"Arreglar los errores no es sencillo, pero vale la pena intentarlo ya que aunque al final esa persona no te perdone, al menos lo habrás intentado y aprendido una valiosa lección."
Este post lo escribo a petición de alguien que me lo ha propuesto por privado.
Hay veces que seamos conscientes o no, terminamos hiriendo a las personas que nos rodean. Algunas veces tenemos nuestros motivos, otras tan solo no hemos madurado lo suficiente o no nos han hecho ver que no estamos siendo justos con esas otras personas.
Yo, personalmente, he estado en ambos lados de este tipo de situaciones en cierto modo. Por un lado, pasé cuatro años de bullying en el instituto. Me insultaron, me maltrataron psicológicamente y me hicieron sentir la peor mierda del mundo. A veces sin ni siquiera usar las palabras, tan solo ciertas miradas acompañadas de risas eran suficiente para hundirme más y más. En esta ocasión, no me explayaré sobre el tema del bullying, aunque será un tema que toque un día especialmente, pero lo menciono porque pese a que la persona que más daño me hacía, jamás se acercó a disculparse, yo sí que fui a hablar con ella y a pedirle de tener una relación "cordial" o al menos "tranquila" pero esa persona me respondió con un "Yo no quiero ni ser tu amiga ni tener nada que ver contigo."
¿Qué quiero haceros comprender? Que a veces, las personas que están en mi posición, se conformarían con que esa otra persona se arrepintiese y, o bien nos dejase en paz, o intentase conocernos. Así que si alguno/a de vosotros/as habéis tratado mal a alguien, o habéis sido bordes etc... hablad con esa persona y disculparos. Empezar con una disculpa es básico y después, tal vez explicarle cómo os sentís os ayudará y también le ayudará.
Si yo no he podido perdonar jamás a esa persona en concreto, es porque jamás se arrepintió, ni al pasar los años y volvernos a encontrar por caprichos del destino. Es algo que nunca comprenderé y por lo tanto, esa "herida" seguirá abierta. En cambio, si algún día llegase a darse cuenta de que sus actos me hicieron muchísimo daño y que me trajeron consecuencias, y se disculpase, creo que lograría encontrar la manera de perdonarla.
No todo el mundo es como yo, y algunas personas tal vez pese a que os disculpéis e intentéis poner de vuestra parte, no os perdonarán nunca, pero habréis hecho lo correcto y habréis comprendido que cada acto tiene una consecuencia. Ya sea con motivo o no, al final tenemos que acarrear con esas consecuencias. No hay más.
Como he comentado, también he estado en el otro lado de la balanza. Tenía una amiga por internet que conocía desde hacía muchos años y al final, la descuidé al centrarme solo en mí misma y dejé de preocuparme por ella, hasta el día que me habló para echármelo en cara y decirme unas cuantas verdades, bastante cabreada. No intenté rebatir sus palabras, tenía razón y lo correcto era asumirlo. Me disculpé pero ella no quiso aceptarlas y lo comprendí. Fui mala amiga, la herí ya que ella confiaba en mí y no esperaba que la dejase de lado por así decirlo y tuve que acarrear con esas consecuencias... Perdí una buena amistad con una buena persona.
No hice bullying, no me metí con nadie, pero herí a una persona y es algo malo también. Pese a que no quiso perdonarme y me dejó bien claro que no quería saber más de mí, al menos sé que hice lo correcto arrepintiéndome y disculpándome. Siempre tendré esa espinita y no me olvidaré de la lección que aprendí. De algún modo, ambas situaciones me han enseñado que tenemos que cuidar a las personas, ya sean gente cercana, simples conocidos o desconocidos. Porque todo el mundo nos merecemos que nos traten bien.
Mi consejo es el que he mencionado antes, lo primero es disculparte, lo segundo, si tienes alguna excusa que explique tu comportamiento hacia esa persona en concreto, dársela, y si no la tienes, se totalmente sincero. Dile que nunca te habías parado a pensar en que tus actos y comportamientos la/lo herían y que quieres enmendarlo. Que te gustaría conocerle mejor y de ese modo, arreglar las cosas. Si esa persona no acepta tus disculpas, no la obligues, porque estarías hiriéndola de nuevo. Pero si ves que puede haber una mínima posibilidad, tal vez tengas que trabajar poco a poco esa relación, desde el principio y con cautela, sin forzar la situación pero sin desentenderte.
Lo que empieza con un simple "Buenos días" puede irse convirtiendo en un "¿Qué tal el fin de semana?" y terminar en una buena amistad. O tal vez en al menos, una relación cordial.
No va a ser sencillo. Pedir disculpas nunca lo es, nos sentimos expuestos, vulnerables, pero es más que necesario aprender a disculparse y aceptar nuestros errores. Eso nos hace mejores personas, más maduras y más felices.
Eso sí, tampoco os fustiguéis. No es bueno ni sano, atormentarse a uno mismo por los errores de los que ya nos hemos arrepentido y disculpado. No hay que olvidarlos pero tampoco hay que clavarse puñales para siempre.
Ánimo a todo el mundo que se encuentre en una situación similar y espero que os sirva de ayuda mi experiencia y mi punto de vista. No podemos coger una goma y borrar nuestros actos, pero podemos decidir qué escribir en futuras situaciones similares.
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La vida no es perfecta. ¿Y qué?
RandomEn los últimos años, la vida me ha dado varias lecciones de las que he sabido aprender. Ahora busco aprendizaje en todas las cosas que me suceden en mi día a día y esta es mi manera de compartirlos con quienes les apetezca un poco de optimismo y pos...