-Cariño, no debes comer mejillones con las manos. No está bien.
Spencer Hastings miró a través de la mesa a su madre, Verónica, que nerviosamente deslizaba sus manos a través de su perfectamente destacado cabello rubio cenizo. -Lo siento -dijo Spencer, tomando el ridículamente pequeño tenedor para comer mejillones.
-Realmente no creo que Melissa deba estar viviendo en la casa de la ciudad con todo ese polvo. -La Sra. Hastings dijo a su esposo, ignorando la disculpa de Spencer.
Peter Hastings rodó su cuello. Cuando él no estaba ejerciendo la abogacía, estaba montando bicicleta furiosamente en todos los caminos de Rosewood con apretadas y coloridas camisetas y pantalones, agitando el puño al pasar a los autos. Todo ese ciclismo le daba un dolor crónico en sus hombros.
-¡Todo ese martilleo! No sé cómo ella consiguió terminar sus estudios - continuó la Sra. Hastings.
Spencer y sus padres estaban sentados en el Moshulu, un restaurante a bordo de un barco en el puerto de Filadelfia, esperando para que la hermana de Spencer, Melissa, los encontrara para cenar. Era una gran cena de celebración porque Melissa se había graduado de la licenciatura en U Penn un año antes y había entrado en la Escuela de Negocios Penn Wharton. La casa del centro de la ciudad de Filadelfia estaba siendo reformada como un regalo de sus padres para Melissa.
En sólo dos días, Spencer estaría empezando su tercer año en Rosewood y tendría que entregarse al calendario del año lleno: cinco AP's (Advanced Placement.), capacitación en liderazgo, campaña de organización de caridad, la edición del anuario, audiciones de drama, practicas de hockey, y enviar solicitudes lo antes posible para el programa de verano, ya que todos sabían que la mejor manera de lograr entrar en Iv (Ivy League o liga de la Hiedra.) era entrar en uno de sus campamentos de verano pre-College. Pero había una cosa que Spencer había esperado este año: mudarse al granero remodelado que estaba en la parte trasera de la propiedad de su familia. Conforme con sus padres, este era el camino perfecto para prepararla para el College -¡Solo mira cómo había funcionado con Melissa! Decían. Pero Spencer estaba feliz de seguir los pasos de su hermana en este caso, ya que ellos la condujeron a la tranquila y luminosa casa de huéspedes donde Spencer escaparía de sus padres y sus constantes ladridos de labradoodles.
Las hermanas tenían una tranquila y larga rivalidad en la que Spencer había perdido siempre: Spencer había ganado el Premio Presidencial al Estado Físico cuatro veces en la primaria; Melissa lo había ganado cinco. Spencer obtuvo el segundo lugar en el concurso de geografía del séptimo grado, Melissa obtuvo el primero. Spencer estaba en el comité del anuario, en todas las obras de la escuela, y estaba tomando cinco clases AP este año; Melissa había hecho todas estas cosas en su tercer año además de trabajar en la granja de caballos de su madre y entrenaba para la maratón de Filadelfia por la investigación de la leucemia. No importaba cuan altos eran los GPA (Grade Point Average) de Spencer o cuantas actividades extra-curriculares ella pusiera en su horario, nunca estaría cerca del nivel de perfección de Melissa.
Spencer tomó otro mejillón con sus dedos y lo metió en su boca. Su papá amaba ese restaurante, con esos oscuros revestimientos de manera, gruesos tapetes orientales, y el embriagador olor de mantequilla, vino tinto, y aire salado. Sentados entre mástiles y velas, se sentía como si pudieras saltar sobre la borda hacía el puerto. Spencer miró hacia la Rivera Schuylkill al gran burbujeante acuario en Camden, Nueva Jersey. Un barco enorme de fiesta decorado con luces navideñas flotaba junto a ello. Alguien disparó juegos artificiales amarillos frente a la cubierta. Ese bote estaba teniendo más diversión del que el de ello estaba teniendo.
-¿Cuál es el nombre del amigo de Melissa? -su madre murmuró.
-Creo que es Wren -Spencer dijo. En su cabeza, ella añadió, al igual que las aves flacas.