—Qué bien que llegas,Tay.—habló Andy una vez que me recogió a unas cuantas calles cerca del local de comida al cuál los chicos y yo estábamos hacía ya algunas horas.
Al parecer Bieber estaba irritado porque le dejé solo. No sé que diablos quería pero sabía que si volvió no era para algo bueno.No es que digamos que fuera una mala persona porque realmente ese idiota no es ni una pizca, era más bueno que nada y esa fachada de rebeldía la consiguió en el mismo momento en el que Sloan decidió mandar al carajo su relación. Y bueno, bien merecido lo tenía. Sí, era mi amigo.
Era.
Pero el mismo hizo que aquella amistad que teníamos se rompiera. No era nada sencillo tener que elegir de qué lado estar; bien pude haber elegido del lado de Justin pero lo que hizo fue imperdonable y era más que obvio que iba a estar del lado de Sloan.
¿Qué tan malo sería tan sólo decirle a mi hermana que había firmado con esa dichosa disquera para cumplir sus sueños en vez de mentirle? Oh y sobre todo tener que acostarse con montones de chicas y tener ella que enterarse de todo siempre al último. Creo que no era sencillo que su novio estaba siendole infiel.—Así que.. aquí es.— murmuré, observando con atención las letras de neón que estaban en la pared colgadas con la leyenda "Zero Intensity".
—Es un gran lugar según me han contado.— dijo, caminando con ansias hacia el complejo que se encontraba repleto de adolescentes haciendo fila para entrar.
Al llegar a la entrada, un hombre corpulento y con una cara de pocos amigos nos observó de pies a cabeza.
—¿Tienen invitación?— preguntó con dureza mientras sus manos sostenían una cintilla roja para bloquear el paso hacia adentro.
Andy y yo nos miramos y él me sonrió de lado, haciéndome sentir un poco menos nerviosa.
— Eh, man. Déjales entrar..— habló desde adentro una persona, su voz... se me hacía conocido.
Caminó en dirección hacia nosotros y mi semblante cambió por completo. De pasar a estar sonriendo como tonta por el gesto que Andy hizo para tranquilizarme, ahora estaba algo enfadada.
¿Qué diablos hacía él aquí? El hombre asintió con la cabeza y nos dejó pasar,no sin antes mirar mi escote sin pudor cosa que me hizo sentir desagrado.— Ehm,gracias pero no necesitábamos de tu ayuda,renacuajo.— dije una vez estando en el recinto, aún algo molesta por el hecho de que estuviese aquí.
— Yo creo que sí me necesitaban..— habló con burla. Nos observó a ambos y rió.—¿No me vas a presentar a tu amiguito?Rodé los ojos. Tremendo idiota se había vuelto.
— No necesita presentación. Es mi novio, Andy.
Se relamió los labios y asintió levemente con la cabeza.
Golpe bajo,Bieber.
—Bien, bien.. siéntanse entonces como en casa.Y después de eso se fue, ¿a donde? Ni idea. Andy me sacó de mis pensamientos por su risa que era maravillosa y se acercó a mí.
—¿Le conoces?— dijo en mi oído,causándome probablemente un montón de cosas.
— Un amigo de la infancia.— respondí sin darle importancia, haciendo lo mismo que él ya que la música sonaba muy fuerte.
Asintió con la cabeza y tomó de mi mano. Me ruboricé un poco.
—¿Bailas?— preguntó con una sonrisa surcándole de sus labios, me daban ganas de ir a besarle pero debía calmarme.
Nos llevó a la pista que se encontraba repleta de adolescentes y más de uno era obvio que nos reconocía.
¿Acaso no podíamos divertirnos también?
Comencé a bailar junto a él, pegando mi cuerpo más de lo debido con la simple excusa de que "había demasiada gente".
Sus manos se posaron en mis caderas y cerré mis ojos, dejándome llevar por la música.
De pronto sentí los labios de Andy en mi cuello y me detuve.
—Continúa bailando,Tay. Al parecer a alguien le gusta vernos..— su voz sonaba ronca y probablemente de encontraba excitado, igual que yo. Abrí mis ojos y seguí bailando con él, observando atentamente cada rincón del lugar y fue ahí entonces cuando vi al individuo mirarnos, que al parecer gozaba del privilegio de la escena. Se encontraba en la parte de arriba, quizás la zona VIP.
Aparte de idiota, pervertido.
No me sorprende que Justin fuera el que se encontrara mirándonos.Me giré para verlo a los ojos y confirmé mis pensamientos. Estaba excitado.
Me acerqué a él y sin pensarlo lo besé. No me importaba nada, lo único que tenía en mente era la suavidad de sus labios,rozándose con los míos. Y al parecer se notaba que quería aquello porque con hambre comenzó a devorar mi labio inferior,chupándolo con algo de fuerza.
Sus manos comenzaron a pasearse por todo mi cuerpo,deslizándose hacia mi trasero el cuál lo apretó con fuerza.
Hice mi cabeza hacia atrás y él comenzó a besar la piel de mi cuello, y gemí. Abrí mis ojos y volví a posar mi mirada en él y le guiñé el ojo.¿Quería un espectáculo? Bien, se lo daría.