Escucho sonar la campana, ya son las 1 de la tarde, ha sido un largo día y agotador. Me fui caminando a casa, debería haberme demorado unos 10 minutos, pero en vez de eso fueron 30... No sabía cómo llegar. Pero pienso que fue bueno perderme entre tantas calles, porque me sirvió para pensar y asimilar todo lo que viví allí, la gente que conocí, en fin... Buenas personas.
Por fin llegué a casa, agh. Odio llegar.
Toqué la puerta y el primero que fue a recibirme fue Spike, moviendo su cola muy rápido y corriendo con su lengua afuera, parece que ahora mi mini psicólogo ahora es mi mini mejor amigo.
- Hola Nick. - Me dice la abuela
- Hola señora. – Le respondo
- ¿Cómo estuvo tu nuevo día?
- Estuvo... Interesante. – Obviamente no le iba a decir mis pensamientos y meditaciones... No soy esa clase de persona.
- ¿Por qué te demoraste tanto en llegar? La escuela solo queda a unos 10 o 15 minutos de aquí.
- ¿Será porque soy nuevo en este pueblo y no se me ubicar aún? – Respondí moviendo la cabeza.
- ¿Qué? ¿Adam no te fue a buscar?
Quede mirándola sin palabras, entre sorprendido y confundido, tratando de asimilar esa pregunta... Sólo atine a responder:
- ¿Enserio cree que él iría a buscarme?
- Bueno... La verdad... Yo... Este...
- No responda...
Solo respondí eso y me fui a mi habitación, luego baje a comer, tenía hambre. Pero antes de bajar fue a echar un vistazo a la pieza de don alcohol y aun estaban las latas de cerveza... Es un asqueroso, no sé como su mama puede permitirle vivir así; mi madre me enseñó desde pequeño que la limpieza es primordial, y también me amenazaba que si no era limpio ninguna mujer me querría... Tuve que aprenderlo por las malas eso. Que tiempos cuando mamá estaba aquí.
En fin, baje y lo primero que vi fue a él comiendo como cerdo.
- Al fin llegaste. – Me dice con la boca llena de comida
No respondí... Solo no puedo sacarme de la mente ese sueño de anoche que tuve... Era tan real la sensación del cuchillo entrando... Esa locura que sentía dentro de mí al verlo caer de a poco al suelo... Suficiente, fue solo un sueño, desperté y todo acabó, creo...
- ¿Qué no respondes?
- ¿Podrías dejarme comer en paz por favor? – Le digo irritado y mirándolo sin olvidar el sueño...
- Te dije que no seas falta de respeto. Ya sabes lo que paso en el tren.
La abuela solo nos miraba preocupada e incómoda
- Sí. – Le respondí. – Tú también sabes lo que paso.
El ambiente cada vez se tensaba más y más.
- Tu madre...
- ¡TE DIJE QUE NO TE ATREVIERAS A MENCIONAR A MI MADRE IMBÉCIL! – Le grité cansadísimo de su mirada amenazante, burlesca y hostil mientras sin querer lo apuntaba con el cuchillo para cortar la carne. Mirándolo fijamente a sus ojos llenos de escoria y vil tiranía.
- ¿Y qué me vas a hacer? ¿Ah? – Me responde, no pensé que lo haría, pero lo hizo. - ¿Amenazarme con un cuchillo...?
Nos quedamos mirando fijamente el uno al otro a los ojos... De repente escucho unos suspiros como de llanto, miro a mi izquierda y lo que vi por alguna razón me partió el alma en mil pedazos, no sé por qué si este último tiempo he estado demasiado frío e insensible: Estaba aquella anciana llorando, pero no cualquier llanto: con una mano agarrando el cuchillo y la otra el tenedor, estaba tiritando de terror al ver aquella situación, mirando fijamente la olla con papas que estaba en medio de la mesa. Mirándola y suspirando cediendo a las lágrimas. En ese momento tuve una visión hacia el pasado:
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8 Laughs at midnight
Mystery / ThrillerNick Hamilton, un joven que acaba de cumplir sus 16 años, sufre una pérdida terrible en su vida, la cual la cambia completamente de rumbo y a él completamente de pensamientos y en su forma de ver el mundo, lo que conlleva una serie de acontecimiento...