Una sensación familiar

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NARRA _______

Cuando desperté me sentí un poco más ligera, como si hubiera sacado un gran peso de mí. Supongo que lo que me dio Marceline si era bueno para mí. Aún estaba oscuro, por lo que no tenía muchas ganas de ponerme de pie. Intente volver a dormir, pero entonces sentí como la ventana de mi habitación se abría.

-¿Quién está allí?-Dije poniéndome de pie y buscando mi espada-Es cierto no la traje-

-Tranquila ___, soy yo el Príncipe de la Naturaleza-

-Ah... ¿Qué haces aquí?-Pregunte confundida-Pensé que solo los chicos podían pasar de una lado a otro-

-____ ¿Cuánto tiempo llevas aquí?-Dijo acercándose a mí-Hay muchas cosas que no sabes-

-Bueno tienes razón-

-¿Cómo has estado?-

-M... bien, me siento mejor-

-Me alegro-

En ese momento tomo mi mano, pero la alejo al instante dando un paso hacia atrás.

-¿Qué sucede?-Pregunte confundida-

-M... nada... no pasa nada... nos vemos otro día-

-¿Te sientes bien?-

-Aja... solo recordé algo-

-Que chico más raro-Dije cuando se fue-Supongo que volveré a dormir-

Me recosté en la cama nuevamente y cerré los ojos. Aunque no duro mucho, me desperté debido a que empecé a sentir frio, intente taparme, pero no lo logre. Por lo que abrí los ojos para encontrar las frazadas y me encontré frente a un lago.

-¿Qué hago aquí?-

-¿_____?-De la nada salió Marshall-

-¿Tú me trajiste aquí?-

-No, llegaste sola-Dijo un poco confundido-Debes tener frio, toma-

Se sacó la camisa manga larga que llevaba puesta y la puso sobre mis hombros, me quede un poco atónita antes las marcas de su espalda, las cuales logre ver cuando se puso delante de mí.

-¿Qué te sucedió?-

-Esto... no fue nada-Dijo mirando al suelo-

Me coloque la camisa, la verdad no abrigaba mucho, pero serbia un poco para cubrirme del viento.

-¿No te resfriaras?-

-Soy un vampiro, ¿Lo recuerdas?-

-Creo que últimamente no recuerdo todo ¿no?-

-¿De verdad no recuerdas nada?-

Marshall me miro con tristeza, sentí un pequeño escalofrió en mi estómago, por alguna extraña razón, ya no sentía la necesidad de estar lejos de él. Por lo que me acerque con cuidado a él y apoye mi frente en su espalda.

-No recuerdo nada, pero... creo que es posible que no esté tan mal como antes-

-¿Por qué lo dices?-

Me encogí de hombros. Su cuerpo estaba rígido, quizás estaba un poco incómodo con mi presencia por lo que decidí alejarme.

-No, no te alejes-Me quede quieta-Bien creo que asumiré que es posible que no me recuerdes, pero déjame empezar de cero... ya agote todas mis ideas, por lo que te pido la oportunidad de conocerme de nuevo-

-Eso sería hacer trampa, tú me conoces, sabes lo que me gusta y lo que no-

-Prometo no hacer trampa-Dijo divertido-Ven te llevare a casa, antes de que nos vean y piensen que estoy aprovechándome de ti-

Marshall se agacho un poco por lo que me subí a su espalda. Estar así se me hacía un poco familiar, por alguna razón me sentía segura nuevamente.

-Bien, será mejor que te a sujetes bien-

Después de decir eso empezó a elevarse, estábamos sobre los árboles, todo se veía pequeño desde allí, no nos tomó mucho tiempo llegar a la casa del árbol. Marshall abrió la ventana de la casa y me dejo con suavidad sobre mi cama. Luna se encontraba durmiendo.

Quise darle las gracias a Marshall y hacerle un par de preguntas, pero no me dio tiempo de decir nada, ya que desapareció en el instante en que me dejo en la habitación.

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Nuestra AfliccionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora