Los dos mosqueteros

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-Vamos ____ ponte de pie-

Marceline apareció flotando frente a mí y estirando su mano libre, ya que se encontraba con una sombrilla para que el sol no la quemara. Cuando me puse de pie la chica vampiro puso los suyos en el suelo.

-¿Qué acaba de pasar?-

-Tranquila no es tu culpa, recuerda lo que él dijo, tiene un don extraño, los demonios tenemos ese poder-

-No todos-Dije recordando las veces que había ido a la nocheosfera-Aun me siento un poco rara-

-Lo importante es que saliste de el sin problema, debemos ir a contárselo a Marshall-

-¡No!-

-¿Qué?, ¿Por qué no?-

-Marcy él es el único amigo que tiene Marshall, no podemos hacerle eso, además quizás lo hizo sin intención, lo escuchaste me pidió perdón-

-¿Estas segura que no debemos decir nada?-

-Hablare yo con él, de seguro solo está confundido-

-Bien como quieras, pero no le quitare el ojo de encima-

-Tranquila Marcy no hace falta, de verdad... no es justo que le arrebatemos esto a Marshall el de verdad está feliz por reencontrarse con su viejo amigo... por cierto ¿Tú no tienes a alguien que sea como el?-

-No, yo me quede sola desde siempre... mi padre no mando a nadie conmigo-Dijo molesta-Por eso no me fio de él-

-Vamos Marcy, nos intentó hacer daño solo por la piedra, no tenemos de que preocuparnos, además quizás vuelva a la nocheosfera antes de lo que pensamos-

-Espero que tengas razón ____-

-Vamos, de seguro Cake nos tiene el desayuno listo-

-Está bien-

Logre convencer a Marceline para que no dijera nada, el resto del día se me hizo eterno, además Marshall lee ni siquiera apareció en la casa del árbol, por lo que al caer la noche decidí volver a casa. Me despedí de la chicas, cargue mi arco y comencé la caminata. La noche estaba oscura y fría, aunque gracias a la luz de la luna podría distinguir un poco el lugar.

Al llegar a casa encontré una nota sobre la mesa, era de Marshall, decía que había salido con Demetri en una especie de cacería y que me amaba.

No pude evitar tragar saliva y arrugar la nota, me sentía extraña y sola, realmente esperaba poder pasar esa noche a su lado. Deje caer la nota al suelo y subí a la habitación, deje mis cosas en el suelo y me recosté en la cama. Me dormí abrazando la almohada.

Las palabras de Marceline se repetían una y otra vez en mi cabeza, desperté sobresaltada, sin saber muy bien donde me encontraba ni qué hora era.

-Viejo te dije que estaba durmiendo y que Marshall no se encontraba-

-¿Jake?-

-Buenas tardes chica-

-¿Tardes?-Me levante un poco atontada-¿Qué hora es?-

-Son las tres de la tarde-Dijo Finn asomando su cabeza por la puerta-Perdón por entrar así a su casa...-

-No pasa nada-Dije encogiéndome de hombros-¿Qué hacen aquí chicos?-

-Veníamos a ver a los chicos, pensamos que Demetri se quedaría con ustedes un tiempo, así que pensábamos en ir de aventuras con ellos, pero creo que se nos adelantaron-

-Supongo que si-

-Chica estas un poco pálida, ¿has comido algo?-Negué con la cabeza-

-Acabo de despertar-

-¿Te sientes bien?-Finn corrió a sentarse a mi lado-No te ves muy bien-

-No pasa nada y la verdad me gustaría algo dulce-

-Bien algo dulce a la orden-

Jake bajo corriendo a la cocina, mientras que Finn tomo mis manos.

-____ estas helada, quizás debamos llevarte con Gumball-

-No pasa nada Finn, solo no dormí bien-

-¿No dormiste bien?-Pregunto exaltado-____ son más de las tres de la tarde, no has comido nada, estas pálida y acabas de despertar, ¿Cómo es posible que no hayas dormido bien?-

-Ya sabes, muchas cosas en la cabeza-Dije sonriendo-Vamos de seguro comiendo se me pase-

-¿Dónde está Marshall?-

-No lo sé, salió con Demetri ayer-

-¿A qué hora?-Me encogí de hombros-¿No estas preocupada?-

-Es su amigo, tienen derecho a salir...-

No pude seguir hablando debido a que un dulce aroma entro por mi nariz, llenando mis pulmones y haciendo que me pusiera de pie de golpe. Finn se apresuró en seguirme. Cuando llegamos al primer piso, vi como Jake terminaba de hacer una especie de panqueque con frutillas.

-Eso huele muy bien-

-Y sabe de maravilla-Dijo Jake dejando el plato frente a mí-

-Gracias Jake-

No sé cómo, pero me devore el panqueque.

-Wow nunca antes te había visto comer de esa manera-

-Me recordó a arcoíris cuando tenía sus antojos, devoraba todo lo que tenía...-

Finn lo fulmino con la mirada por lo que Jake se quedó callado.

-¿Crees poder hacer más?-

-Claro, para ti los que quieras-

-Jake eres el mejor-

El resto del día los chicos se quedaron haciéndome compañía, a pesar de que después de comer me sentí bastante mejor, los chicos se negaron a dejarme sola. Incluso decidieron quedarse hasta que Marshall y Demetri decidieran volver.

-Bien, ¿entonces se quedaran esta noche aquí?-

-Sí, es nuestro deber de héroes proteger a las personas del dulce reino-

-Pero Finn este no es el dulce reino-

-Bueno a todas las personas en general-

-Pero si yo estoy bien-

-Aun así, nos tienes preocupados chica, eres nuestra amiga, te queremos así que te haremos compañía-

-Está bien, pero tendrán que dormir aquí-

-No te preocupes ____, nosotros siempre andamos preparados-Dijo Jake-Vamos hermano saca la carpa-

-¿Jake como quieres que pongamos la carpa dentro de la casa?-Solté una pequeña risa ante la pregunta de Finn-Hermano no exageres-

-Está bien, pero yo sé que en algún momento usaremos la carpa-

-Bien señores héroes, mientras ustedes juegan a los mosqueteros, yo me iré a dormir-

-Descansa _____-

-No te preocupes, mañana hare unos ricos pasteles para el desayuno-

-Que bien, pasteles-Grito Finn estirándose y dejándose caer sobre su saco de dormir-Los pasteles de Jake son lo mejor-

Soltó un pequeño bostezo, el cual seguimos todos al uniso. Esa era la señal de que ya era hora de ir a dormir.

Nuestra AfliccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora