—No, no, no voy a hacerlo—dijo el más adulto mientras negaba.
—Pero tío Stan... No tiene donde más quedarse, por favor deja que se quede en la cabaña del misterio—suplico Dipper una vez más.
Habían estado discutiendo una y otra vez en la entrada de la casa desde hacía ya un buen rato, y la razón era muy sencilla, no se ponían de acuerdo. El tío Stan no quería que tener otra boca más que alimentar contando a la de Ford, y Pato más la de ellos tres. Sería un gasto de dinero terrible.
—No, no y no, te lo llevo diciendo desde hace un rato, no me alcanzaría el dinero—negó de nuevo, se acercó un poco a Dipper y susurró—Además tenemos un invitado allá abajo.—se dirigió hacia lo oficiales que estaban de acompañantes de Bill. Dipper también se volteó.—Lo siento oficiales.
—Tendrá que quedarse en un celda en prisión, no se preocupen, estará en una celda aislada donde no puedan hacerle daño—respondió el más bajo de los dos.
—¡Yu-Hoh!—gritó el más alto con una campanilla en la mano. Dipper estaba sudando, no quería de Bill se fuera por allá. Quería que se quedase. Y fue entones cuando puso su última carta sobre la mesa.
—¿Y si trabajara en la cabaña del misterio?—preguntó al tío Stan. Este alzo una ceja. Y dudó por un instante, si, en efecto, necesitaban otro empleado que les ayudará. Dipper había dado en el clavo perfectamente. Pero la batalla aún no había terminado.
—¿Y dónde dormiría?—preguntó. El signo Pino se mordió el labio.
—Puede dormir conmigo.—respondió. Stan suspiró.
—¿Solo será por unos días?—preguntó dirigiéndose hacia los oficiales.
—A lo máximo una semana—informó el más bajo de los policías.
—Esta bien, ¡pero no más de tiempo!—accedió Stan. El más joven suspiró aliviado. En ese momento llegó Bill y con sus dedos toco un poco la espalda de Dipper para llamar su atención. El aludido se volteó encontrándose al rubio con unas piedrecitas brillantes en las manos.
—Encontré algo, —dijo mientras le mostraba lo que había encontrado.—es lindo, y te lo quiero regalar—así que se lo dio en las manos. —¿Pero que es?
—G-Gracias—Dijo sin saber cómo reaccionar. Stan miró curioso que había encontrado. Abrió la boca y los ojos de asombro.
—Señores... Pueden tardarse todo lo que necesiten.—dijo mientras agarraba las pequeñas piedrecitas.
¿Quién no quisiera quedarse con un invitado que encuentra oro?
-.-.-.-
—¡¿Qué?!
—Dipper, amo que durmamos juntos, no quiero a... ¿Cómo dices que se llama?—reclamó Mabel.
—Bill—repitió el aludido.
—No quiero que Bill se quede con nosotros, ¡no podría tener pijamadas con las chicas!—gritó Mabel. Realmente quería quedarse con su hermano y si tenía a alguien más no podría estar con él, ni saber cómo sigue además de no tener ni idea de por qué se había puesto de esa manera. No lo quería lejos, ¿era eso mucho pedir?
—Creo que debería de ir con los policías—dijo Bill escuchando la pelea entre los dos hermanos.
—Mabel por favor, sólo será alrededor de semana, te prometo hacer lo que quieras después, pero...—insistió Dipper.
—Que se quede con el Tío Stan, no con nosotros—interrumpió Mabel. El signo Pino suspiró. Otra vez esta actitud egoísta. A este paso terminaría odiándola a más no poder.
—¿Acaso quieres que se quede en la comisaría?—contraatacó Dipper.—¡No va a ser todo el verano! ¡Sólo serán unos días!
En medio de aquella conversación, Bill suspiró. Quería quedarse con Dipper, no con... Mabel. Pero no podía hacer nada, ella decía que no había espacio, ¿cómo podría competir contra eso? Miró a su alrededor algo incómodo por la discusión de los hermanos en la puerta de la habitación. Un punto le llamó la atención. Se dirigió a aquel lugar sin ser notado. Cuando llegó a la pared la toco, sintiendo como está cedía un poco. Empujó más.
Y descubrió que era una puerta.
—¿Bill?—preguntó ignorando a Mabel y encaminándose hacia dónde estaba el mencionado.
—¡Dipper! ¡Te estoy hablando!—reclamó Mabel. Se estaba empezando a molestar un poco. Quería a su hermano solo para ella. Y no se rendiría tan fácilmente. Fue con ellos. El joven Pines ayudó al rubio a empujar.
Y así fue como descubrieron una habitación secreta. Una de las tantas en la cabaña del misterio.
—Wow... Debería de dedicarme a buscar cosas—dijo riendo un poco. Los dos hermanos se quedaron algo estupefactos.
—P... ¿Pero que es eso?—atinó preguntar Mabel.
—Esto es... ¿Una habitación?
-.-.-.-.-
—Bueno, ¿y quien se queda aquí entonces?—dijo el tío Stan una vez acomodo las cosa. Sabía que Bill se iba a quedar allí, pero quizo preguntar por si acaso.
—Yo quiero quedarme con Dipper—dijo Bill mientras inconscientemente abrazaba al mencionado por la espalda. Dejó a todos los demás incrédulos. Bueno, quizás no tan inconsciente.
—¡No!—respondió Mabel. Claro que no se dejaría de ese Bill.—No me alejaré de mi hermano.
—Ah... Mabel—empezó el castaño, pero fue interrumpido por Bill.
—¡No me alejaré de ti Dipper!—volvió a reclamar Mabel.
—A penas estaremos a unos metros—dijo Dipper con un todo de voz algo bajo y avergonzado.
—Si no me quedo con Dipper no será con nadie más y me iré a la comisaría de nuevo.—replicó el rubio con mirada decidida. Apretó un poco más al castaño que tenía entre brazos, de manera que parecía diciendo "él es mío". Aunque en sí, era un acto demasiado extraño, en exceso. Pero Stan le restó importancia, tenía a un tipo que podía encontrar oro, ¿qué más podría pedir?
—Pues ve de nuevo, pero a mí no me quitarás a Dipper.—dijo Mabel crispándose de brazos enojada por la reacción de Bill. ¿Quién demonios se había creído para abrazar de esa manera tan cariñosa a su hermano? ¡Era algo inaceptable!
—¿Qué tal si mejor yo me quedo en él habitación extra?—Propuso Dipper al momento en el que empezó a tratar de deshacerse del agarre del rubio pero... Obtuvo el efecto contrario, le abrazaron con aún más fuerza.
—¡NO!—Gritaron al unísono. Tanto Stan como Dipper abrieron los ojos a tope sorprendidos. Fue en ese instante cuando el adulto mayor decidió intervenir.
—Mabel, cariño, deja que tu hermano se quede con él—dijo Stan.
—Pero tío Stan...—reprochó Mabel.
—Nada de peros Mabel, solo será una semana—sentenció el Tío Stan.—ve arreglando tus cosas, no creo que Bill quiera una decoración femenina en su cuarto temporal.—Y con esas palabras, Stan se retiró al primer piso con Mabel detrás suyo reclamándole.
Bill sonrió. Había ganado la batalla.
—Ah... ¿Bill?—preguntó Dipper.
—¿Si?
—Ya puedes soltarme.—dijo avergonzado.
—No.
—¿E... Eh?
—Me gusta estar así, eres muy suave Pino.
-.-.-.-.-
El salseo.... Ha comenzado (????Vale vale, sé que es algo corto pero... Entre en temporada de exámenes y solo puedo escribir mientras me vengo en el bus para llegar a casa uwu así que... Haré lo que pueda, y espero que les haya gustado mucho el capi :3
Nos leemos!!
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Marioneta (En pausa)
Fanfic¡Atencion! Este escrito tiene contenido medianamente spoileador, asi que si no has visto not that he seems o no lo que parece en adelante, por favor miratelos primero y despues si vienes a leer. Quedas avisado Despues de lo sucedido con los dos Stan...