esa criatura que ni siquiera conocía.

"Y-Yo... ¿Puedo quedarme aquí con usted?" dijo tímidamente el niño, quien abrazaba a su oso como su único consuelo en ese momento, con los ánimos avergonzados casi en el suelo y con la mirada cristalizada, al parecer había llorado.

"Claro que sí, ven, ¿no puedes dormir? "dije haciendo un espacio en mi camilla para que se acostara conmigo. El sin ninguna duda corrió hacia la camilla y con algo de esfuerzo por culpa de su estatura logro subir. Se sentó a mi lado y yo cubrí sus pálidos pies con la manta mientras notaba como aun parecía sentir algo de verguenza.

"¿Qué tienes? ¿Por que no levantas esa mirada tan hermosa que tienes?" le dije cariñosamente con una sonrisa pequeña.

"Es que tuve una pesadilla... Y estoy solo" me respondió triste al levantar sus ojos llorosos para encontrar mi mirada con la suya.

"¿Sólo? ¿Tus padres no están?" le pregunté extrañada.

"No... Nunca los conocí" sollozó para no aguantar mas y dejar caer finos trazos de lágrimas, con un impulso fuerte y una inmensa tristeza me abrazó. Yo me sorprendí y lo miré, qué gracioso, me estaba lastimando, pero, no dolía en lo absoluto.

Narrador secundario: Dra Ana.

Estaba en la estación de enfermería haciendo apuntes, cuando veo pasar una enfermera de pediatría como si estuviera buscando algo, se veía algo desesperada.

"Hey, ¿sucede algo?" le dije llamando su atención.

"Sí, un niño de entre los huérfanos ha desaparecido... Y a ese hay que vigilarlo" dice la enfermera algo alarmada en voz baja.

"¿Ese niño? Oh, cálmate, no debió de haber ido lejos, te ayudaré a buscar" dije levantándome y dejando lo que hacia.

Busque en la cafetería y en la entrada, en los bancos y en los pisos, pero no lo encontraban ninguna de nosotras... Fue entonces cuando decidí ir a ver si estaba en alguna de las habitaciones... Miré el reloj, era tarde, 12:00 am y aun no aparecía.

Pero justo cuando caminaba por las habitaciones vi una puerta que estaba abierta por unos centímetros, fui a ver, era las habitación de Jane... Al entrar vi al pequeño niño acurrucado en el regazo vendado de la chica, que sorpresa.

Me acerqué en silencio, se veían muy unidos, era sin duda un cuadro hermoso.

Mientras miraba con una pasiva emoción una de las enfermeras que buscaba entro y vio al niño. "Oh ¡gracias al cielo!" exclamó en voz baja con alivio, se acercó para llevarse al niño, pero al ver el rostro durmiente del pequeño vaciló para despertarlo, entonces le dije que lo dejara dormir allí, que no había problema, y así fue.

Narrador Protagonico: Jane.

------Al día siguiente-----

Desperté y el niño estaba a aun durmiendo en mi regazo, sonreí y lo abracé, acaricie su suave cabello, no podía evitarlo, era tan hermoso el sentimiento de querer brindarle de mi escaso calor a esa pequeña alma, era casi un sueño, se podría decir que el resucitó mi ser anónimamente, es increíble, pues aun no sabia su nombre ni nada de el...

Al rato el niño despertó y me miró, sin soltarme aun me dio una delicada sonrisa.

"¿Dormiste bien?" le pregunté, se veía feliz.

"Sí, ¡no tuve más pesadillas!" me dijo contento.

"Que bueno, pequeño..." le dije acariciando nuevamente su cabeza.

"Creo... Que fue por usted... ¿Le importaría si.... Me quedo a partir de ahora con usted? L-Las pesadillas me asustan mucho." dijo mientras sentía como intentaba abrazarme mas fuerte y oculto su pequeño rostro en mi pecho, estaba asustado.

"Esta bien, después de todo, ahora eres mi única compañía" le dije.

"¡¿Enserio?! ¡Gracias!" dijo emocionado con una sonrisa en su rostro abrazándome más.

"Oye tranquilo... ¡Vas a lastimarme!" dije riendo en forma de deliberada.

"¿Lastimarle?" dijo algo confundido.

"Así es, tengo mi cuerpo vendado, con heridas y quemaduras" le dije, no se si debía decirle eso...

"¿Que le paso?" Preguntó con una actitud pasiva.

"Tuve un accidente, es todo, estoy bien" le dije con voz sumisa aun abrasandolo.

"Ah, entiendo.... Espero que mejore" dijo con una sonrisa.

"Gracias, espero que pronto puedas irte también" dije. El niño bajo la mirada, por alguna razón la tristeza que tenia antes volvió extrañamente.

"Sabe... Las enfermeras dicen que sonría mas por que no me queda mucho tiempo... Dicen que llegará un momento en el que me dormiré tranquilo y nunca despertaré, y eso es lo que sueño en mis pesadillas... Y... Quisiera poder tener a alguien a mi lado en ese tiempo..." decía con nostalgia... Yo me sorprendí mucho, nunca había escuchado un llanto solitario de ayuda tan claro en mi vida, este pequeño esta buscando quien le brinde calor humano a su pequeña alma envuelta en un frío de soledad....

Es como yo... La diferencia es que el sí buscaba ayuda, yo... Fui la tonta que nunca lo intentó.