Estoy nervioso, enrabiado... No lo sé, es extraño. Ya estamos a punto de salir y no he hablado ni una sola palabra con Danielle, ni siquiera me ha mirado en este día. Es tan decepcionante. Ha estado TODO el día con Matt, aunque no se ve feliz, pero es mejor a salir con alguien solo para que su padrastro la llame "puta"
No le hablaré... Solo, dejaré un tiempo, quizás sea lo mejor, tiempo para que se le pase todo este miedo por lo que paso.
Ayer fui egoísta y débil, en el almuerzo mire a la anciana Martha y no hice nada, cometí ese error con mi madre, el error de no ayudarla cuando lo necesitaba y, consumido por el miedo, irme corriendo a mi habitación y encerrarme con mi gatito Tommy que tenía en ese entonces... Al menos él se quedó con mi tía Mary, está en buenas manos.
Toqué la puerta, no tengo llaves. Y justo me abre la puerta Martha, en quien he estado pensando con cargo de conciencia todo el camino a casa.
- ¡Oh! Hola Nick, pasa por favor. – Me dice... La note un poco rara, como asustada o traumatizada
- Hola, ¿Pasa algo? – Le digo preocupado
- ¿A mí? No, nada...
- ¿Qué le paso en el ojo? – Le digo porque lo tenía completamente parchado.
- A noche cuando volviste, te fuiste a dormir al tiro, yo en la noche bajé a hacerme un té y yo... golpeé con el mueble colgante, estaba aun medio dormida
- Jmm, pero ¿Está bien? Déjeme ver...
- ¡No! – Me dice quitándome mis manos del parche. – Estoy bien, no te preocupes, fui al hospital y me pusieron este parche por mientras...
- Bueno, como diga.
En eso que le respondo Adam llega del "trabajo" para comer. Entrando atropelladamente y casi golpeando la puerta, yo en el instante subo a mi habitación, no quiero nada con él. Con lo que hizo con Danielle ya ni siquiera perderé mi tiempo peleando.
Pero algo me pareció muy raro, me apegué bien a la puerta de mi pieza para poder escuchar lo que hablaban Adam con su madre
- Madre, perdóname por favor. – Dijo Adam
No oí respuesta de Martha
- Hey mírame. – Dijo Adam
- Ya pasó hijo, ahora déjame seguir cocinando que Nick debe de tener hambre.
Para cuando dijo eso yo ya estaba escuchando desde el centro de la escalera, había salido de mi pieza hace mucho, pero Adam iba al segundo piso y me vio ahí
- ¿Estabas escuchando mocoso?
- ¿Escuchar qué? – Me hice el tonto e hice como si estaba bajando la escalera sin ninguna intención.
- No te hagas el imbécil.
Lo ignore, solo seguí bajando para sentarme a la mesa a comer y cuando paso al lado de él me toma de un brazo fuertemente y me dice al oído
- Si te metes en cosas que no te importan la vas a pagar muy caro, eso fue lo que le paso a tu mama.
Sentí dos cosas en ese momento, como siempre estoy dividido entre dos partes mías: La sentimental y la locura. Sentí como el terror y la nostalgia me invadía por dentro, todo lo que paso mi mama cuando vivimos con este monstruo, pero también me hervía la sangre de rabia y odio hacia ese ser, ganas de querer vengar a mi madre, hacerlo pagar por todo lo que hizo, hacerlo pagar por cada vez que ella gritaba, por cada vez que ella terminaba llorando, por cada vez que ella terminaba tiritando, hacerlo pagar por cada rasguño, cada golpe que le dio a mi mama en la cara, brazos y estómago.
ESTÁS LEYENDO
8 Laughs at midnight
Misterio / SuspensoNick Hamilton, un joven que acaba de cumplir sus 16 años, sufre una pérdida terrible en su vida, la cual la cambia completamente de rumbo y a él completamente de pensamientos y en su forma de ver el mundo, lo que conlleva una serie de acontecimiento...