After You (Camren)

CUATRO

Lauren

La hora pasaba lenta, y literatura no era de mis materias favoritas. No por la materia, si no por la profesora. La señorita Smith, vieja petisa con asento británico muy remarcado, era la mujer más molesta que había conocido. Hacía que la materia sea aburrida e intolerante.
Así que mientras todos debatían sobre el final de cumbres borrancosas yo me disponía a trabajar en mi pasatiempo favorito, dibujar. Empece a trazar lineas y curvas, sin tener una idea de lo que estaba dibujando. Pero para cuando tocó el timbre de receso en mi hoja tenía un claro y perfecto retrato de Camila. Sonreí al verlo y lo guardé en el interior de mi bibliorato para salir al receso y encontrarme con ella.

Tal y como le había dicho, en una mesa al costado de las ventanas se encontraba la morena a la que me encantaba molestar. Estaba sentada mirando para el campus y con un café entre sus manos. Se encontraba sola y perdida, así que luego de pedirme un café con media luna fui hacia la mesa con ella.

-Pink princess.- Llamé su atención mientras me sentaba frente a ella.- ¿Hace mucho me estás esperando?

- Bastante.- Aseguró dando un sorbo a su café.- Espero no te moleste que me haya pedido algo para tomar, moría de hambre.

- No, para nada. Traje algunas media luna para comer, por si queres.

- Gracias Lauren.- Le dediqué una sonrisa a la que respondió y nos quedamos en un silencio el cual Camila rompió minutos después.- ¿Te molesta si te digo Lolo? Quisiera darte un apodo propio, que nadie más use.

-No me molestaría en lo más mínimo,- Aseguré- pero la mayoría de las personas me llaman así y no sería solo tu apodo.- Le expliqué.

-Oh.- Agachó la cabeza y se dedicó a observar su café apenada.

-Pero podemos conseguir otro apodo.- La animé.- Mis amigas me llaman Lauren y mi familia Lolo, así que cualquier otro apodo sería propio de ti.

Sus ojos se iluminaron y fueron acompañados por una preciosa sonrisa.- Voy a pensar uno en la próxima materia y luego te digo cual elegí.

-Okey Cabello, voy a pensar uno para ti también.- Rodé la mesa y le deposité un beso en la cabeza para luego dirigirme a mi próxima clase de Historia.

****

Hoy no era mi día, eso estaba claro. Trabajábamos la segunda guerra mundial, pero hoy yo no estaba prestando atención a clase. Mi cabeza daba vueltas en una sola persona, Camila, y me sentía un fracaso. Una de las desventajas de ser lesbiana, a parte de ser poco aceptada, es que muchas veces nos enamoramos de mujeres heterosexuales. Y con eso estamos jodidos. Claro que no me consideraba enamorada de Camila Cabello, pero si estaba sintiendo una conexión a ella que no sentía desde que había terminado con Alexia.
Mientras mi mente se llenaba de absurdos pensamientos empecé a escribir en mi cuaderno distintas cosas relacionadas a ella; apodos, algún que otro pequeño dibujo, frases, corazones y de más.

-Por dios Lauren para.-Susurré a mi misma. Pero medio salón volteó a verme, no fue un susurro después de todo.

-¿Se encuentra bien señorita Jauregui?- Cuestionó el profesor Lewis.

-Yo am...podría, ¿podría retirarme un momento?- Pedí casi de rodillas al profesor.

-Por supuesto,- Asintió- ¿pero está todo en orden?

-Desde luego, sólo estoy un poco mareada.- Expliqué y salí del salón casi corriendo.

Me dirigí hacia los baños de la universidad y me mojé el rostro con un poco de agua fresca. Tomé mi teléfono del bolsillo y disqué el número de Ally.

Ally era amiga mía de la infancia, nuestras madres habían trabajado juntas y desde ahí nos conocíamos nosotras, ella era tres años más grande que yo, pero a pesar de eso siempre habíamos sido mejores amigas. Cuando Ally cursaba su segundo año en el liceo y yo quinto de escuela, entramos a una Academia de baile donde conocimos a Normani y Dinah, ellas dos se conocían desde pequeñas también y se hacían llamar《primas》aunque no lo eran. Poco tiempo después de conocerlas nos hicimos las mejores amigas, inseparables. Aunque ahora estábamos en distintos rumbos, aún así seguíamos siempre unidas y apoyándonos.

El teléfono dio el tercer tono y la voz de mi dulce amiga fue música para mis oídos:

-¿Lolo? ¿No tendrías que estar en clase?- 《Siempre tan controladora》pensé a mis adentros.

-Le pedí un momento al profesor, no me sentía bien.- Expliqué defendiéndome.

-¿Está todo bien? ¿Necesitas que vaya para allá?- Se preocupó Ally.

-Sí, necesito que vengas. Junto a Dinah y Normani. Tengo algo que hablar con ustedes.- Rogué.

-Bueno, yo hablo con ellas y cuando salga del trabajo las paso a buscar y te vamos a ver. Tu tranquila.- Ally era mágica, así la describía yo, ella tenía una poción en sus palabras que siempre me hacían estar tranquila.

-Si, las espero. Gracias pequeña.- Dije y enseguida colgué para dirigirme a clase de nuevo.

La mañana terminó y luego de comunicarme con Ally pude estar más tranquila.
Camila se encontraba esperándome junto al casillero, le dediqué una pequeña sonrisa cuando llegué junto a ella y lo abrí para guardar nuestras cosas.

-Estaba pensando que, si no te molesta y queres, juntarnos esta tarde, en el campus no más, a pasar el rato.- Me comentó Camila, y.moría por decirle que si, pero había quedado con las chicas, y no podía fallarles.

-Camz, me encantaría, pero hoy iban a venir a visitarme unas amigas de afuera. No las veo hace unos cuantos meses, y las extraño.- Le expliqué apenada por tener que rechazar su propuesta.

-Si entiendo, no es nada, podemos arreglar para mañana, u otro día.

-Mañana está bien, Camz.- Afirmé y caminé hacía la salida con ella junto a mi lado.

-Camz, me gusta ese diminutivo.- Confesó.

-Bueno, estoy esperando por el mío.- Comenté junto a una guiñada.

-Estaba pensando en llamarte Lern, pero lo siento un poco raro. No sabría si te gustaría.

-Lern es perfecto, y me gusta cuando lo pronuncias vos.- Mis palabras hicieron que ella de sonroje un poco.- Voy para el otro lado, así que aquí nos separamos. Nos vemos mañana, Camz.- Dije depositando un beso en su mejilla y caminando rumbo al este.

-Nos vemos mañana, Lern.- Dijo dedicándome una sonrisa y comenzó a caminar hacia el oeste.

Y luego de esas palabras fue que me decidí, tenía que conquistar a Camila Cabello.