Imagínate que estamos un par de años atrás, el verano entre séptimo y octavo
grado. Tu estas broceada de tanto estar recostada junto a tu piscina rodeada de
piedras, tienes tu nuevo conjunto Juicy (¿recuerdas cuando todo el mundo
llevaba esos?), y tu mente estaba con tu enamorado, el chico que va a la secundaria
en otra escuela cuyo nombre no mencionamos y usa arrugados pantalones
Abercrombie en el centro comercial. Tú estás comiendo tus Cocoa Krispies, así
como te gustan - bañados en leche descremada - y ves a la cara de esta chica en el
lado del cartón de leche. PERDIDA. Ella es linda - probablemente más linda que tú
- y tiene un aspecto agresivo en sus ojos. Piensas, - Hmm, tal vez a ella le gustan sus
Cocoa Krispies empapados también. Y apuesto a que ella piensa que el chico
Abercrombie es caliente también. Te preguntas cómo alguien tan...así, tan
parecido a ti desapareció. Tú pensabas que sólo las niñas que entraban en
concursos de belleza terminaban en los lados de los cartones de leche.Bueno, piénsalo de nuevo.
Aria Montgomery enterró su cara en el césped de su mejor amiga Alison
DiLaurentis. -Delicioso, -murmuró.-¿Estas oliendo la hierba? -Emily Fields llamó desde detrás de ella, empujando
la puerta del carro Volvo de su mamá, cerrándola con el brazo largo y pecoso.-Huele bien. -Aria apartó el pelo de color rosa a rayas y aspiró el aire caliente
del final de la tarde. -Al igual que el verano.Emily se despidió diciendo adiós a su mamá y se detuvo a subir el jeans azul que
colgaba de sus delgadas caderas. Emily había sido una nadadora competitiva,
desde la liga Ranilla, e incluso a pesar que ella se veía genial en un Speedo, nunca llevaba nada ajustado o remotamente lindo como el resto de las niñas de su clase
de séptimo grado. Eso era porque los padres de Emily insistían en que un carácter
bien construido se lograba de dentro hacia fuera. (Aunque Emily estaba bastante
segura de que ser obligada a ocultar sus pequeñas camisetas de "Las chicas
irlandesas lo hacen mejor" en la parte de atrás de su cajón de ropa interior no era
exactamente ganancia de carácter).-¡Ustedes! -Alison hizo una pirueta a través del patio delantero. Su pelo aún en
una cola de caballo desordenada, y ella seguía vistiendo su falda de hockey
enrollada hacia arriba del equipo de Hockey después de la fiesta de fin-de-año-esa
tarde. Alison era la única de séptimo grado que había conseguido entrar al equipo
de Junior varsity y llegaba a casa con los aventones que le daban las chicas mayores de la escuela de niñas Rosewood Day, que criticaban a Jay-Z por cherokees y quienes
rociaban a Alison con perfume antes de bajarse en el frente para que no oliera a los
cigarrillos que todas habían estado fumando.-¿De qué me estoy perdiendo? -llamo Spencer Hastings, deslizándose a través
de una brecha en el cerco de Ali para unirse a las demás. Spencer vivía al lado.
Pasó su larga cola de caballo, lisa y rubio-oscura por encima del hombro y tomó un
trago de su botella morada Nalgene. Spencer no había logrado entrar al JV con Ali
en el otoño, y tuvo que jugar en el equipo de séptimo grado. Ella había estado
metida en el hockey de campo por un año para perfeccionar su juego, y las chicas
sabían que había estado practicando bateos en el patio trasero antes de que llegara.
Spencer odiaba cuando alguien era mejor que ella en cualquier cosa. Especialmente
Alison.-¡Espérenme!
Ellas se volvieron para ver a Hanna Marin saliendo del Mercedes de su mamá. Ella
tropezó con su bolso de mano y agitó sus brazos regordetes salvajemente. Desde
que los padres de Hanna se habían divorciado el año pasado, ella había estado
ganando peso y usando su ropa vieja. A pesar de que Ali rodó los ojos, el resto de
las chicas pretendieron no notarlo.