Capítulo 12

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Vaya que jamás me dejas de sorprender piscis, me voy tres horas, y cuando regreso, estás haciendo la maleta y con un nuevo corte de cabello.

En cuanto me viste me llamaste traidor, no pude contener la risa, te indignaste, seguiste empacando y jurando que te ibas a los alpes, te besé, siempre funciona, aunque después me gritaste que era un tramposo y que no ibas a caer esa vez.

- Bueno...es una pena que vayas a estar en los alpes...- Le dije fingiendo desinterés, tú comenzaste a moverte más lento - Porque resulta...que tengo algo para ti... - Dije, te quedaste quieta.

- No me interesa... - Dijiste a voz queda retomando tu labor.

- ¿Enserio?...Vaya...tendré que conseguirme otra pareja para la boda, y tu hermana otra dama de honor.... - Dije ondeando un sobre blanco.

No estoy seguro de cual grito sonó más fuerte, si en de "¡¿Qué boda?!" o el de "¡Dama de honor!".

Solo sé que gritaste esas dos cosas, en distintos tonos, por espacio de tres horas...

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