Atrapada En Mi Instinto {2a temp. de AETW} {TERMINADA}

Capítulo 8: Paralizante

Juego con mi móvil sentada en una de las sillas que hay en el mecánico de coches.

Erica ha estropeado el motor de Stiles y aquí estamos, a las once de la noche, esperando a que arreglen el coche.

¿Eso ha rimado? Llevo el talento de una rapera por mis venas.

Vale, creo que el cansancio me está haciendo delirar.

Stiles se ha visto obligado a llamarme porque soy la única que lo podía llevar al mecánico, dado que Scott no tiene coche... Tiene una bici.

Nosotros dos y el chico que está arreglando el coche de Stiles somos las únicas personas en el taller.

Stiles está hablando con el chico. Diría que Stiles se ha levantado un momento para quejarse porque el chico está arreglando cosas del Jeep que no necesitan arreglo.

Eso le costará más dinero. Los mecánicos son unos cabrones.

A través de mis auriculares escucho "Run Boy Run" de The Woodkid.

El ritmo de esta canción es enfermizo, me encanta.

El olor a gasolina y a metal está llegando al punto de marearme, así que me levanto de la silla y voy hacia la oficina que hay justo al lado del taller.

Abro la puerta y, al coger el pomo y girarlo, noto algo viscoso y pegajoso en la mano.

Que asco, este lugar está hecho una mierda.

No puedo evitar poner una mueca de asco.

Me limpio la mano en mis tejanos, ya que no tengo nada más con lo que limpiarme, y voy hacia los cristales que dan al taller.

Desde la oficina puedo ver a Stiles con cara de chucho enfadado y al mecánico haciendo algo con el tubo de escape del Jeep.

Sí, le cobrará más.

Me río levemente y bailo al ritmo de la música sin poder evitarlo.

Mis ojos curiosean la oficina.

Lo único interesante que veo es una foto del chico que está trabajando con el coche de Stiles. En la foto, él lleva el equipamiento del equipo de lacrosse de mi instituto.

La foto debe ser de hace unos cuatro años o así. Ahora el chico lleva un poco de barba y está más musculoso.

Mientras bailo por la oficina, noto que la mano con la que he abierto la puerta me empieza a temblar.

¿Qué me pasa?

Mi otra mano suelta el móvil y este cae al suelo, arrancando los auriculares de mis orejas.

Auch.

Noto que mis piernas empiezan a flaquear.

Mierda, algo me pasa. Necesito ayuda.

- ¡STILES! - consigo gritar antes de caer al suelo, justo al lado de la puerta.

Éste abre la puerta de la oficina, casi golpeándome en la cara con ésta, y me busca hasta que ve que estoy tumbada en el suelo al lado de sus pies.

No puedo mover ni un miserable músculo.

- ¡Brooke! ¿Qué te pasa?

Intento decirle a Stiles que llame a Scott, pero a penas puedo respirar.

Por suerte, Stiles saca su móvil y selecciona el marcador de llamada, pero antes de que pueda marcar el contacto de Scott se le cae el móvil de las manos.