Viviendo el rock [Poison FanFiction]

Capítulo 2

- Sí, me sorprende que no la conozcas porque acabamos de publicar un álbum que ha vendido mucho- me dijo mientras servía un poco de coca cola.

Justo entonces sonó "I Want Action" en la radio.

-¡Oh! Esa es una canción nuestra- sonrió - ¿Qué tal, eh?

- Yo sí la conozco- sonreí.

-¿En serio? ¿Entonces sí sabías quién soy?- preguntó claramente sin notar lo emocionada que estaba.

- No... La verdad solo había oído su álbum en casa de una amiga- exclamé. El rió ligeramente.

-Bueno, soy Rikki Rocket- sonrió. Yo asentí recordando haber leído su nombre en la parte trasera del álbum.

-Solo quiero decirte que su música es genial- sonreí tratando de mostrarme lo más relajada que pude.

- ¡Gracias!

Platicamos mucho, le conté que venía desde Cleveland para estudiar fotografía en la Escuela de Música y Artes y descubrí que él estaba estudiando música ahí también junto con los demás integrantes.

- Es algo divertido ¿sabes? Ser los mejores de la clase...- rió -Y ahora todos vivimos en este edificio temporalmente.

-Creo que nos veremos seguido entonces- le dije.

-Creo que sí- sonrió- ¿Cuándo comienzas?

-Mañana debo ir a entregar unos papeles, pero no sé si comenzaré de inmediato.

-Yo tengo clases por la mañana, si quieres te puedo acompañar.

-Gracias, eso sería genial.

-Pues tocaré tu puerta para que vayamos juntos... ¿a las nueve está bien?

-Sí, está bien.

Platicamos mucho, no notamos la hora hasta que ya era media noche. Me despedí de Rikki y le agradecí por haberme invitado. Fui a mi departamento, me puse la pijama, me metí a la cama y no pude dormirme de inmediato, me quedé pensando en Rikki, me preguntaba si podríamos llegar a ser muy buenos amigos.

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Por la mañana desperté alrededor de las 8, me alisté y desayuné una barra de cereal y una manzana que sobró del refrigerio del bus ya que aún no tenía nada y arreglé mi bolso con los papeles que necesitaba llevar. De pronto alguien llamó a la puerta, era Rikki.

-¡Hey, Chloe! ¿Ya estas lista?

-¡Hola, Rikki! Sí, ya estoy lista- tomé mi abrigo y nos fuimos.

Por el camino fui memorizando el recorrido para saber cómo llegar a mi nuevo sitio de estudios mientras él me explicaba el por qué la gente no enloquecía tanto al verlo ni a el ni a los demás.

-Es que aún no somos tan famosos, ¿sabes? Y la gente aquí ya estaba acostumbrada a vernos todo el tiempo desde mucho antes y solo nos saludan- explicó -. Claro que no todos, es decir, de vez en cuando hay quienes corren a nosotros y ya sabes... -reímos.

No habíamos caminado mucho cuando ya estábamos en la Escuela de Música & Artes, era un edificio hermoso, tal como lo imaginaba.

-Bueno aquí estamos- sonrió-. Ven, vamos a la recepción para que te registres- dijo subiendo las escaleras.

Ya dentro del edificio no lo podía creer, estaba muy emocionada. Al llegar a la oficina de registro me despedí de Rikki que ya tenía que irse a clases, entregué mis papeles y la secretaria dijo que todo estaba en orden y que mañana a primera hora me presentara para comenzar. Ya con mis horarios y todo claro decidí dar un pequeño recorrido por el lugar y luego salí buscando algún lugar para hacer las compras.

De pronto me encontré con un gran afiche de una banda que daría un concierto en los próximos días en el auditorio de la Escuela, la banda era Poison y recordando a Rikki me emocionó mucho más el poder ir.

Luego de unas horas terminando de hacer las compras regresé a mi departamento, al llegar lo primero que hice fue guardar las cosas y prepararme algo rápido para comer. Luego llamé a mis padres y estuvimos hablando unos minutos mientras me pedían que les cuente absolutamente todo y yo con mucho gusto lo hice sabiendo que mi hermano mayor se llevaría una inmensa sorpresa al saber que hablé con el baterista de Poison y que vivo en el mismo edificio que el de la banda. Después me quedé viendo TV hasta que me dí cuenta de que ya era de noche y decidí irme a dormir.

Cuando desperté eran las 7:30, así que me apresuré para ir a mi primer día de clases. Al salir de mi departamento me acerqué a la puerta de Rikki buscando escuchar algún movimiento, pero no pude oír nada y tampoco me encontré con él camino a la escuela. Durante el trayecto observé a mi alrededor detalladamente, y hacia donde mirara había algo que fotografiar, saqué mi cámara y capturé la imagen de unas aves que se bañaban en una pileta, también a un gato gordo que se revolcaba en el pasto y a un niño que jugaba correteando las palomas. Luego, quise fotografiar un árbol que llamó mucho la atención por su forma torcida, pero cuando ya había enfocado la imagen y presioné el disparador un chico arruinó la foto interponiéndose en el camino.

-¡Oye! ¡Arruinaste mi foto!- le grité mirando la foto aunque sin mucha importancia por ello.

-No, no, te equivocas. Yo hice que tu foto aumentara su valor- dijo dándose vuelta a continuar con su camino.

Pero qué tipo más engreído, arruinó mi foto y ni siquiera le importó.

-Uy, sí, claro- susurré.

-¿Perdón? ¿Acaso no sabes quién soy?- me dijo con aire de superioridad.

-No, y tampoco me interesa- dije sin mirarlo y volviendo a enfocar el árbol.

Entonces escuché una ligera risa de su parte luego de que tomara la foto, pero esta era una risa diferente, una risa... ¿amistosa?

-¡Hey! Perdona por arruinar tu anterior foto- me dijo acercándose a mí. Yo arrugué el ceño.

-¿Pero qué...?- me vi interrumpida al alzar la mirada y verlo.

No podía ser cierto. Esa melena, esa ropa... ¿ahora estaba en frente de uno de los amigos de Rikki?

-¿Hola? Tierra llamando a la chica de la foto- dijo pasando una mano frente a mis ojos haciéndome reaccionar.

-Eh... Tú...- ¡me sentía muy tonta! Simplemente no sabía qué decir.

-Oh... te has quedado sin palabras ante mi presencia- sonrió de nuevo.

¡Pero qué engreído!

-¡Qué idiota!- le dije sin pensar. Di media vuelta y continué con mi camino, sintiendo vergüenza de mí misma.

-¡Oye, no lo soy!- lo escuché acercándose nuevamente a mí.

Yo solo caminé tratando de evitarlo y acelerando el paso, pero él seguía a mi costado volteando a verme casi cada tres segundos y... ¡me sentía sumamente incómoda!

-¿Podrías dejar de seguirme y de mirarme?- dije parando en seco y encarandolo.

-Lo siento, es que creo que vas al mismo lugar que yo- sonrió de nuevo.

-¿Ah, sí? ¿Adónde?- le dije alterada.

-A la Escuela de Música y Artes- respondió sonriente.