Psiquicamente Juana

Destinos cruzados virtualmente

¡Juana, Juana, Juana!!! La puta madre, háblame, por favor. ¡Háblame!!!

Juana, muchacha precoz. Dieciocho años. Altura y peso acordes a los de una modelo...aunque su sueño era dedicarse a la medicina, a la rama de la cirugía pediátrica, para ser más exacto. Podía tener a quien quisiera atrás suyo, era una adolescente totalmente hermosa. Sus ojos verdes eran profundos y decían mucho más que su perfecta dialéctica; su piel era blanca como la cocaína misma, combinaba con su larga cabellera dorada y con sus labios color rojo pasión. Era la impecable creación de sus progenitores, superficialmente hablando. Aun así, sin más, prefería pasar sus días leyendo, pintando, escuchando música o simplemente gozar de la soledad en su habitación. A pesar de su corta edad, no quería nadar entre las aguas de ningún tipo de amorío, no quería responsabilidades amorosas, sabía perfectamente que tres años atrás había perdido una de las apuestas sentimentales más cruciales de su vida, lo recordaba esporádicamente y le dolía desde el centro de su fuero interno...

Era un martes frio de julio por la noche cuando Juana se encontraba aburrida navegando en Internet, mientras, a la vez, escuchaba el álbum American Idiot de la banda estadounidense Green Day. El aburrimiento la abrumaba más de la cuenta; en esa época, todos los días y todas las noches eran más de lo mismo: música y redes sociales. Quería algo o a alguien que la sacara de ese maldito estado de sopor, lo deseaba con todas sus fuerzas. En un momento dado fue a la cocina en busca de algo para beber porque su sed no la dejaba en paz. Una taza de café caliente estará bien. Cuando regresó se encontró con una solicitud de amistad de un muchacho, miró las pocas fotografías que no tenían privacidad y luego, al cabo de unos minutos, este se convirtió en un integrante más de su lista de amigos de Facebook.

-Hola, todo bien? Gracias por aceptar... Me llamo Marcos.

-Hey, hola. Ja, ya sé que te llamas Marcos, lo dice tu perfil.

-Y bueno jaja. Que tal todo?

-Todo más que bien, un poco aburrida, pero bien.

-De donde sos?

-De Quilmes. Vos?

-De Venezuela...

-Pff, lejísimos.

-Sí, pero estoy viviendo aquí en Buenos Aires hace casi dos años. Vine a estudiar abogacía.

-Interesante.

-Estresante.

-Jaja. Pero te debe gustar supongo, no?

-Sí, eso dalo por hecho. Vos a que te dedicas?

-Yo estoy terminando el secundario...

-Ahh, vivís con tus padres aun?

-Lamentablemente.

-Lamentablemente?

-Sí. Los amo, son buenos mis viejos. Pero yo estoy en otra cosa, desearía vivir sola.

-Jaja, tranquila, tiempo al tiempo. Cuantos años tenes?

-18. Y vos?

-24. Estoy viejito...

-Naaa, son solo números.

-Si vos decís...

-Sisi, yo digo.