Camila
Acá me encontraba, sentada en una silla no muy cómoda dentro de la iluminada y gran dirección de la universidad. Y no estaba castigada, jamás en mi vida sería castigada, soy muy aplicada para meterme en problemas. Me encontraba esperando a la directora, era mi primer día en la Universidad de Miami, por problemas en la Universidad de Washington mi familia me mandó para acá, quizá así podría concentrarme mejor en mis estudios y rendir más de lo que ya rendía. A veces me estresaba de ser tan estricta conmigo misma, pero mis padres me habían enseñado así desde pequeña y ya no podía cambiar por dos motivos: Primero, yo misma no me lo permitiría. Y segundo, lo único que lograría sería darles un infarto a mis padres. Literal.
Fui sacada de mis pensamientos por un fuerte portazo. Una chica de tes pálida y pelo morocho entró a la dirección entra furia.
-Que mierda me importan las reglas de este lugar.- Murmuró lo suficientemente alto para que yo pudiera escucharla. No pude evitar quedarme mirándola, los tatuajes que cubrían sus brazos y pecho me llamaron mi atención. Sinceramente nunca había visto una chica así, y menos en una Universidad tan extricta como lo era la de Miami. También llevaba dos pearcings, en el labio y en la nariz. Y un olor a tabaco que se sentía de kilómetros. Pero nada de eso importaba, lo que en verdad llamó mi atención fue la belleza de esa chica, tenía algo que atraía la mirada de los demás, había algo que me llamaba la atención, pero no le daba cuenta qué era.- ¿Se puede saber por qué cojones me miras tanto?.- Y...lo notó, claro era lógico, la estoy analizando como si fuera un experimento, quién no iba a notarlo.
-Soy Camila Cabello, un gusto.
-Te pregunté por qué me mirabas, no tu nombre.- Bueno, esta chica no era muy amable.
-Lo, lo siento. Sólo me asusté un poco cuando entraste. Perdón.
-Ya, ya.- Se sentó junto a mi, esperando a la directora también. Supongo.- Existe la mierda y estas sillas la representan.- Creo que yo no era la única que lo pensaba, pero ella era demasiado fanfarrona.- Lauren Jauregui.
-¿¡Qué!?
-Mi nombre, Lauren Jauregui. Supongo que fui demasiado grosera.- Extendió su mano hacia mi.- Un gusto, Camila Cabello.
-Un gusto Lauren.- Estreche su mando y añadí.- Pero te pediría que me llamaras sólo Camila, si es posible, claro.
-Oh si no pasa nada, "sólo Camila".- Esbozó una sonrisa cuando vio mi cara de pocos amigos, entendí su mal chiste a la perfección y no me causó nada de gracia así que sólo rodé los ojos y me dispuse a mirar los diplomas que adoraban las paredes de esta aburrida oficina.
-Lauren Jauregui, tu sal y espera afuera. Lo tuyo es para rato.- Intervino la directora en la oficina. La morena se paró y de mala gana salió de la habitación murmurando por lo bajo algo que no entendí.- Camila Cabello, siento la demora, estaba arreglando unos asuantos con unos profesores. Pero ya estoy aquí contigo.- Me explicó.- Soy Janeth Morgado, directora de la Universidad, pero te agradecería que me llamaras por directora ó Sra Morgado.- Terminó su bizarra presentación y me dedicó una desagradable sonrisa. No me caía bien esta mujer, pero no podía hacer más que disimular.
-Oh si, Sra Morgado, un gusto.
-Bueno, estuve viendo tus expedientes y eres una gran alumna, así que va a ser un placer tenerte en nuestra Universidad. Espero no falles como fallaste los primeros meces en la UWC.- Y tenía que recordarmelo la muy desgraciada, que buena bienvenida.
-Oh no, no. Lo que pasó allí fue solo un quiebre. Pero aquí no pasará, se lo aseguro.
-Muy bien, entonces aquí las llaves de tu habitación y tu plantilla con los horarios. Hoy es día libre porque hay muchas inscripciones nuevas, pero mañana ya arrancas.- Me comentó mientras me daba unas llaves y la plantilla de horarios.
-Muchísimas gracias, directora.
-No hay de qué, ya podes retirarte. Ah, y si todavía está sentada afuera, dile a la chica que estaba acá hoy que puede pasar. Muchas gracias.
-Sí, le digo. Gracias a ustedes.- Salí de la dirección algo enojada, no entendía la personalidad de esa mujer, era muy asquerosa. Unos bancos lejos de la puerta vi a Lauren sentada, así que le acerqué a decirle lo que la señorita Morgado me había pedido.- Lauren...
-¿Qué sucede sólo Camila?- No puede evitar sonreír cuando ella lo hizo.
-La directora, me pidió que te dijera que vayas.
Rodó los ojos en un gesto de desagrado.- Ok, gracias por avisar.- Se paró y se fue dejándome sola.
****
342, hacía minutos estaba dando vuelta la Universidad buscando esa maldita habitación y no la encontraba, hasta que por fin la vi frente a una escalera. Coloqué la llaves en la cerradura, pero noté que ya estaba abierta así que sólo giré el platillo y entré. Dentro me encontré con una chica tendida en la cama, era de pelo morocho también, pero con tes un poco más oscura que Lauren. Tenía un tatuaje en el muslo izquierdo, un lobo por lo que vi, y algo en árabe en el abdomen. Cero pearcings. Cuando me vio se incorporó de su pose principal y me dedicó una agradable sonrisa.
-Hola, soy Verónica, Verónica Iglesias. Tu compañera de cuarto, puedes llamarme Vero si quieres.-Se paró y me dio un caluroso abrazo.- Bienvenida a UMC, espero pases bien acá.
-Hola, soy Camila Cabello.- Contesté luego de corresponder su abrazo.- Puedes llamarme Camila, o Mila como me llaman todos. Muchas gracias por la bienvenida.
-Un placer Mila, espero estés cómoda compartiendo habitación conmigo. Y espero mis amigas no te incomoden o hagan sentir mal, son medias repugnantes a veces, pero buenas personas en el fondo.
-No hay problema.- Le dediqué una pequeña sonrisa.- Si no te molesta, voy a ir acomodando mis cosas. El viaje de Washington hacia acá fue un poco agotador, y me gustaría darme una ducha para recostarme un rato.
-No pasa nada, acomoda tranquila. Yo voy a estar en mi cama cualquier cosa que necesites, prometo que te dejaré dormir y ni te enterarás que estoy.- Ambas reímos un poco y luego Verónica se fue a su cama así que yo me puse a arregla mis cosas.
Era un placer darse una ducha luego de un viaje tan largo, así que estuve dentro de ella unos cuantos minutos. Ya estaba extrañando un poco a mi padres, y a mi hermana, por supuesto. La verdad me daba un poco de miedo estar sola los dos años que me quedaban de Universidad, pero Verónica parecía una chica agradable y si sus amigas eran así como ella, tenía la esperanza de hacer amigas.
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After You (Camren)
FanfictionLauren Jauregui: La "popular". Una chica ruda, segura de si misma y de cada una de las decisiones que en su vida toma. Aunque tiene una historia y un pasado difícil, siempre decidió mirar la vida de frente y con la mejor cara. Pero con un gran defec...