Estoy tan emocionada que no se por dónde comenzar. Hace unos días comencé a charlar por Facebook con un muchacho que se llama Marcos, tiene veinticuatro años, es venezolano y vino a Buenos Aires a estudiar abogacía. Desde el monitor que me mostraba fotografías tenía una intuición, sentía esas famosas mariposas dando vueltas en mi estomago. Y, para ser un poco superficial, lo que veía en sus fotos me gustaba, mucho. Antes de que me hablara estaba navegando por Internet en busca de algo que me hiciera sentir bien, estaba un poco triste, y esa tristeza se debía a Agustín.
Agustín es un chico del cual estaba enamorada, muy enamorada. Vamos al mismo colegio pero él nada sabe de mi existencia. Me la pasaba mirándolo en los recreos, en la fila para irnos a nuestras casas, hasta le decía a Marina que investigara datos importantes, como si tenía novia, qué hacia en sus ratos libres, qué cosas le gustaban. Marina siempre me instaba a hablarle, pero yo, reina de la timidez, me negaba a hacerlo. Era obvio que no le iba a dar bola a alguien como yo, es verdaderamente lindo, somos polos opuestos en cuanto a belleza. ¿Como un chico tan lindo le iba prestar atención a un ser como yo? Pff, por favor, que alguien me devuelva la cordura. La verdad verdadera es que Agustín me sacó varios dolores de cabeza, noches de llantos, me mató los días con su indiferencia. Dos años enteros admirando e idolatrando a una persona que en su puta vida supo nada de mí, eso sí es doloroso. Porque una cosa es que sepan de tu existencia y te ignoren, y otra cosa es que no sepan nada de vos, que te hagan sentir que sos un ser insignificante al cual nadie ve. Pero ahora está Marcos y pareciera que haber aguantado tanta tristeza valió la pena, sin esperarlo llego él con su acento y con su caballerosidad. Quiero entregarme a su santa devoción, quiero ser suya, quiero pasar mis días junto a él. Por primera vez en mi vida me miro al espejo y me siento un poco más linda, sé que le gusto, sino no me hubiera tratado tan bien en esa hermosa cita. Me había olvidado de explayarme en eso, en la cita. Por el chat de Facebook acordamos vernos en Quilmes centro, y para ser sincera, fue la cita que jamás olvidaré, la cita con el hombre que me dio mi primer beso. Es por eso que le voy a ser lo más sincera posible y le voy a demostrar que en verdad me importa, que en verdad deseo tenerlo a mi lado. Siempre fui una mina de estar en la suya, sin molestar a nadie, pero ahora ya no quiero caminar más por el lado de la soledad, quiero que Marcos tome mi mano una y otra vez hasta sentir que somos uno solo. Si esto es un sueño, no quiero despertarme nunca, y si es la vida real, rezo para que sea eterno.
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Psiquicamente Juana
Mistero / ThrillerJuana vive perdida en su mundo, en un mundo solitario. Sin embargo, su vida cambia completamente cuando decide llevar a cabo una de las decisiones más cruciales de su vida. Allí conoce a un grupo de personas diagnosticadas según el DSM (Manual diagn...