After You (Camren)

TRES

Camila

Las chicas se habían decidido por ver sinister  y yo no podía ocultar el terror que tenía. Siendo sincera las películas de terror no eran mi fuerte, y esta me estaba dando mucho miedo.

-¿Tenes miedo, Camila Cabello?- Susurró Lauren en mi oído e hizo que mi piel se ponga como la de una gallina.

Negué levemente, pero enseguida me retracté cuando tuve que cubrir mi rostro por una parte terrorífica de la película. La miré por lo bajo y asentí levemente.

-Tranquila Cabello, es sólo una película. Fantasía, nada de realidad.- Explicó la morena.

-Pero al principio dice basada en una historia real.- Argumenté.

-Eso son sólo pavadas, para aumentar en miedo en la gente como vos.- Rió por lo bajo y yo decidí ignorar su comentario.- Pink princess.

-¿Qué?- Pregunté desentendida.

-Pink princess.- Repitió y señaló mi pijama. Y lo entendí, ella lo decía porque estaba con el pijama y una toalla envuelta en la cabeza. Todo era rosado, pero aún no entendía porqué me había llamado princesa.

-¿Por qué princess?- Cuestioné.

-Porque lo eres.- Lauren rodeó con su brazo izquero mi cintura y me atrajo un poco más a ella. Acción que me hizo estremecer, pero enseguida escondí mi rostro en el hombro de ella.

-Pink princess.- Sentí que alguien decía en mi oído. Abrí los ojos y vi el pálido y perfecto rostro de Lauren.- Te dormiste viendo la película y ya terminó.-Explicó.

Yo asentí y me mantuve amarrada a su cintura.

-Tengo que irme, Mila.- Informó Lauren y yo enseguida me separé de ella.

-Lo siento.- Dije y agaché mi cabeza.

-No pasa nada.- Rió.- Nos vemos mañana en el campus.- Depositóun beso en mi mejilla y se fue junto a Lucy y Anne.

-¿Qué pasó ahí?- Me preguntó Verónica mientras se sentaba junto a mi en la cama.

-¿Por qué lo dices?- Pregunté desentendida.

-Ay cariño, no soy tonta. Lo digo por la situación mientras mirábamos la película.- Explicó.- No te hagas la desentendida.

-No fue nada, tenía miedo y ella me explicó que no había motivo para tenerlo. Sólo eso.- Aseguré.

-Te dormiste abrazada a su cintura Camila Cabello, no me trates de tonta.- La interrogación de Verónica me ponía nerviosa, especialmente porque lo que le decía era cierto; no había nada entre Lauren y yo. Había sido sólo una situación incómoda y pasajera.

-Soy heterosexual.- Disparé sin pensarlo.

-¿Y? Yo también decía ser heterosexual hasta que conocí a Anne. Además, Lauren es lesbiana y sexi. No va a ser fácil mantener tu idea de sexualidad junto a ella.

-Dejemos esta charla acá por favor. Estoy muy cansada y tengo que arreglarme todo para mañana, no tengo tiempo para esto.- Y sin decir más me puse mis auriculares para no escuchar a Verónica y me dispuse a acomodar todo para mi primer día de clases.

****

No había sonado el despertador aún y yo ya estaba en pie para arreglarme e ir hacia el campus. Era el primer día y quería lucir bien, así que decidí ponerme un jean negro a juego con unas converse blancas, y en la parte superior una blusa blanca con unos tirantes. Me coloqué un pequeño moño en la parte superior de mi cabello y me di un pequeño toque de sombra y rubor que acompañé con un brillo labial. Estaba sencilla, pero me sentía bien, y espero sea una buena primera impresión para tanta gente.
Agarré de la cama mi bolso ya preparado y salí del cuarto directo al campus dejando a una Verónica dormida en la cama de al lado.

El campus de la univerisdad era un lugar grande y muy lindo. Estaba todo tapado de verde y habían cada tanto espacio mesas de ladrillo con bancos largos y del mismo material enfrentados.
La entrada a la universidad era por una larga y blanquisima escalera de mármol en la que se encontraban algunos alumnos sentados.
Nunca había aceptado el hecho de venir a esta universidad, pero ahora que veía lo preciosa y tranquila que era estaba más que feliz por la decisión final que había tomado.

-¡Camila!- Sentí que alguien gritaba a lo lejos y me giré para encontrarme con Lauren corriendo hacia mi. Traía puesto un jean blanco con unas cuantas roturas y unas vans, acompañado de una remera negra de The 1975  y sobre esta una campera de cuero negra también.- Hola Camila.- Dijo cuando llegó junto a mi y me saludó con un beso en la mejilla.

-Hola Lauren.-Dije animadamente mientras correspondía su saludo.

-¿Has visto a Vero y las demás?.- Preguntó.- Las estuve buscando y no las encuentro.

-Hasta que vine para acá Verónica estaba durmiendo.- Informé mientras caminaba hacia el interior y Lauren me seguía.- Pero a Lucy y Anne no las vi

-Seremos tu y yo hoy, conociendo a esas zorras no vendrán hoy.

-¿Por qué zorras?.- Pregunté ante el insulto de Lauren.
-Es sólo una forma de decir. Nos llamamos así entre nosotras.- Me explicó mientras agarraba sus cuadernos y cerraba su casillero.

-Oh, okey.- Dije tranquilamente.- ¿Podrías acompañarme hasta la dirección? No tengo casillero y necesitaría guardar mis cosas.- Lauren asintió y nos dirigimos hasta el despacho de la directoria Morgado.

-Adelante.- Respondieron del interior de la sala cuando golpeé así que me dispusea entrar.

-Buenos días directora, disculpe la molestia, pero necesitaría un casillero.

-Lo siento Cabello, pero la univerisdad está llena por lo que no hay casilleros disponibles. Va a tener que llevar y traer sus cuadernos todos los días, desventajas de entrar tarde a la univerisdad.- La señora Morgado me dedicó una sonrisa hipócrita y se giró dándome la espalda y de dedicó a ignorarme, así que salí del despacho.

-Podes guardar tus cosas en mi casillero si queres.- Ofreció Lauren.

-No te preocupes, no quiero molestar. No es problema traer todos los días los cuadernos.- Expliqué quitando importancia a la situación.

-No es molestia, Pink princess. Sólo tendrías que esperarme todos los días a la entrada para que pueda abrirlo y sacar tus cuadernos.- Asentí ante la idea de Lauren y nos fuimos hasta su casillero a dejar mis cuadernos.

-¿Qué tenes ahora?- Pregunté con la esperanza de coincidir.

-Literatura, ¿vos?

-Idioma, no coincidimos.- Respondí triste.

-No te preocupes, te espero en la cafetería, en una de las mesas junto a las ventanas, a la hora del receso.- Dijo Lauren y se fue hacia su clase despidiéndose con un gesto de mano.

Sonreí por lo bajo y me dispuse a aprovechar los quince minutos que me quedaban para buscar mi salón.