goodbye, captain |ATEEZ|

Capítulo 4

— ¿L-la horca? — esto debía de ser un chiste, ¡esto debía de ser un mal chiste! 

Aquel viejo regordete que desprendia una gran aura de autoridad fue el primero en irse del lugar, al ver a esos tres idiotas, claramente aun estaban insatisfechos por no haber terminado con su reparto de golpes a WooYoung y a mi, el que tenia las llaves consigo la saco de uno de los bolsillos delanteros de su chaqueta y cuando estaba a punto de meterla a la cerradura d emi puerta, alguien los llamo. Este chasqueo la lengua y sin más otra alternativa guardo nuevamente las llaves y junto a sus compañeros se retiraron del lugar.

—Ah, mierda...— maldijo San por lo bajo al intentar levantarse. —...como duele. —aquellas palabras aun retunbaban en mi cabeza, no tenia ni idea de donde me encontraba y ahora resulta que me van a colgar, mi respiración empezo a acelerarse, claramente iba a tener otro ataque de panico en estos momentos. —Sera mejor que no te desmayes de nuevo niño...— exclamo San al percatarse de como estaba respirando. —No tenías que intentar hacerte el héroe, ¿de dónde saliste pendejo? — en serio esto debe de ser un mal chiste. —Lanzarte a un soldado, de la marina sin arma alguna, sin un plan, si no eres un ladrón probablemente seas un simple lunatico...

— ¿Ladrón? — le devolví la pregunta. —Yo no he robado nada...— le mire seriamente. 

—¿Entonces por que terminate encerrado aqui con nosotros?— me pregunto.

—Eh, no...no lo se...—San rodo los ojos como si no me creyera, en efecto, este no era el San que yo conocía. — ¿WooYoung, estas bien? — le pregunte a quien se había llevado la peor de las partes esta ocasión, este asintió ligeramente, pero no me convencía, claro que no estaba bien luego de aquella golpiza.

—Ja, San no puedes negar que esa golpiza fue genial. —rio. —No importa que ellos hayan dicho que es un debilucho, él les hizo comer algo de tierra. — sinceramente sus palabras fueron de aliento para mí, en esta situación, este se levantó, con mucha dificultad y fue hacia los barrotes, mirando hacia donde se encontraba su compañero, solo para agachar la cabeza nuevamente, lo sé, yo también he tenido esa sensación de vértigo y mareos luego de un fuerte golpe, es horrible. —Pero si fue un movimiento estúpido. — oh, genial y allí se fue por la borda el poco aliento que tenía, se que lo que hizo no estuvo bien y que probablemente eso ayudo a que terminara en la horca, pero no iba a quedarme de brazos cruzados al ver como golpeaban a mis amigos, o cierto, acabo de recordar que ellos no son en realidad mis amigos, la verdad no tengo ni idea de que son, si era verdad lo que dijo ese sujeto, ellos eran unos...

—¿Piratas?— me pregunte a mi misma, atrayendo los ojos de San hacia mi.

—Exacto. — respondio San. —No necesitabamos que nos ayudaras, hemos estado en peores situaciones y WooYoung ha aguantado peores golpes...—añade, como si quisieran justificar lo que había pasado de alguna forma, pero no debería. —Oye Wooyo, ¿estás bien no? —los dos miramos hacia la celda de él, este parecía algo desorientado aun, pero alzo su mano levantando un pulgar afirmándonos que se encontraba bien, por ahora. — ¿Y tú niño? — San se refirió a mí ahora, yo aún seguía en el suelo, respirar me costaba, ya que los idiotas habían estado pateando mis costillas, las vendas amortiguaron un poco, pero aun así sé que esto iba a dejar moretones por varias semanas, aunque no sé si logre averiguarlo, por que parece que me colgaran dentro de unas horas.

—Esto debe de ser un sueño...— murmure mientras colocaba mis manos en el suelo y tomaba impulso para levantarme.

— ¿Te duelen los golpes? — pregunto San, asentí ligeramente, ya que la cabeza aun me daba vueltas. — Pues allí lo tienes, no lo es. — aquel tono burlón, sarcástico que usaba, me estaba empezando a fastidiar un poco. Escuchamos nuevamente a alguien aproximándose, me tense de inmediato, ya que pensaba que era alguno de aquellos soldados en busca de venganza, o solo más diversión a costa de nuestro sufrimiento.