Sin ti soy....

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Durante el camino hacia el hospital nunca solté la mano de Ana, quería transmitirle lo que ella significa para mi, me destrozaba verla inconsciente sin abrir sus ojos, los paramedicos me dijeron que posiblemente su cabeza sufrió algún golpe fuerte y el trauma ocasiono la perdida de conocimiento, eso o posiblemente también el impacto al ver las fotos colgadas en toda la habitación.

LA HABITACIÓN!... mierda.... las fotos, Leila, Elizabeth.. lo único que recuerdo es a Taylor detrás de mi corriendo con Ana, pero después... mi mente no esta en esos detalles ya que ahora mismo mi mayor temor y preocupación es Ana.

Llegamos el hospital general de Seattle y llevan a mi nena hacia un pabellón al cual no puedo ingresar.

-No lo entiende!, ella es mi novia!, necesito estar con ella!- digo desesperado al enfermero encargado.

-Señor- Grey, respondo- entiendo su angustia pero no se preocupe la paciente esta en buenas manos y cualquier avance se lo haremos saber inmediatamente.

-Es que no sabe usted quien soy yo!- me encuentro a mi mismo gritándole a este pobre trabajador que muy poco tiene que ver con mis problemas, pero  necesito estar con ella.

-Señor Grey cálmese por favor y acompáñeme a revisión hay lo esta esperando la doctora Shepard.

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 Ha pasado una hora y nada que se sabe nada de mi Ana, la doctora Shepard no encontró ninguna anomalía en mi pero si me mando a descansar.. ¿descansar? Eso es lo que menos deseo y puedo hacer en este momento, no sin mi Ana, no hasta que hablemos... No hasta que me perdone...

-Señor, permiso para hablar- Taylor esta al lado mio con una taza de café, la verdad no se cuando llego y siendo sincero no me importa, pero tomo la taza y le doy las gracias.

-Adelante- susurro.

-Me encontraba ayudando a la Señorita Steele  con sus maletas, nos disponíamos a ir a Sea-Tac como usted ya sabia, tenia todo el perímetro asegurado, cuando de un momento a otro sentí un golpe en la cabeza y la perdida parcial del conocimiento lo ultimo que recuerdo es a dos hombres llevándose a la señorita Steele a la fuerza y metiendo la en una camioneta negra, cuando recobre el conocimiento  lo primero que hice fue llamarlo a usted pero su teléfono esta apagado, así que mis instintos me llevaron a la conclusión que ya se habían comunicado con usted y esto lo confirme al llegar al escala y ver que la caja fuerte estaba abierta y no se encontraban las maletas que usualmente utiliza usted para llevar su ropa e implementos deportivos, así que con Welch rastreamos la ubicación del automóvil en el cual se movilizo y con mis contactos del ejercito y policía logramos encontrarlo a usted y a la señorita Steele.

-Taylor créeme que si estuviera el otro yo, hace mucho te hubiera mandado al mismísimo laberno de una patada en el culo, pero eres mi hombre de confianza y  nunca me has defraudado, pero te quiero preguntar tus contactos de la policía y ejercito.. Ellos ¿vieron las fotos?.-Me importaría una mierda, pero entre menos gente sepa de esto mucho mejor para mi y para Ana.

-Si señor, pero no se preocupe todos firmaron un acuerdo de confidencialidad y se les reconoció una cantidad de dinero mas que suficiente para que se les olvide lo que vieron en aquella habitación. 

-Bien.

-¿Como se encuentra la señorita Steele?

-No me han dicho nada Taylor, la espera me esta matando.

-Señor disculpe que me entrometa, pero la señorita Williams y su prima están en este mismo hospital custodiadas por la policía en habitaciones diferentes y...-no lo dejo terminar cuando siento que mis pies cobran vida y camino por el pasillo a toda prisa.

Los cuadros de:Mi Diosa de ojos azulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora