Tu Eres Mi Refugio

2.9K 246 12
                                    

Me encuentro en un pasillo blanco no existe nada ni nadie sólo yo, al fondo divisó una puerta de doble cerradura, sin darme cuenta mis pies me conducen hasta donde esta se encuentra. Cuando llegó veo que esta es la misma puerta de mi cuarto de juegos, al abrirla inmediatamente siento rabia y repulsión conmigo al ver la escena...

-¡Cuenta Anastasia!-estoy en el banquillo de castigo... Castigando... A Ana

-Uno!!!- grita Ana con voz doliente.

-Te voy a dar seis azotes por desobedecer me.

Quiero parar ya con esto pero mi cuerpo esta inmóvil, intento cerrar los ojos pero me es imposible, sólo escuchó los sollozos de mi Anastasia y así presenció un acto imperdonable: azote, grito, azote, grito..

-Seis- susurra Ana con voz cansada. El monstruo que cometió semejante acto imperdonable ósea yo, suelta el cinturón de cuero y se dispone a tomarla, pero veo como Ana se remueve y lo que dice me deja petrificado- NO TE ATREVAS A TOCARME- me veo a mi mismo consternado- ERES UN MALDITO HIJO DE PUTA.

-Ana... yo...-intento defenderme.

-NO HAY ANA QUE VALGA.... SOLUCIONA TUS MALDITAS MIERDAS GREY!.

Y sin más sale de la habitación

-Ana no te vallas!!! Ese no soy yo!!! Nunca te lastimaría!!! ... Ana!!!!- pero mis palabras son en vano ya que ella sale azotando la puerta y el hijo de puta que soy esta sólo en sus sombras..
-----------------------------------------

Despierto bañado en sudor, lo primero que hago es ver en mi Blackberry la hora y divisó las 02:15 de la madrugada, enciendo la lámpara de la mesa de noche y buscó por la habitación a alguien que me demuestre que sólo fue un sueño.. No una pesadilla... Y ahí esta mi Diosa junto a mi.. En mi cama.. Conmigo, su respiración es pausada y tranquila.
Con mis manos acarició su cabello el cual esta todo desordenado y una sonrisa se forma en mis labios por como nos encontramos: ella sólo con su camisa blanca de seda y sostén y yo con toda mi ropa y mi miembro afuera de mis pantalones. Pero la sonrisa se me borra al recordar la pesadilla y mis sombras las cuales estaban en la oscuridad vuelven a aparecer para atormentarme... Con cuidado me levantó de la cama, me quitó la ropa y me colocó un pantalón de pijama, me dirijo hacia desde ahora mi segundo refugio. El piano. Porque el primero yace acostada en mi cama.

Las teclas liberan el preludio de Chopin llevando con su magistral sonido mis remordimientos, tocó y tocó sin darme cuenta del tiempo y del espacio, el piano siempre ha sido mi confesor, mi medio para expresar lo que en palabras no puedo....

Cuando término de tocar siento unos pequeños aplausos provenientes del pasillo. ¿ Desde cuando esta ella ahí escuchándome? Con mis manos hago una señal para que venga y ella tímidamente se va acercando.

-Tocas muy bien el piano- me dice cuando llega.

-Siento haberte despertado.

-No tienes nada que sentir Christian, desperté y no te vi y el sonido del piano llamó mi atención y te vi tan sumergido en el que no quise molestar.

-Nena tu nunca vas a ser una molestia.

-Es una melodía agónica... Hermosa pero triste a la vez ¿Es así como te sientes en estos momentos?

La miro y sigo sin saber como hace para desarmarme y leer mis más profundos pensamientos

-Sólo tocó lo que me gusta- me encojo de hombros restándole importancia- pero lo cierto señorita Steele es que usted tiene que dormir.

Los cuadros de:Mi Diosa de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora