Capítulo 1

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Amanecía, sonó la alarma de mi celular, no podía despertar, siempre he sido de esas personas que se quedan con la almohada pegada en la cara, mi madre llega a mi cuarto a recordarme que me levante, pues se me está haciendo tarde. Cada mañana hago mi ''rutina dental'', la llamo así porque tengo que ser muy minucioso con la limpieza de mis braquetes, después de comer.

Me alistaba a salir cuando escuché la bocina del auto bus que estaba en la esquina, tendría que correr para alcanzarlo y así fue como sucedió, al puro estilo Forest Gump, recorrí más de 3 cuadras corriendo por la ciudad Orlando. Hasta que el bus amarillo paró y pude subir, al final atrás como eran de costumbre se ubicaban mis amigos, Jasón y Mark los cuales subían antes y guardaban un lugar para mí.

- Chicos anoche soñé con que invitaba al baile a Rose y éramos los reyes de la noche -

- ¡Jajaja no seas tarado Mark! Ella no aceptará ir con alguien, se cree muy superior a todos la rubiecita- , dijo Jasón.

- No seas así, tú solo dices eso porque no la conoces, pero creo que ella debe ser muy tierna y amable.

- ¿Crees? pues tampoco la conoces.

El aire se volvió un poco tenso, así que decidí hablar sobre qué haríamos el fin de semana.

Llegamos temprano a la escuela, teníamos que dividirnos, pues Jasón tomaba humanidades y a Mark y a mí no se nos daba para nada eso de la literatura, la historia y la sicología, así que estábamos en la especialidad científica. A mí me gustaban muchos las ciencias, así como la chica que asistía a la clase de química orgánica, quien era bastante aplicada, con mucha personalidad y muy bella; yo diría que su mejor atributo era la pureza de sus ojos, ese verdor que cautivaba a varios, pero que nadie se atrevía a decírselo. Así era Lorens: una chica de estatura media, castaña y delgada.

La verdad es que ella no me conocía y quizás ni de vista, pues éramos ochenta en la clase y ella se sentaba de las primeras.


Maldito PuñalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora