MARVEL ONE SHOTS

Anticuado

Anticuado

El irritante sonido del despertador le hizo fruncir el ceño, no era necesario abrir los ojos para echarle un vistazo a los brillantes dígitos rojos, él sabía perfectamente que hora era, después de todo no tenía mucho que se había acostado.

Se había desvelado hasta el amanecer arreglando los desperfectos de su armadura, sin el reactor en su cuerpo y J.A.R.V.I.S. -ahora Visión- en Asgard, le tomaba un poco más el ejecutar el análisis "clínico" del nuevo traje en el que estaba trabajando, una nueva imagen, un sutil cambio en la distribución de los colores además de nuevas armas que había creado junto a Bruce, anteriores a Ultron, claro está.

Salió de su mar de recuerdos al sentir como un peso dejaba el otro lado de la cama, escuchó los sigilosos pasos de su amante dirigirse al baño, el ruido de la puerta al cerrarse y finalmente el choque de las gotas con los azulejos de la regadera. Se quedó a la expectación de lo que vendría, sólo había podido escucharlo un par de veces, el sueño le cobraba factura demasiado rápido, privándole de la voz que comenzaba a tararear una vieja canción de esas que solía escuchar Howard cada vez que trabajaba.

Steve cantaba o al menos lo intentaba, deleitando a Tony con la gracia de su voz varonil, al principio se le escuchaba varios tonos más grave de lo habitual, después de todo, a diferencia del castaño, él ya llevaba horas acunado en los brazos de Morfeo.

La risa burlona de Stark no se hizo esperar, para su fortuna logró ahogarla con el almohadón de plumas que tenía al lado, aquella serenata era sumamente digna de estar a disposición de los millones de usuarios de Youtube. Si bien, Tony podría ordenarle a F.R.I.D.A.Y. que grabara al soldado y luego lo publicara, pero era un celoso, un infante caprichoso que no compartía jamás sus juguetes con los demás. Aunque eso no significaba que no fuera a grabarlo; así fue como con el respaldo de su nueva asistente virtual se dejó arrullar por la melodía del capitán hasta caer en un profundo sueño.

Lo siguiente que vio, para su desgracia, no era el cuerpo desnudo del imponente rubio, es más, ni siquiera logró vislumbrar algo en concreto, sólo una gran silueta borrosa que se movía de ventana en ventana, abriendo de par en par las cortinas para dejarle una buena ceguera, la luz era demasiado intensa para su gusto, debía pasar ya de medio día y la figura, que seguramente era Steve, seguía su rutina de traerle el desayuno, o lo que para Tony significaba desayuno, cabe decir que el soldado siempre ha odiado los casi nulos hábitos alimenticios del menor de los Stark, sin embargo no los aborrecía tanto como la inquebrantable racha victoriosa del mismo en las discusiones, en las que atacaba a sus malas costumbres y sus incoherentes argumentos en los cuales decía que era otra época y la gente ya no tenía tiempo para almorzar.

"Adaptarse o morir"

"Morir es lo único que vas a conseguir si no comes, Tony."

Al final de la mayoría de esas tontas peleas, terminaban en la cama, deshaciéndose de la tensión.

Tony ya estaba en ella, retorciéndose como gusano, envolviéndose cuanto podía entre las sábanas para evitar tanta iluminación que le azotaba de golpe, Steve, irritado por su infantil comportamiento le arrancó las mantas y las botó hasta el otro extremo de la cama. El castaño le miró molesto, e hizo un sonido que podría tomarse como gruñido, pero increíblemente no se estaba quejando, sólo se limitó a fulminarlo con la mirada, que aún seguía con estragos del brutal destello de luz que anteriormente recibió.

Steve le sonrió y le susurró los buenos días, tardes...Según el caso, y antes de que el otro pudiera reclamarle le robó un casto beso en los labios, otro en la marca que hace unos días había dejado en su cuello y de repente Tony sintió un extraño peso detrás de su oreja.