MARVEL ONE SHOTS

Celos

Ida y regreso...

De frente y de vuelta...

Izquierda, derecha...

-Si sigues caminando de un lado a otro harás un hoyo en el suelo, cuya reparación no estoy dispuesto a pagar-La voz del millonario hizo que el alterado diera un respingo, estaba tan sumido en sus pensamientos que ni siquiera notó cuando el otro entró a la habitación.- Si de verdad te interesa llámala y ya, pero deja de malgastar mi piso.

Aquella respuesta le había parecido demasiado hostil incluso para venir de alguien como Tony, sin embargo entendía la razón de su agresivo comportamiento, él mismo conocía lo que los celos pueden llegar a causar en las personas, además no es que fuera un gran secreto de que al playboy le gustaba el capitán.

-No eres el más apto para dar un consejo así ¿No crees?-El aludido hizo una mueca de disgusto y optó por responderle con lenguaje corporal, su dedo medio sin duda era la mejor opción. Salió refunfuñando por el corredor ante la risa burlona del sokoviano.

Pietro le observó en todo momento y no dejaba de pensar cómo es que tanto el rubio como Stark eran tan ciegos uno con el otro, ambos se amaban, ¡Que se declaren ya!

Un último suspiro y el platinado empezó a marcar aún dubitativo cada uno de los dígitos del número de la muchacha, un timbrazo, dos...Estaba a punto de colgar, no es que fuera un desesperado pero se sentía un patán al llamarle estando ya enamorado.

-¿Hola? -La chica al otro lado de la línea sólo podía escuchar su respiración. -¿Quién habla?-Se estaba alterando, irónico, pensó.

-¿Hablo al número de Crystal? Me llamo Pietro Maximoff, soy el apuesto chico al que le diste tu número...-No pudo si quiera terminar de presentarse cuando la delicada voz de la fémina le interrumpió.

-¡Pensé que jamás me llamarías! Incluso...Espero no te enfades por lo que diré pero...¡Llegué a creer que eras gay y por eso no estabas interesado!-El cuerpo del muchacho tembló al sacudirlo un espantoso escalofrío, ¿tan obvio era ya?-En fin, me alegro mucho por recibir tu llamada, ¿te parece si hablamos con más calma mientras tomamos un café?-¿Me va a dejar hablar? Hacía un esfuerzo sobrehumano para no interrumpir a la chica de manera grosera, cómo ella había hecho.

-Claro... ¿Por qué no? En el Starbucks de la plaza comercial a las ocho-Una risita coqueta que a Pietro le sonó más bien como al chillido de un ratón, le taladró los tímpanos junto a los chasquidos de los besos que la chica le mandaba por teléfono y colgó. No estaba de humor para una cita pero necesitaba defender su hombría. Tenía que averiguar la razón por la cual la chica había dicho aquello y no había otra manera de averiguarlo más que preguntándole, aunque era más que obvio que no lo haría por teléfono.

Suspiró mientras tiraba el trozo de papel en el cesto junto al aparato, seguía sin gustarle la idea de hablar con F.R.I.D.A.Y. escuchando meticulosamente cada una de las palabras dichas tanto por él cómo por la persona del otro lado de la línea, pero no había tenido tiempo de ir de compras para por fin hacerse de un celular. Miró el reloj que yacía en lo alto de la columna principal de la habitación y esbozó una triste sonrisa, en media hora-según había dicho Steve-llegarían Natasha, Bucky y Clint de la misión en la que el último había acudido como apoyo, esperaba que la pareja de asesinos estuviera bien pero aunque sonara egoísta esa no era su preocupación real, sacudió la cabeza violentamente, no era momento de pensar en eso, tenía una cita y era mejor que aprovechara las pocas horas que le quedaban en prepararse para ella.

-¿Prefieres esperar a Scott o irás directo con tu mejor amigo Tony?-La voz del arquero resonó burlona por el corredor consiguiente a la estancia donde estaba el platinado, ¡Hablando del rey de Roma!, haciéndolo retroceder y esconderse tras la pared cómo si de eso dependiera su vida, bien pudo correr y pasarle de largo, pero para su mala fortuna, el rubio haciendo honores a su bien merecido apodo, usaba su ojo de halcón para detectarlo al instante. No había escapatoria, sólo esconderse y esperar.