En busca de Gumball

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Cuando Marshall vio que Flama abría los ojos, los soltó, haciendo que este cayera al suelo y le quedara viendo molesto. Me apresure a sentarme a su lado con el paragua en mano, debido a que aun llovía.

-¿Pero qué te pasa?-

-Ni que te fuera a cargar toda la vida, a menos que eso quieras-

-Marshall no lo molestes-Marshall puso sus manos en su cabeza-¿Cómo te sientes?-

-¿Qué me paso?-

-Perdiste el control y atacaste a todos-

-¿Qué?, ¿Por qué?-

-Estábamos hablando de lo que paso entre tú y Fionna, cuando empezaste a enloquecer me atacaste y fuiste detrás de los chicos-

-Wow lo siento tanto, no era mi intensión, perdón vampiro-

-Más te vale que no lo vuelvas a hacer-

-No sé qué me paso, de repente me nuble-

-Pensé que ya habías madurado-Dijo Marshall flotando a su alrededor-Veo que me equivoque-

-Seguro tú eres el más maduro-

-Al menos yo tengo novia-

-Si pero nadie te asegura que lo sea por siempre-

-¡Ya basta!-Grite-Chicos no es hora de que peleen, además aun llueve Flama será mejor que vuelvas a tu reino, estuviste expuesto al agua mucho tiempo-

-Gracias ____, cuando me sienta mejor los iré a visitar-

-Gracias ____-

Dijo Marshall después de que las puertas del reino de Flama se cerraron. Solté una pequeña risa y el me miro molesto.

-¿Celoso Marshall lee?-

-De esa antorcha, nunca-

-¿Seguro?, que lastima-

Marshall cruzo sus brazos y miro hacia otro lado, me acerque a él y le di un suave beso en su mejilla, se sorprendió un poco, luego siguió flotando unos pasos delante de mí.

-Yo soy el rey de los vampiros no tengo motivos para sentir celos de un principito-

-Pero si de un humano ¿no?-

Marshall soltó un gruñido.

-Sabes, te vez muy lindo cuando te enojas-

Se dio vuelta para protestar, pero al verme sonriendo, solo soltó un suspiro y siguió el camino hasta la casa del árbol. Cuando entramos notamos que no estaban los chicos en el lugar, subí a la habitación de las chicas, para cambiarme de ropa debido a que me encontraba toda empapada.

-¿Dónde crees que se encuentren?-

-No lo sé-Dije encogiéndome de hombros-Creo que sería entendible que Thomas y Gumball no estuvieran aquí después del alboroto, pero las chicas...-

Mire por la ventana de la cocina y note que al respirar el vidrio quedaba marcado. Puse mi mano en la ventana y note que estaba helada.

-Marshall, creo que Gumball fue secuestrado-

-¿Qué? ¿De nuevo?-Marshall me miro un poco preocuapdo -Ultimamente Simone ha estado perdiendo el control casi todo el tiempo, pensé que después de lo que había ocurrido con mi madre las cosas se calmarían-

Tome mi arco que se encontraba apoyado en la pared y algunas flechas, Marshall tenía razón, la Reina Helada ha estado muy descontrolada, creo que hasta ha intentado secuestrar a Gumball, tres veces al día, lo cual nos tenía un poco inquieto, sobre todo a Marshall.

-¿Piensas ir a ayudar?-

-Aja-Dije sonriendo-Un poco de aventura no nos hará mal, además cuando estas cerca Simone suele calmarse más rápido-

-Tienes razón-

Cuando me subí a la espalda de Marshall, notamos que la lluvia había parado, por lo que empezamos a buscar su paraguas, pero recordamos que se lo quedo Flama.

-Supongo que me quedare en casa-Dijo dejándome en el suelo-Prométeme que te cuidaras-

-Lo prometo, me conoces no soy tan débil-

-Solo no te expongas demasiado-

-Tranquilo soy inmortal ¿lo recuerdas?-

-Si la más linda inmortal de Aaa-

-Ya, si seguimos así no saldré nunca-Dije alejándolo de mí, ya que se estaba acercando de a poco-Nos vemos en un rato-

Nuestra AfliccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora