Capítulo 1

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Una vez que el auto se detuvo por completo quite las llaves y cerré los ojos tras apoyar mi cabeza en la parte superior del espaldar del auto, otro año más. Mire a mi alrededor atraves del parabrisa y recien alli empece a ser consciente de donde me encontraba.

Habían pasado ya nueve años desde aquel día, pero el venir aquí siempre es igual de doloroso como la primera vez. 

Cuando empecé a mover la cabeza al ritmo de aquella melodía fue que recién me percate de lo que estaba haciendo, aquella suave melodía había vuelto de entre mis recuerdos de forma involuntaria, como siempre suele hacerlo. Ya había dejado de tener esos sueños de forma tan frecuente tras el accidente, pero aún me resulta curioso cómo es que cada año y sin falta, solía tener aquel sueño poco antes de que llegue este día, como si se tratara de un recordatorio, un puñal en mi pecho que abria esa herida, solo para recordarme lo miserable que eran mis dias desde aquel accidente. 

El sonido de mi móvil vibrando pincho aquella pequeña burbuja que tenía alrededor, regresándome al mundo exterior nuevamente, tenía que moverme ya, así que me gire para tomar mi bolso el cual se encontraba en el asiento del copiloto. Una vez que me colgué la cartera al hombro, baje del auto y fui rumbo hacia el maletero, de donde saque los dos ramos de flores que había encargado especialmente para hoy, al cerrar el maletero, presione el botón de mi llavero para que el auto se cerrara por completo y me dirigí hacia la puerta de ingreso del cementerio.

"Vamos, sé que nos vamos a divertir"

Aunque habían pasado ya más de nueve años de lo ocurrido, aun veía este lugar con la misma cantidad de gente por estas fechas, muchos padres recordando la dolorosa partida de un hijo, muchos hermanos llorando la pedida de sus hermanos, amigos recordando a sus amigos, flores amarillas y blancas abundaban por donde sea que miraras. Aunque habían pasado ya más nueve años, el dolor seguiría siendo igual o incluso hasta peor como aquel día.

"Hay que vernos de nuevo..."

Con cada paso que daba sobre los caminos de tierra en medio de la grama, adentrándome más en aquel lugar, sentía como un nudo se formaba en mi garganta, impidiéndome el respirar con regularidad con forme me iba acercando a ellos junto con aquel dolor en mi corazón. Mis ojos iban llenándose de lágrimas que intentaba contener, sin éxito, me salí del camino y continúe, caminando entre la grama, la cual hoy había sido decorada con diversos tipos de amarillos por doquier, desde flores, globos, cintas y más, hasta llegar a sus lapidas, aunque tenían diferentes fechas de nacimiento, compartían la misma fecha de deceso. Pero lo que me sorprendió es que ambos compartían un pequeño ramo de girasoles, envueltos con un lazo amarillo el cual sujetaba una pequeña notita en cada uno de estos, me acerque al de ella y al agacharme leí con atención la nota que tenía el suyo.

"Para mi adorada JinSoo."

Adorada, solo había una persona que solía llamarnos así, solté un suspiro, sabia quien había sido, escrita con mucho cariño, por una mano temblorosa pero que puso mucho esfuerzo a pesar de su avanzada edad, la señora Kang, la abuela de YeoSang había sido autora de este gran detalle.

Me gustaría haber podido encontrarme con ella, no la había visto en los últimos dos años y aunque una parte de mi quería verla, abrazarla, saber cómo se encontraba después de tanto tiempo. La otra parte me decía que era mejor así, que siguiera manteniendo mi distancia, ya que aunque ella no lo decía, la tristeza en sus ojos decía mucho más que sus palabras, al verme a mí, y no a su nieto, como un recuerdo viviente y doloroso de que lo que ella perdió. A alguien a quien ella mucho amo.

"Luego que nos saquen de aquí, hay que ir a comer juntos..."

Al cerrar los ojos aun escucho sus voces, sus risas, aun puedo verlos con sus chalecos salvavidas ya puestos, sentados a lo largo del pasillo, como algunos grababan con sus teléfonos lo que iba ocurriendo, o hablando con sus familiares, diciéndoles que estaban bien, que pronto vendrían a sacarnos de aquí. Me arrodille sobre la hierba, entre ellos dos y deje cada arreglo que yo había traído al lado del ramo de girasoles.

goodbye, captain |ATEEZ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora