ESTÚPIDO JONH (COMPLETA)

Capítulo 8

DANIEL:

Tenía que ser una broma de este chico, esta no es la casa, está loco. Pero hay mucha gente aquí, es obvio que jamás se equivocó, es la casa de la zorra pelos de elote, piernas flacas y cuerpo de cirugías. Hoy no es mi día, Jonh insultándome y haciéndome sentir mal como siempre y ahora aguantar a Melissa toda la noche y más insultos que me hieren, espero no encontrármela.

- Vamos ballena, es su casa ¿qué te sucede? ¿Ya no puedes pensar con tanta imperfección por todos lados? Es obvio que te la vas a topar y prepárate. - mi subconsciente habló.

Bajamos del auto y empezamos a caminar a donde estaba la fiesta, entramos a la casa, había demasiada gente y no se podía caminar ni respirar como quería y debía, Anabelle tiene cara de estar feliz por lo que veo no se arrepiente de haber venido, ella es más social y aventada por lo que la palabra "difícil" en su vocabulario no existe. Empezó a bailar y entablar una conversación con un chico desconocido. Perdí de vista al bruto de Jonh y no sé si Alfonso, Josué y Tomas ya llegaron. Me muevo sigilosamente entre toda la gente para entrar a la cocina por una botella de agua y me encuentro con un grupo de chicas y chicos jugando con ¿alcohol? A "Yo nunca nunca" me di la vuelta dispuesta a aguantarme la sed, pero cuando iba a cruzar la puerta alguien habló:

- Miren a quien tenemos aquí, la chica solitaria de la escuela y ahora de la fiesta. - rieron como si hubiera sido un chiste y yo hice cara como si estuviera comiendo limón. - Vamos a jugar Dani-Dani. - posó su brazo por mi hombro y me dirigió hacia donde estaban sus amigos. - Ya sabes cómo se juega esto ¿verdad? - sentía miedo porque por un momento pensé que me harían algo y después de unos largos segundos contesté:

- S-sí. - dije con voz cortada.

- Bien, empecemos... Yo nunca nunca yo nunca desee a alguien de esta habitación. - vamos chicos ¿en serio? Todos tomaron a excepción mía.

- Yo nunca nunca anduve desnudo en mi casa cuando no había nadie. - habló una chica. Todos tomamos y el alcohol quemaba mi garganta, quería vomitar, era la primera vez que tomaba alcohol.

Pasó una hora y ya había terminado el juego era la única consciente ya que todos estaban hasta los huesos de borrachos y también la única que no había tenido relaciones, mucho menos besado a alguien de su mismo sexo y todas esas cosas que dijeron, sabía que no se acordarían para cuando estuvieran mucho mejor, así que no me preocupé en ser honesta.

Salí de la cocina en busca de mi mejor amiga no sin antes ir por la botella de agua para quitarme el mal sabor que me dejó lo que había tomado antes.

- ¿Qué haces aquí gorda sin gracia? - sabía quién era, Melissa y me volteé para contestarle.

- Lo mismo que tú idiota, divirtiéndome. - hablé con amargura.

En realidad, no me estaba divirtiendo y no sabía que decirle, no iba a darle el gusto de que me molestara.

- Sabes que estás en mí casa y de un chasquido puedo sacarte a patadas de aquí. - contestó enojada.

- Puedes hacerlo preciosa, he ido a mejores fiestas que esta, y esta... - señaló alrededor de nosotras. - Es a la peor que he asistido. - hice cara de asco, sonreí y me di la vuelta para seguir caminando.

Jonh venía así que me detuve.

- Jonh, amor - se restregaba en él como la fácil que es. Sólo podía mirarlo con desprecio.

- ¡Hey Daniel! - se escuchó un grito a lado de mí.

- ¡Tomas! - me acerqué a él y lo abracé por enojo.

- ¡¿Cómo te estas pasando?! - grito en mi oído gracias a lo alto que estaba la música.

- ¡Mal, ¿me acompañas a tomar aire?! - pregunté, haciendo cara de perrito triste.

- ¡Claro, vamos!

Íbamos saliendo al patio trasero, pero me detuve al ver a mi amiga que estaba con Josué bailando y tomando lo que sea que haya en su vaso. Aunque estaba lleno pudimos encontrar un lugar tranquilo para relajarme.

- ¿Por qué te la estas pasando mal? - preguntó y no me dio tiempo para sentarme en el pasto.

- Em... Pues... Melissa y yo no nos llevamos tan bien así que arruinó su propia fiesta. - reímos y nos sentamos.

Tomas es alto, güero, de ojos verdes aceitunados, labios medianos y con cuerpo formado, lo que las demás chicas buscaban para tener una aventura o relación.

- Entiendo, ella a veces... (siempre) - tosió y rió. - Es muy insoportable, piensa que vale más que las demás chicas y las hace sufrir de cualquier modo. - Respondió y su mirada siempre fue abajo jugando con el pasto.

- Sí, wow, es la segunda persona que me dice eso de ella sin contarme, claro. - levanté mi mirada y el me veía con una sonrisa.

- ¿Quién es la primera persona?

- Mi mejor amiga. - nos reímos como si huera contado un chiste.

- ¿Por qué no lo pensé antes? Es obvio ¿no? Por eso son amigas - con este chico siempre reía.

- Siempre dice cosas hirientes a cerca de mi físico y entre muchas otras de mí personalidad, siempre trato de no hacerle caso, de no derrumbarme delante de las demás personas y de ella porque eso les da a mostrar cual puede ser mi punto débil. - las lágrimas ya habían salido de mis ojos.

- Te admiró tanto por aguantarla y aguantar a los demás, ojalá hubiese más chicas como tú, sólo nos hemos visto dos veces y desde ahora te digo que puedes contar conmigo, ya sabes, cuando quieras cometer un asesinato o cualquier otra cosa que necesites puedo ayudarte. - sus dedos quitaban y secaban las lágrimas de mi rostro y reí mostrando mis dientes aun llorando.

- Gracias Tomas. - me abrazó y yo a él.

- No agradezcas hermosa. - me hizo sentir algo raro e incómodo.

Se acercó a mí y estábamos a unos pocos centímetros de distancia, entonces empezó a acercarse aún más.