Capítulo 13

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Ayer sin duda había sido uno de los días más agitados que habia tenido en todo el Treasure hasta ahora, pero probablemente lo haya sido más para YeoSang que para mi, por lo que no me sorprendia que el medico estuviera ahora durmiendo tan profundamente con los brazos cruzados sobre la mesa, fui a la habitación y saque la manta que habia sobre su cama, para poder ponerla sobre la espalda de mi compañero y luego me acerque hacia la puerta para cerrarla con cuidado, para evitar que este resfriara despues. 

Pense en cargarlo, pero mi pierna aun no estaba completamente recuperada por lo que sin duda ambos caeríamos y eso podria hacerle enfadar a YeoSang aun más. 

Con cuidado fui recogiendo cada uno de los pequeños frascos de vidrios, cerrando algunos abiertos y verificando que otros lo estuvieran correctamente, para luego regresarlos a su lugar entre los estantes que habían en aquella habitación. 

Solo espero estar haciendo esto correctamente, para que cuando YeoSang despertara no tuviera que lidiar con mi desastre. 

Una vez que termine con los frascos, fui a ordenar los libros, formando una pila de ellos a un lado, todos a excepción de uno, el cual YeoSang estaba usándolo como almohada, temporalmente. 

Pensar en el caos que hubo por aquí en la mañana, comparado con el infinito silencio que ahora reinaba entre todos los que dormían por aquí, lo cual me hizo soltar un largo suspiro, de tan solo recordarlo me hizo sentirme algo abrumada. Sin duda fue una madrugada agitada para todos. 

Ocurrio una pequeña explosión en la bodega de armamentos, lo cual despertó a todos, HongJoong-hyung claro que estaba más que enfadado porque hubo muchos heridos y hasta perdidas de materiales, lo curioso era que ninguno de los afectados explicaba que fue lo que ocurrio en ese entonces, hasta que horas después, al parecer la culpa le carcomió a uno e hizo que este confesara. 

Alguien no tuvo mejor idea que infiltrarse en la bodega con una botella de alcohol para que no sea pillado en medio de la noche tomando en mar abierto en lugar de estar cubriendo su puesto, pero parece que subestimo sus capacidades con la bebida y termino haciendo un par de idioteces, estando borracho. 

El Treasure apenas se movía, estaba anclado, el capitán había decidido hacer una parada de emergencia para poder reparar la zona afectada del barco, por suerte que no fue tan grabe como creimos en un principio, escuche que si hubiera sido más fuerte la explosión y dañado el casco del barco, pues ya estaríamos nadando con los peces, pero si se perdió muchas provisiones y gran parte de nuestro cargamento de armas y pólvora.

—...lo...lo siento...— un susurro me llamo, voltee a buscar de donde se originaba, cruzando miradas con uno de los heridos que habia despertado, le suplique en silencio que no hiciera ruido y me acerque a él, rodee el pequeño colchón hecho de forma improvisada con telas y paja que descansaba en el suelo, hasta que logre llegar a la espalda de nuestro tripulante, tome el trapo que se encontraba en el pequeño balde de madera lleno hasta la mitad de agua y lo volvi a colocar sobre la herida que tenia el joven en su espalda. Todo su cuerpo se tenso, la explosión le tomo por sorpresa a él y a sus demás compañeros, uno de los seis heridos que tuvimos, quienes descansaban en sus respectivas hamacas en una de las bodegas del Treasure, a este joven las esquirlas de madera le hirieron la espalda luego del estallido, a otros parte de las piernas, manos y a uno desafortunadamente perdió un ojo. Algo que sin duda no iba a olvidar era el rostro de MinGi-hyung cuando vio a su compañero siendo sacado de la bodega cargado por otros dos, con la mejilla sangrando y su mano cubriendo su ojo derecho. Ahora este descansaba a un par de metros de donde yo estaba parada, con un parche cubriendo su herida. —...gracias. — murmuro mi paciente cuando termine de atender su herida, provocando que una sonrisa apareciera en mis labios, aquellas palabras se sintieron como una recompensa ante mis actos, me levante y fui al escritorio de YeoSang en donde descansaba un cuenco de porcelana con un ungüento que él habia hecho para aliviar el dolor. 

goodbye, captain |ATEEZ|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora